El Almería no domina las áreas y pierde

Choca ante un Real Oviedo eficaz

Carlos Miralles
01:00 • 20 ene. 2018

Se juega como nunca y se pierde como siempre. Es lo que se puede decir de un Almería impotente fuera de casa, siendo incapaz de mantener una ventaja de 0-1 en el marcador. No resultaba fácil puntuar en el Tartiere ante el mejor Oviedo de la temporada, pero si te ponen el caramelo en la boca y te lo quitan muy rápido, queda el sabor agrio de la derrota.




Tampoco se puede ocultar que el Real Oviedo llegaba con una dinámica envidiable al partido, sobre todo en casa, donde había ganado a sus cinco últimos rivales. A esto el Almería respondió con orden y compañerismo, justo lo que se había perdido en la última salida, allá por el mes de diciembre, a Alcorcón.
En el primer tiempo pasó lo que quiso el conjunto de Lucas Alcaraz. Cerró espacios, y aunque no consiguió crear peligro a Alfonso Herrero, tampoco René Román tuvo que intervenir. La más clara del Oviedo fue un saque lateral cabeceado por encima del travesaño por Verdés.




Tras el descanso el Oviedo tenía que apretar y el Almería estaba esperando. De hecho, quien la sigue la consigue, y en un magnífico desmarque de Pozo en la izquierda, el malagueño llega al área, levanta la mirada y ve a Fidel libre de marca para empujarla a la red. Gol, 0-1, y a seguir remando en el siempre camino tortuoso que presentan los encuentros del Estadio Carlos Tartiere.
Poco duró la alegría, ya que si en el minuto 8 hacía gol Fidel, a los quince igualaba el inexpugnable Toché. Acababa de pisar el césped e hizo el 1-1 tras asistencia de Saúl Berjón que defensa y portero rojiblancos no despejan.




Ahí el Oviedo empezó a competir con once, porque junto con la afición embotellaron al Almería hasta tal punto de dejarle sin opciones de avanzar más allá del centro del campo. En el minuto 26 del segundo acto, Saúl Berjón disparaba con la derecha, la pelota daba en el poste y después en el cuerpo de René. La mala fortuna se cebaba con los almerienses, que vieron como se escapaba la ventaja.




Con el objetivo cerca, el Oviedo se fue atrás dejando más campo al Almería. Nunca se rindió el cuadro rojiblanco, guiado por Pozo, que puso un balón de gol a Gaspar, pero Carlos Hernández logró sacar el balón debajo del larguero. También se pidió penalti por mano de Carlos en un lanzamiento de Pozo desde la frontal.
El Almería cayó de pie en el campo más difícil, en estos momentos, de la Segunda División. Pero ya no vale solo con eso, sino con puntos. La línea es la adecuada, aunque no da para ganar un partido lejos del Mediterráneo.







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