¡España, campeona de Europa de balonmano!

Gana a Suecia en una final para el recuerdo y consigue su primer éxito continental

España consigue el éxito continental.
España consigue el éxito continental.
Cadena SER
22:03 • 28 ene. 2018

España consiguió romper su mal fario en las finales europeas y tras cuatro intentos fallidos logró proclamarse campeona de Europa ante Suecia (29-23). Tras una primera parte sufrida, los hispanos salieron a por todas en el segundo tiempo para arrasar a los escandinavos.




La historia del torneo tiene sin duda un nombre y un apellido: Arpad Sterbik. El portero de origen serbio llegó para suplir la lesión de Gonzalo Pérez de Vargas y en tres días y dos partidos se ha erigido como el gran héroe español. Su final fue un auténtico escándalo.




En los primeros compases, España y Suecia fueron anotando a la par, con alguna intervención de Rodrigo Corrales y de Mikael Appelgren, pero con un partido que de inicio se mostraba igualado. Algo completamente lógico tratándose de toda una final de un campeonato de Europa.




Pero según iban pasando los minutos el cancerbero sueco fue haciéndose más grande bajo palos. Appelgren comenzó a dar una exhibición frustrando cada ataque de España y permitiendo a los escandinavos mostrar una diferencia de al menos tres goles en el marcador.




Gracias a un tanto de Raúl Entrerríos, España terminó con una seguía de cinco minutos sin anotar y volvió a meterse en el partido (5-7). A raíz de ese tanto, el partido siempre se mantuvo hasta el descanso con el equipo de Jordi Ribera a uno o dos tantos de los suecos.




El 48% de eficiencia en paradas de Appelgren al descanso permitía a Suecia marcharse dos arriba en el marcador a los vestuarios (12-14). El muro sueco se estaba mostrando prácticamente infranqueable, pero a pesar de ello, España seguía metida en la final.




Algo que agradecío enormemente tras el paso por vestuarios. Pues los hispanos salieron a morir sobre la pista y en apenas tres minutos lograron ponerse por delante en el marcador (15-14) gracias a las paradas de Sterbik y los tantos de David Balaguer, Aitor Ariño y Ferran Solé.




España era otra en este segundo tiempo y en gran medida era gracias a las paradas de Arpad Sterbik. El cancerbero español paraba casi todo lo que le llegaba y esto le permitía a España salir rápido al contraataque y plantarse en superioridad ante un Appelgren menos acertado que en el primer acto.


Con un nuevo tanto de David Balaguer, Staffan Olsson tuvo que pedir tiempo muerto para tratar de levantar a sus jugadores: restaban 18 minutos y España estaba 4 arriba. Los suecos solo habían conseguido un tanto en 12 minutos.


Suecia comenzaba a ver demasiado cuesta arriba la final, pues cada vez que intentaban acercarse en el marcador, Arpad Sterbik sacaba una mano o un pie milagroso para evitar el gol y mandar un claro mensaje a sus compañeros: a poco que marqueis, yo, como poco, mantengo la ventaja en el luminoso.


A nueve minutos del final, España se encontraba con un marcador de 24-17. Siete goles de ventaja que los de Jordi Ribera no podían dejar escapar. Era la hora de conseguir el oro después de las cuatro finales que se nos escaparon en el pasado.


Los minutos finales fueron una fiesta para España. Suecia claudicó y los hispanos lograron la victoria viviendo los últimos minutos con tranquilidad. La selección española logró por fin el ansiado oro europeo.



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