El Real Madrid está vivo. Es su competición. Cuando peor estaba el conjunto de Zidane, llegó la victoria que acerca al vigente campeón a los cuartos de final de la Champions ante el poderosísimo PSG. El conjunto francés se adelantó por mediación de Rabiot, pero no aguantó ante la calidad individual de Cristiano Ronaldo en los momentos decisivos. La fiesta llegó al Santiago Bernabéu con el 3-1, y es que en una de las peores temporadas de los últimos tiempos en Copa y Liga, en Europa se transformó el conjunto blanco. El choque no defraudó. En la primera mitad, el Real Madrid aprovechó el ambiente del Bernabéu para encerrar al PSG, que supo aguantar el primer arreón de los blancos. Pero poco a poco el conjunto de Unai Emery se crecía y buscaba las diabluras de Neymar y M’Bappé. Pasada la media hora, golpe a la línea de flotación del actual campeón de la Champions. Centro de Mbappé desde la derecha que no acierta a rematar Neymar, pero el balón se queda muerto en el área y llega Rabiot totalmente solo para fusilar a Keylor Navas. Con el 0-1, lo pasó muy mal el equipo de Zinedine Zidane, aunque en una acción aislada, penalti de Lo Celso por agarrón a Toni Kroos que Cristiano Ronaldo acierta a transformar, engañando al meta Areola. El 1-1 al descanso ya era una magnífica noticia.
En la segunda mitad, el PSG quiso aprovechar el desgaste físico del Madrid, aunque los dos equipos demostraron serias dificultades para defender. Cristiano Ronaldo y Marcelo llevaron la locura a las gradas con dos goles en los últimos diez minutos. El Real Madrid vive por y para la Champions. Se acerca a los cuartos.
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