El Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid empataron a uno en el Camp Nou tras un gran Clásico. El equipo de Solari, que atraviesa un gran momento de juego y de estado físico, salió con mucha intensidad en un primer tiempo en el que sólo le faltó acierto. El Barça, en cambio, espabiló en el segundo tiempo e igualó el partido dejando muy viva la eliminatoria Lucas Vázquez y Malcom, los goleadores.
El Real Madrid, consciente de la importancia de marcar fuera de casa y cuantos más goles mejor, salió con todo al Camp Nou. Con una presión alta espectacular los jugadores blancos evidenciaron que físicamente están como motos.
El equipo blanco, fruto de esa presión alta, comenzó a recuperar varios balones cerca de la frontal lo que hizo que el conjunto de Solari dispusiera de varias oportunidades de gol. En la primera Kroos le pegó flojo y Ter Stegen paró fácil, en la segunda, el balón besó las mallas. Un centro al segundo palo de Vinicius no lo cazó Jordi Alba, sí lo hizo Benzema y Lucas Vázquez ganó el primer palo para empujar el servicio atrás del francés.
Enmudecía pronto el Camp Nou que veía como su equipo era dominado por el rival menos deseado y su mejor futbolista estaba en el banquillo. Además, el conjunto madrileño no aflojaba y de no ser por la falta de puntería y el egoísmo de Vinicius, pudo haber ampliado la ventaja.
El brasileño, lejos de venirle grande el partido, realizó un primer tiempo soberbio y de mucha personalidad retratando a un Semedo superado en todas las acciones del primer tiempo. De no ser por las malas decisiones finales, probablemente Vinicius podría haber copado las portadas deportivas de todo el mundo.
Pasada la media hora el Barcelona comenzó a espabilar, pero si los culés lograban sortear a sus rivales, aún les quedaba Keylor Navas. El tico le adivinó la intención a Malcom en un mano a mano anulado posteriormente por fuera de juego y más avanzado el partido sacó una mano sensacional a un remate de Luis Suárez. Entre medias Rakitic envió un cabezazo al travesaño.
Ambos equipos llegaron al descanso con sensaciones muy diferentes: el Madrid se iba contento por el trabajo desplegado pero con sabor amargo de haber desperdiciado varias ocasiones. Por su parte, el Barcelona se marchaba intranquilo pero soñando con el regreso de Messi como as en la manga.
El segundo tiempo fue mucho más igualado desde el comienzo, lo que beneficiaba a un Barcelona a merced del Madrid en el primer tiempo. En el equipo blanco comenzaron a acusar el esfuerzo físico de la primera mitad.
Poco antes del minuto 60 se le acumularon de golpe las desgracias al Real Madrid, todo lo contrario que al Barcelona, que vio como el partido se le ponía de cara. Primero llegó el gol del empate en una acción de Jordi Alba por banda que acabó en gol de Malcom tras un rechace de Luis Suárez que despejaron entre Ramos y el palo. Tras ello, Marcos Llorente cayó lesionado y además el Camp Nou se volvió loco cuando Messi salió al terreno de juego.
Lógicamente el gol y la salida del argentino le dieron una vida extra a un Barcelona que comenzó a adueñarse claramente del partido y empezó a arrinconar al equipo blanco, el cual comenzaba a pensar más en la vuelta que en un segundo tanto.
Sólo en una jugada aislada podía marcar de nuevo el Madrid y casi lo consigue por medio de Bale. Salió mal Ter Stegen en un balón dividido y la pelota acabó en los pies del galés dentro del área que con todo a favor controló mal y cuando remató ya se le habían echado encima varios rivales.
El error de Ter Stegen metió de nuevo al Madrid en el partido que en el tramo final apretó pero no logró hacer el segundo gol. El encuentro terminó con empate a uno y la eliminatoria se decidirá en el Bernabéu.
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