De 24 bolas solo erró una e hizo punto otras 16, arrojando un enorme coeficiente de acierto atacante del 67%, magnífico para ocupar la posición de opuesto en un partido además muy complicado por la situación en la que salto a la pista. Pero es un sabor amargo el que le queda: “Siempre fastidia perder cualquier partido, pero uno así duele mucho más, ante un rival que viene muy abajo en la clasificación y frente al que deberíamos haber sido contundentes y no lo fuimos; no estuvimos a la altura de Manacor, que hizo un gran encuentro y supo estar muy por encima de nosotros en todas las fases del juego”. Chema Castellano siente un “dolor extra al haber estado dentro del campo” y no haber podido encauzar el triunfo.
Pero no hay mal que por bien no venga, dice el refranero, y “después de derrotas como la del fin de semana pasado lo que hay que hacer es todos los jugadores juntarse, valorar las cosas que se hicieron bien y las que se hicieron mal, y sobre todo valorar el equipo y el conjunto que hay”. Eso se ha producido de puertas del vestuario para adentro, y el resultado ha sido el mejor posible: “Sabemos que este tropiezo es un toque de atención severo, que en dos semanas tenemos la Copa y que tenemos capacidad todos los jugadores que hay para llegar allí y ganarle a cualquier rival; nos sirve como toque de atención y lo único que nos queda es venir aquí día a día y si no salimos sangrando, intentarlo”.
El atacante blanquiverde enfatiza más todavía en esa idea de compromiso y total entrega: “Rompernos la cabeza entrenando, todos juntos, todos hacia el mismo camino, que es importante que no haya caminos diferentes dentro del grupo, que no los hay, y esa es la tónica de esta semana”. No es que se haya bajado para nada la guardia y la tensión en los entrenos, pero las cosas no han salido y hay que afrontarlo: “Previo a Teruel estábamos entrenando bien pero en Los Planos no entramos en ningún momento en el partido, y esta semana igual, entrenando muy bien durante toda la semana, y no sé cuál es el factor, si dudamos o no, pero no hay que dudar en ningún momento porque con la capacidad que tenemos dentro del equipo eso no cabe; toca reponerse y mirar hacia adelante lo que nos queda”.
Siempre el equipo a batir, es posible que haya quien ponga una piel de cordero en los jugadores de Unicaja Almería, o quien crea en la debilidad del grupo, pero eso no importa lo más mínimo a la plantilla: “El que piense que vamos a entran con dudas en el siguiente partido está equivocado, porque lo que vamos a hacer es apretar los dientes, salir doblemente reforzados con muchas más ganas de luchar; creo que van a pensar eso, que estamos dolidos, pero no nos va a afectar lo más mínimo, al contrario, llegaremos todos más juntos, más unidos y más peligrosos que nunca”. Uniendo una cosa con otra, “ser favorito o no a algunos les beneficia y a otros le presiona, pero yo confío en nuestro equipo de cara a la Copa”, afirma.
En ese sentido, “lo importante es que sabemos que Teruel es el que va primero, a priori tiene un potencial muy grande, pero seamos favoritos o no cualquier cosa puede pasar, jugando bien primero la semifinal y después, si cuajamos nuestro juego en la final, le podemos ganar a cualquiera, así que no hay que confiarse ni para bueno ni para malo, y que sepa contra quien nos enfrentemos que será muy difícil para ellos tener a Unicaja Almería en frente”. El deporte tiene una muy frágil memoria: “Somos los mismos jugadores que quedamos campeones de invierno, y sabemos qué compañero tenemos al lado y qué rival hay al otro lado, y sabemos que somos capaces de todo; lo que va a pasar ahora es que no habrá dudas”.
La advertencia de Castellano es completa, “sacaremos cualquier cosa adelante”, dicho antes de un partido complicado este sábado: “Melilla es muy peligroso sobre todo en casa, el factor que lo diferencia es el anímico, porque cuando juega de forma ‘eufórica’ y juegan todos animados son muy peligrosos, defienden mucho, tienen un potencial de ataque muy bueno, y creo que es un equipo difícil”. Eso sí, hay que aprovechar lo que supone un gran previo copero: “Para nosotros es muy positivo, porque cuando juegas fuera, los equipos locales parten con la pequeña ventaja de que conocen las dimensiones y están acostumbrados a las referencias, y nos va a ayudar bastante ir allí antes del jugarnos el título”.
No solo eso, sino que asumiendo que “el trabajo hay que llevarlo hecho de casa”, y viendo perfecto conocer mejor la pista, “un gran escenario para la Copa”, Chema también valora esperar a UBE L’Illa Grau antes: “Es doblemente positivo porque son los dos posibles rivales y así se podrá valorar cómo están ellos y como vamos nosotros, ajustar lo que se tenga que ajustar para sacar el máximo rendimiento de nuestro equipo y que ellos no saquen el máximo del suyo”. Estudioso de rivales y números, Castellano insiste en que “hay que aprovecharlo”, como también todos y cada uno de los minutos que Manolo Berenguel le otorga sobre la pista.
Así lo hizo frente a Manacor: “Estoy satisfecho por el rendimiento porque lo que quiero es que siga confiando en mí y en los jugadores que estamos fuera, y que sepa que podemos aportar en cualquier momento, y por esa parte sí que estoy contento; entré, conseguí hacer unos buenos números, pero no fueron suficientes, así que lo que queda es trabajar y a seguir”. Se sentía muy bien, “hay partidos en los que tú tienes confianza, entras en el juego, atacas las dos o tres primeras bolas y ya sabes que cualquiera que te puedan echar estás en condiciones para atacarla, y da gusto aprovecharlo”, reconoce, pero al final fue sufrimiento: “Eso no fue suficiente, y además creo que puede ser mejor incluso, pero cogí confianza”.
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