La vida y la obra de Balbino en Roquetas

Quedar con Balbino para hablar de fútbol es como pararse el mundo: es mejor ir sin reloj porque tiene historias para hacer un libro de fútbol. Pasear por Roquetas de Mar con él es como si fueras con el alcalde y solo tiene amigos por donde pasa. 

¿Quién es Rogelio Pomares Rubio?

Creo que muy poca gente del fútbol no me conoce. Pienso que todo el mundo conoce a Balbino. Soy roquetero: nacido, criado y si Dios quiere me moriré en Roquetas de Mar.

¿Y lo de Balbino?

Era el nombre de mi padre. Muchas personas solo me conocen por Balbino. Lo de Rogelio Pomares...

¿Qué significa Roquetas de Mar en la vida de Balbino?

Todo. Roquetas de Mar es mi vida. Siempre he estado pegado al fútbol roquetero, desde el campo de La Algaida hasta el nuevo campo de fútbol.

Si tuviera que elegir un rincón de Roquetas de Mar...

Lo más bonito que tiene ahora mismo Roquetas de Mar es la zona de la playa, sus playas, por donde salgo todos los días a pasear, pero lo que más me ha gustado siempre ha sido el campo de fútbol. 

¿Echa en falta aquel fútbol de La Algaida?

¡Totalmente! Pero pienso que no solo yo, creo que todo el mundo de Roquetas de Mar echa en falta aquel fútbol de antes, era otro mundo, otro ambiente. Tengo vídeos de antes y el campo se llenaba hasta arriba, no como en la actualidad. Ahora la afición al balompié va más a ver a los críos que al fútbol grande.

Ha conocido unos cuantos entrenadores...

Muchísimos. Por Roquetas de Mar pasaron Pepe Navarro, Amarilla, Paco González, Luis Jiménez... tengo 61 años: ¡imagínate todos los entrenadores que han pasado por aquí y siempre he estado pegado al fútbol! Y presidentes también he conocido muchos: Miguel Zapata, Gabriel Amat, Antonio Peroles... la lista es muy larga, larguísima.

¿Cómo era aquel Gabriel Amat presidente de fútbol en el Roquetas?

Muy bueno. Fue un presidente que ascendió al equipo y, además, buena persona. También Miguel Zapata presidente era buen dirigente y muy buena persona, él también consiguió subir al equipo. A los dos les costó dinero el fútbol y para mí fueron dos grandes presidentes, sin menospreciar a los otros que fueron presidentes. 

¿El futbolista de hoy siente el escudo?

Los jugadores que se dan golpes al escudo en el pecho o se lo besan... ¡es mentira todo! El escudo es el dinero y no como antes en Roquetas de Mar. Aquí hubo jugadores como Pedro Antonio, Baena, Canalejas... que eran de otra pasta: aquellos sí sentían el escudo, pero de verdad. No jugaban por dinero, al contrario: les costaba el dinero jugar al fútbol. Eran muy grandes.

¿Qué recuerdos tiene Balbino de su infancia?

Escuela y fútbol, y en este orden porque primero un niño debe estudiar y luego jugar. De hecho, me partí el brazo izquierdo jugando al fútbol cuando era un niño y tengo el brazo izquierdo más corto que el derecho.

¿Entendería su vida sin el fútbol?

¡Imposible! No entendería mi vida sin el fútbol. He estado un mes malo, sin ver partidos y me faltaba algo en mi vida. Estaba deseando empezar de nuevo, de verdad.

Balbino: un roquetero que trabaja para el Betis...

Desde alevines hasta juveniles veo jugadores y en caso de que haya un futbolista interesante paso el informe al Betis y a partir de ahí se firma o bien se le hace un seguimiento. El Betis ha cambiado ahora mucho y para bien; el trato hacia los niños es estupendo. El padre que va con el niño a ver las instalaciones se queda en el Betis. 

¿Cómo está la cantera de Almería?

Hay muy buenos futbolistas. Cualquier niño, hoy en día con cuatro años, está jugando al fútbol y, además, hay buenos campos. Luego tenemos equipos que trabajan muy bien y, a día de hoy, pienso que La Cañada es un ejemplo a seguir a todos los niveles porque Antonio Ramón sabe lo que quiere y lo que hace siempre. Tenemos también a Los Molinos y al Pavía, que son de toda la vida equipos de cantera.

¿Le gustaría trabajar para el Almería?

¿Por qué no?, lo que pasa es que el Almería nunca ha tocado en mi puerta. Esta temporada me pidió un futbolista y se lo llevé, pero ahora mismo prioridad el Betis.

¿Qué mensaje le mandaría a esos padres que gritan tanto en los campos?

Gritar menos y que fueran solo a ver a sus niños. El pequeño primero tiene que estudiar y luego ir al campo a divertirse. No hay tantos Messis o Cristianos... ¡A veces da hasta pena ver partidos de los niños por algunos padres!