Corpas y Chema dictan sentencia

Se ha hecho esperar, pero finalmente ha llegado la primera victoria del Almería en una gran tarde de fútbol en la que el cuadro local ha conseguido superar en el marcador a un Zaragoza que se ha mostrado como el mejor delos tres equipos que han visitado el Mediterráneo.
El Almería le ha hecho dos tantos a un Zaragoza que no había encajado ni un sólo gol en sus dos desplazamientos anteriores y que venía de golear en el Tartiere al Oviedo.

En la primera mitad sucedieron pocas cosas. Los dos equipos salieron con mucho respeto al rival y es por ello por lo que las oportunidades fueron escasas.
Ninguno de los dos porteros se vieron exigidos y sólo fue en el tramo final en el que se movió algo el partido con dos faltas en el área maña reclamadas por la grada y una pifia de Mac Gual que envió a las manos de René.  

En el descanso el técnico visitante dio entrada a Buf en un cambio evidentemente ofensivo. En los primeros minutos el campo se inclinó hacia la meta de René, pero el empuje visitante sólo duró 9 minutos los que tardó Rioja en meter el miedo en el cuerpo a la zaga rival con dos meritorias acciones personales mal culminadas. La primera por no pasar a Corpas y la segunda con un mal disparo con la derecha.
Dos acciones que ponían en valor la estancia del equipo en el vestuario.

No tardó demasiado Fran Fernández en reaccionar ya que en minuto 61 daba entrada a Chema para ocupar la plaza de un Juan Carlos con poco protagonismo.
En el día de su cumpleaños Chema se convirtió en el César del equipo porque llego, vio y triunfo. Puso sobre el tapete Mediterráneo la calidad de la que el equipo había carecido hasta entonces, las acciones ofensivas tuvieron criterio y el partido comenzó a cambiar radicalmente.

Fruto de este cambio llegaba el 1-0 como consecuencia de un robo de balón de Álvaro Giménez, que envió su remate al muñeco por un mal control final, pero con la fortuna de que rebotó en Grippo y acabó en gol. La alegría duró poco. Dos minutos después un desajuste por banda derecha propició la igualada.
No se amilanó el cuadro local que bajo la magistral dirección de Chema sembró el pánico en el área visitante.
A falta de cuatro minutos para el final Chema y Corpas lo bordaron. El extremó robó la pelota a Papu, se apoyó en Chema y éste le devolvió para que el extremo pusiera el Mediterráneo boca abajo con su gol,que era el del merecido  primer triunfo.