Las alineaciones de Lucas Alcaraz siempre están meditadas y consensuadas hasta con los mismos futbolistas. Cuando en el Carrusel Deportivo, Carlos Miralles, daba el once del Almería hubo sorpresas.
La primera fue la ausencia de Nano en detrimento de Pervis o el banquillo para Trujillo que lo estaba haciendo bien optando por Morcillo. Estas eran dos decisiones firmes, pero había más.
El 9 era Soleri por el que apuesta Lucas Alcaraz y le ha dado la razón el italiano, y en la banda izquierda el canterano Gaspar por el fichaje estrella de la pasada temporada: Fidel.
Todos en Almería tenemos claro que Fidel es nuestro hombre para la banda izquierda pero solo Lucas Alcaraz conoce el nivel del onubense y las causas de su suplencia primero y el pase a la grada después.
Tener a Fidel fuera de la convocatoria es un lujo que el Almería no se puede permitir ya que estamos hablando de una de las fichas más altas de la plantilla. Le cuesta los cuartos al club. Es un lujo.
Tiene que estar mal para que Lucas Alcaraz lo mande a la grada. El entrenador no quita ni pone a los futbolistas, son ellos solitos los que hacen la alineación.
Hay que estar tranquilos porque al final Lucas lo recuperará para la causa y Fidel volverá al once titular siendo mejor futbolista como le ha pasado a Juan Muñoz.
La terapia de choque siempre le ha funcionado a Lucas Alcaraz. Nadie como él sabe llegar a las fibras de los futbolistas porque en realidad Lucas es un futbolista más que un entrenador.
Le mando todo el ánimo a Fidel porque creemos (creo) en el y volverá a ser ese futbolista por el que pagó un traspaso el Almería.
Fidel es honrado y profesional y estará ‘quemado’ por su situación. A él le toca revertir la situación porque su calidad es propia de la Primera División.
Lucas ha puesto a Fidel en tratamiento.
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