Almería 1 Sporting 3

El Almería vuelve a perder en casa y enciende todas las alarmas. El 0-3 primero y el 1-3 final puede que no se corresponda con el juego desarrollado por ambos equipos sobre el césped. 

Porque el Almería nunca le perdió la cara al partido, tuvo más posesión, realizó más disparos e incluso encerró, sobre todo en la segunda mitad, al conjunto asturiano en su área. Pero en el fútbol los resultados llegan como suma de dos factores vitales: Seguridad, contundencia y solidez en defensa y efectividad en ataque. Y en estas dos facetas el Sporting fue infinitamente superior al Almería. Porque el equipo acusó la ausencia de Joaquín atrás y la de un delantero con pólvora.

Santos era el atacante gijonés al que había que vigilar más de cerca. Dos sucesivos desajustes defensivos propiciaron que Motta tuviera que salvar en la linea de gol un remate del Pichichi visitante en el minuto 3 y siete después hiciera el tanto que adelantaba a los suyos. 

Entre una y otra acción un maldito palo que pudo cambiar el rumbo de la contienda en el Estadio. Pozo lanzó una gran disparo en su mejor acción de la tarde que se estrelló en el poste izquierdo de Mariño, con éste batido.

La sentencia
El partido se le ponía de cara a los visitantes que a partir de este momento se aplicaron el proverbio de origen chino, de sentarse cerca de su arco para ver pasar el cadáver de su rival. Y así fue.

El Almería llevó la iniciativa, atacó bien por las bandas, pero le faltó culminar las jugadas de ataque.

Penalti no señalado
En pleno acoso de los locales,  con un penalti no señalado por manos de Calavera y varias oportunidades, llegó un error de Sulayman, que entonces actuaba de central para que Hernán pusiera el 0-2 que era la sentencia del partido.

Jony hizo el 0-3 y el centrocampista del Almería, Rubén Alcaraz, salvó el honor al ejecutar con maestría un penalti más que dudoso en la recta final del encuentro. El malagueño Pozo será baja para el duelo del Carranza.