“Ya nos conocen”, dice Antonio Casimiro ‘Artés’, y tiene toda la razón. La grada en el Moisés Ruiz ha visto a Unicaja Almería sufrir y darlo todo, caer y levantarse, no dar con su juego pero no rendirse. Ha sido una temporada de pelear contra todo y contra todos, pero ha sido una temporada en la que de nuevo se está en la final, que está siendo fiel reflejo de lo anterior: “Por nosotros no va a quedar nada para luchar y para ir con todo a por el título, tiraremos de garra, de corazón y de alma, y me gustaría recalcar que, se gane o se pierda, hemos tenido una fase regular y una Copa del Rey, ahora unos play off, en los que en muchas ocasiones no se han dado las mejores circunstancias para jugar al máximo”.
Pese a ello, y es el mensaje del joven líbero, “sin contar con todos lo jugadores, ni estar en el mejor estado anímico”, se ha sabido “solventar este tipo de problemas y remar todos en la misma dirección”. El equipo de Casi se extiende a la afición de los ahorradores: “Como he dicho en otras ocasiones, es totalmente fundamental en todos los partidos de liga, pero en especial en los partidos más importantes, en los momentos más delicados, y el partido que se avecina este viernes es uno de ellos”. Confianza extrema de ‘Artés’ en los aficionados: “Estoy seguro de que van a estar ahí, porque saben lo importante y fundamental que son para nosotros y, al fin y al cabo, son un jugador más; tenemos una gran afición que nos va a ayudar”.
De ahí ese primer “ya nos conocen”, porque “saben que su ayuda es básica y que, se gane o se pierda, será muriendo en el campo, lo que es suficiente para que se produzca una movilización general”. Y es que se puede ganar muriendo, aplicando el sentido de dar hasta el último aliento para lograrlo. Así será, porque así lo da por hecho uno de los llamados a ser buque insignia del club en breve, alineado con Borja Ruiz en las arengas y presentando argumentos: “Yo creo que la final dio un vuelco de 180 grados tras el tercer set y el cuarto que hicimos en el segundo partido; nunca nos dimos por muertos, nos conocemos bien y sabíamos que el primer partido no fue como debía, y de ahí que nos dejamos el alma y el corazón”.
Es cierto que “finalmente el tie-break cayó del lado del Teruel”, pero no lo es menos que “la final va a cambiar del todo este fin de semana”. Todo es cuestión mental, “y más en un deporte como el voleibol”. La situación que se vive ahora se encamina aferrándose a esa fortaleza mental: “Teruel va a cambiar la mentalidad, ya la cambió allí, pero de cara a este fin de semana eso es seguro porque han de saber que no estamos muertos, que vamos a ir con todo, que nos vamos a dejar el alma por ganar los partidos que se presenten en el Moisés Ruiz”. El último en Los Planos “fue una inyección de moral y Borja tiene toda la razón del mundo, porque a Unicaja, con la plantilla que tiene, nunca se le puede dar por muerto”.
De hecho, no hubo muchos secretos en el cambio de imagen del equipo tras los cinco primeros sets de la serie: “Creo que el paso hacia ese tercer set del segundo partido, el que por fin ganamos, más que cosas tácticas y técnicas, que también, se dio porque hicimos piña y tiramos de casta; teníamos que dejarnos el corazón por nosotros, por el equipo y por la tierra, y eso fue lo principal y lo primordial para que saliera la imagen de igualdad que debió brillar desde el principio”. Hay que ser realistas y ambiciosos: “Es cierto que la final se decanta por Teruel ahora mismo por el marcador global, pero creo que se puede ganar, por supuesto, el vóley es un partido al mejor de cinco y puede pasar de todo, ir punto a punto y set a set”.
Antonio Casimiro recuerda algo básico: “Efectivamente por nosotros está el decidir qué pasa o qué no pasa”. En ese sentido, hay demostraciones previas que deben servir de referencia: “Hemos sabido solventar todo ese tipo de problemas, remar todos en la misma dirección, y quiero remarcar que el equipo, gane o pierda este fin de semana, ha hecho una temporada formidable, con un grupo humano que ha sido inmejorable, personas con el mismo sueño de ganar títulos; hasta ahora no se ha dado pero seguimos teniendo la oportunidad y confiamos, satisfechos con el trabajo durante este año; estoy muy contento de haber sido partícipe un año más en un club como Unicaja, así que quiero alargarlo una semana más”.
Es el momento de la unión, más que nunca, porque ya no hay margen de error: “Tanto los jugadores, como la directiva, como el cuerpo técnico como a afición, teneos que remar en la misma dirección, remar juntos, apoyarnos los unos en los otros, y estar codo con codo; lo que tenga que ser, será, pero luchando”. Perdió la final de la Superliga la temporada pasada y la final de la Copa del Rey este mismo curso, así que, entre bromas, se agarra al refranero: “Espero que el dicho se cumpla y a que a la tercera sea la vencida, ya que está siendo mi tercera final en el club y por ahora llevo dos platas, así que me encantaría poner el broche de oro, nunca mejor dicho, a esta temporada con el duodécimo título, y a por el vamos”.
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