Desde que Pizarro Gómez no diera validez al tanto conseguido por Verza de perfecto cabezazo en el minuto 89 para señalar un penalti que lanzado por el goleador fue detenido por el meta visitante, el Nàstic buscó como agua de mayo el término del partido, incluso con su técnico pidiendo la hora.
Todo ello porque lograron sacar tajada de un campo en el que no merecieron puntuar y que sólo gracias a los hados desfavorables a los intereses de la entidad rojiblanca deben el haber sumado un punto que les supo a gloria. Todo lo contrario que a los jugadores locales a los que la igualada les dejó un mal sabor de boca.
Lucas Alcaraz con un once muy similar al de la jornada anterior. La baja de Motta la cubrió con el canterano Antonio Navas en el primer periodo y con Fran en el segundo. Los dos cumplieron, pese a que Rodri, técnico visitante, mandó volcar el juego por esa banda, por donde llegaron las jugadas más comprometidas para los locales y hasta el gol del empate de los tarraconenses.
En la primera mitad ninguno de los dos equipos se impuso, pero el almería siempre transmitió la sensación de estar bien posicionado, saber a lo que jugaba y leer los tiempos del juego.
El Nàstic asustó en los primeros compases, pero poco apoco el Almería le fue tomando el pulso al partido que finalizó a buen ritmo, con igualdad de fuerzas y de oportunidades.
Rubén Alcaraz y Pozo fabricaron las más claras para el bando local con sendos disparos desde fuera del área que rozaron los palos de la meta rival. Por parte visitante Valentín y Gaztañaga pusieron a prueba a René.
El paso por el vestuario trajo consigo la transformación de la cara del partido. El Almería encierra al cuadro catalán en su área, pero no daba la sensación de que el marcador se fuera a mover ... hasta que la conexión Rubén Alcaraz-Pozo decidiera tirar cualquier pensamiento en el doble ‘rosco’ por la borda para servir un balón de oro a Fidel que este enviaba a la red con categoría.
El partido estaba controlado por parte local, los visitantes estaban atascados y sus opciones de empatar eran mínimas. Pero un disparo esquinado de Tete, el mejor jugador visitante, fue desviado por Joaquín al fondo de su portería. No se amilanó el Almería, que se recuperó muy pronto y se fue a por el segundo tanto ante el Nástic de Tarragona. Y lo logró a falta de un minuto para el final cuando Verza, de cabeza, enviaba el balón a la red local.
Pero el madrileño Pizarro Gómez no esperó lo que debía y señaló el penalti previo, no dando validez al tanto del Almería. Lo lanzó el propio Verza, poco esquinado, Dimitrievski le adivinó la dirección y lo envió a córner.
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