No se recuerda un nivel de voleibol así desde hace mucho tiempo en la antesala de una final de la Superliga, por lo que se puede reafirmar que efectivamente el lado más nivelado del cuadro era el ocupado por el segundo y el tercero de la fase regular una vez finalizada la misma. Si Unicaja Almería, en el tie-break del viernes no supo aprovechar dos bolas de partido, y por tanto de serie, tampoco estuvo acertado con cinco en el cuarto set para el 1-3. Por lo tanto, se obligó primero a jugar un partido más y después a jugarse todo en otro desempate consecutivo. Eso sí, se hizo valer la consistencia que se había demostrado a lo largo del encuentro y esta vez sí, a la primera de tres más, se sacó el billete para acudir a Los Planos una vez finalizada la Semana Santa. Atrás queda un monumento a este deporte levantado de la mano de un maravilloso Ushuaïa Ibiza Vóley, también merecedor de la final, sin duda.
Pero solo puede pasar uno, y ese fue el equipo verde con sus receptores ‘Franes’ cogiendo el papel protagonista de la anotación, sumando 20 Ruiz y 18 Iribarne, si bien Tapia, el opuesto local, se fue a 26 para un total de 58 puntos en los dos días. En bloqueo destacó Borja Ruiz con cuatro tantos en un choque extremadamente nivelado en todas las facetas del juego, con ligera ventaja en recepción del equipo local, especialmente con la labor ‘callada’ pero clave de Juanmi González. En la distribución de juego Rubén Lorente estuvo sencillamente magnífico, tirando de un carácter impropio para su edad, al igual que el referido Iribarne, bajando la media de edad del Unicaja en pista para hacer soñar con un gran futuro. Sin Almansa y sin Viciana, casi sin Parres, los blanquiverdes han pasado como un auténtico equipo.
Primer ataque del partido de Tapia, siguiendo por donde lo dejó, como Matheus en el lado verde, blanco en esta ocasión, haciendo lo propio. El 2-1 fue el primer error de saque de Unicaja, con otro de Tapia acto seguido. El inicio mostró igualdad (3-3) y la primera ventaja ahorradora fue el 2-4 con ataque de Borja tras defensa de Fayola, muy activo en esa faceta. El venezolano cogió confianza en ataque, con el apoyo del buen saque de Fran Iribarne (3-5). Regresó el equilibrio e Ibiza se puso 7-6 con la primera bola dudosa, que se dio fuera para los de Berenguel, con otra vez intentando no descentrarse. Pese a ello el saque de Sugrañes hizo daño, con el tiempo técnico marcando 12-10.
Niveló de nuevo el cuadro de Berenguel con un ataque por punta de Fran Ruiz (13-13), pero la defensa de los pitiusos, con Juanmi como ‘jefe’, fue de nuevo excelente.
Un error de saque tras remate de Fayola y un ace con suerte puso el 17-14, pidiendo tiempo el técnico ahorrador. Rubén Lorente aprovechó un penalti sobre Sugrañes y dio respiro a los almerienses, pero un balón que botó en el suelo en un bloqueo se dio por bueno tras levantarlo después Fran Fernández y llegó el 18-15. Algo insólito en un partido de élite descentró a Unicaja, pero era el momento de sacar carácter y afrontar todas las adversidades, con un cuadro local con absolutamente todo a favor y con su euforia a flor de piel. No fue así y el 24-18 supuso que los blanquiverdes pensaron más en el segundo set, visto que iba a ser imposible (25-18). Había que olvidarse de lo sucedido y ser conscientes de la situación, lo que parece que sí que se entendió en el inicio del segundo set.
El juego nivelado propio de los dos equipos y de su nivel encaminó otra vez la gran igualdad (5-5). Fran Ruiz tiró del carro en ese momento con una pipe y jugando a manos para el 6-8, pero los errores regalaron otro empate. Las decisiones arbitrales siguieron cayendo del mismo lado y al tiempo técnico se llegó con 12-10 de nuevo, como en la primera manga. A la vuelta un ace ‘regalado’ a Tapia mostró desorden en las filas almerienses. Pese a ello se siguió intentando buscar el sostén y un gran bloqueo de Borja empató a 14. Además de Juanmi, un poco más calladamente, pero firme, el referente siguió siendo Tapia frente a un mayor reparto de Unicaja, con más puntas que en el día anterior. Ibiza manejó rentas de dos puntos en el camino a la veintena, con los verdes haciendo la goma, y una finta de enorme calidad de Rubén Lorente puso el 19-19. Un penalti dio el 19-20.
