Rubén Lorente se elevó sabiendo ya lo que iba a hacer. Lo tenía claro y lo ejecutó a la perfección. Él no lo dice ni lo piensa, pero sí lo sabe el resto: se lo merecía, se había ganado durante toda la temporada cerrar un partido de juego brillante de su equipo. Finta y punto 25 para el 3-1 con el que Unicaja Almería se reencontró tras cuatro sets después de ser campeón. Pero lo que resulta impresionante en este chico de 20 años es su capacidad para poner los ‘puntos sobre las íes’, dando una medida justa a cada circunstancia. Ha abierto su cuenta de títulos a muy temprana edad, “ojalá que sea una extensa cuenta”, dice, remarcando que “a fin de cuentas, siempre ganamos todos, perdemos todos, ganamos juntos y perdemos juntos”.
El jovencísimo colocador no duda, “esto es un equipo”, como tampoco se precipita en las valoraciones. Así, llegar de perder en Palma tiene una explicación que deja ‘libre’ en gran medida al bloque: “No fue una semana normal, fue distinta ya no por recuperarse de las celebraciones, como se puede pensar, sino anímicamente es algo normal que cuando pasa la Copa del Rey sientes la liberación de que somos Unicaja y llevamos dos años y medio sin ganar un título, entonces esa liberación, al fin y al cabo, hace que el cuerpo dé un bajón”. No faltó trabajo, pero la mente no fue como debió, sin desmerecer al rival: “Ellos hicieron un gran partido, nosotros no estuvimos a la altura y es una lectura distinta a lo de Manacor”.
Aprendizaje permanente: “De todos los baches hay que salir y lo importante de los errores es aprender para no volver a cometerlos”. Dada esa lección de madurez, a Rubén le toca la siguiente: “Desde el momento ‘cero’ de la temporada se va a por todos los títulos, entonces esa mentalidad de que podemos conseguirlos está ahí desde siempre, si bien es un plus anímico la Copa del Rey, pero no cambia lo de antes; tenemos plantilla para poder hacerlo, esto es solo un refuerzo anímico, pero somos conscientes de que el objetivo es ganar todo siempre”. Por fin, a la cuarta temporada en la élite, dada su precocidad, la recompensa: “Ha sido una alegría muy grande y espero ganar muchos más títulos más”.
Tras el partido de Palma, que “fue nefasto y no se pudo sacar una lectura positiva en cuanto a juego, y de resultado mucho menos”, se ha pasado a la excelencia del juego frente a Soria: “Ellos empezaron jugando bastante bien, Soria tiene un nivel muy bueno, pero nosotros supimos contrarrestarlo y trabajar muy bien el bloqueo-defensa, que es lo que al final nos marca la diferencia; a partir de eso empezamos a mandar nosotros”. Lo único amargo, la derrota de su amigo Ignacio Sánchez: “Lo he dicho muchas veces y no me cansaré de decirlo que es una de las mejores personas que conozco, de ‘diez’, y tuve la suerte el año pasado compartir con él el puesto, pero nos tocó amargarle el cumpleaños en un partido difícil para ellos por el hecho de que nosotros teníamos que resarcirnos, y tocó hacer de verdugo”.
Se trató de un paso más para primero afianzar una posición entre los cuatro que se jugarán el título, y después en la acumulación de minutos de buen juego en el sueño de la Superliga: “Era algo que desde que empezó la temporada y tuvimos la oportunidad de la Supercopa que perdimos en Teruel, está ahí, y por mucho que queramos pensar durante la semana en el partido que tenemos, no se pierde vista a que los objetivos son los títulos, hacer un buen papel en los play off en cuando lleguen y hacer un gran papel en la Copa del Rey, como hicimos, y la verdad es que ganarla fue una sensación que, en mi caso, que fue la primera vez, no puedo describir, es algo único”.
Insiste en la palabra ‘equipo’ y su significado a la hora de expresarlo: “Trabajamos todos los días muchas horas juntos y tenemos que apoyarnos los unos a los otros, y en ese momento de la final lo importante era hacer sentir ese ánimo de todos, los que estaban jugando estaban súper concentrados, los que estábamos fuera, si cualquiera hubiese hecho falta, habría estado preparado para dar el 120%, nos comíamos el banquillo y era un poco sentir ese apoyo”. Totalmente encantado con el grupo que le rodea, sigue manteniendo sus elogios al mismo: “La verdad es que nosotros ya lo decíamos al principio de año y yo confío en los míos, porque tengo a los mejores de la liga en mi equipo”.
Ya se ha visto que “si jugamos a un buen nivel, tenemos una plantilla de calidad muy grande, y jugando como equipo es muy difícil jugar contra nosotros, y más en casa”, presume, si bien advierte: “Obviamente la Superliga ha dado quizá un paso más en nivel y es verdad que Palma tiene un gran conjunto, muy guerrero y muy peleón, e Ibiza se ha reforzado muy bien a pesar de las bajas que ha tenido y es un equipo muy a tener en cuenta, y hay equipos de media tabla que han dado un pasito más… entonces es una Superliga que hay que saber disputarla y estar muy concentrados cada semana, porque a la vista está que cualquiera puede darnos un susto y nos saquen un resultado positivo, como ya se ha visto en esta vuelta”.
Por último, agradece el gesto de la UD Almería con el homenaje rendido durante el partido de la Liga 1|2|3 ante el Córdoba, incluso por su propio deporte: “Es un bonito detalle por parte de la UDA y la verdad es que es magnífico que se reconozca ese trabajo en el voleibol, que no está en el mismo plano que el fútbol, y sirve para hacer difusión y que más gente venga a vernos”. En ese momento se retrotrajo a la tarde de antes, con el despliegue del nuevo estandarte en la pared de la gloria de Moisés Ruiz, parecido a su amada NBA: “Es parte de la historia del club y todos los jugadores que pasan por aquí, si bien más aun los que ganan, ya que son los que más se recuerdan; fue muy emotivo y muy bonito”.
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