Se llegaba a la recta final con Tapia al saque, provocando otro penalti pero con error local (20-21). El avance parecía favorecer a los verdes, sobre todo con un enorme bloqueo de Iribarne sobre el opuesto (21-23). Otra vez el receptor almeriense dio lo máximo y sacó un remate imposible (21-24) y Borja por el centro cerró el set y puso las cosas en un nuevo principio (22-25). El tercer set mostró a un Unicaja ordenado en bloqueo y defensa, falto de contundencia en ataque, luchando muchísimo para poder puntuar. Pese a ello, se mantuvo el pulso del intercambio de puntos, situación con la que se llegó con disciplina visitante hasta que los verdes sumaron dos veces seguidas para el 7-8, y una más con saque de Iribarne (7-9) seguido con una roja ante las protestas de Molducci (7-10). Al tiempo técnico se llegó 8-12 tras rally.
Se había hecho lo más difícil todavía, parar la euforia pitiusa a fuerza de constancia, pero restaba mucho tramo. Fran Ruiz recibió como pudo el saque de Tapia y remató la jugada con el 9-13, mostrando el camino, mientras que Ushuaïa siguió errando y llegó la máxima renta (9-14). Los cinco puntos se sostuvieron con una pipe de Fran Iribarne, después con el mismo jugador atacando por zona cuatro y por tercera vez con Borja Ruiz en un primer tiempo (12-17). Con calma y aferrados a sensaciones de buen tono debería saberse manejar la manga para adelantarse en el partido. Era la de Iribarne, que con un ace subió el 13-19, provocando tiempo de Piero Molducci. Un exceso de vista en saque de Sugrañes provocó un ace pero Borja metió los 20 con cinco de renta.
Se hizo la tarea defendiendo con garra y no dando la siguiente pelota por perdida, siendo Fran Ruiz el ‘matador’, así como en el 17-22, obra de Fayola pese al gran saque de González. Otro saque directo, de Borges, apretó, pero Iribarne tranquilizó otra vez por punta con tiempo de Piero. Cuatro bolas de set otorgó un error local, pese a que se había controlado mucho en la recta final. Cerró el 1-2 Borja Ruiz con el ataque más seguro de los ahorradores, restando un último esfuerzo para hacer realidad la final. El primer punto del cuarto set fue un rally cerrado con pipe del muy enrachado Iribarne. Tapia, una vez más, fue el más empleado por César Martín, y en el lado almeriense se elevó el nivel de recepción de un modo extraordinario. El 3-4 se fabricó entre los ‘Franes’, Ruiz al saque e Iribarne remachando penalti.
El 3-5 fue canto a las defensas, con bloqueo de Fayola. El servicio del cordobés fue importante para otorgar tranquilidad, apoyada en la fluidez de juego bajo una gran dirección de Rubén Lorente. Borja Ruiz puntuó dos veces seguidas para el 5-8, en un momento en el que había que tirar de nuevo de cabeza. Estaba claro que Ibiza iba a dar todo lo que le quedaba, pero nada fuera de lo esperado (9-9). Al tiempo técnico el tanteo marcó un 12-11 con ‘casi todo Tapia’. Había nuevo pulso, el que se tenía que tomar como definitivo, y tras el 12-12 los pitiusos cogieron un 14-12 y un 15-13 tirando de su defensa. Unicaja no se arrugó, Iribarne emergió una vez más y Matheus hizo dos aces consecutivos (15-15 y 15-16).
De nuevo Ibiza le dio la vuelta al marcador con un 18-17, Fayola niveló y después erró el cuadro de Molducci (18-19). Fran Iribarne en el saque era el ‘mejor invitado’ y llegó otro fallo entre los nervios locales. El almeriense se marcó un ace para dar un balón de oxígeno (18-21), otra vez reclamando la tranquilidad necesaria para no malograr la renta. Apretaron los baleares (20-21) y Fran Ruiz tuvo lo que hacía falta para encontrar el blockout de Sugrañes (20-22). Un error dio vida a los amarillos, que después igualaron a 22 con tiempo de Manolo Berenguel y se beneficiaron de otro error. Impresionante estuvo Lorente con su segunda finta para el 23-23, una finta de Fran Ruiz dio la tercera bola de final de la serie, sumando esta primera del cuarto partido a las dos del tercero, y un error de saque de Tapia dio otra.
No se aprovecharon, no se cerró ni a la tercera, ni a la cuarta, ni a la quinta, dándole la ocasión a Ibiza de ponerse por delante con un ace de Salerno (29-28) y de que, a la primera, cerrase la entrada al tie-break. Iban nada menos que siete ocasiones malogradas de meterse en la final, jugando con fuego y llegando al límite para no ver devuelta la eliminatoria a Almería. Fran Ruiz atacó línea y un penalti a saque de Borja para el 0-2, y el tercero fue exactamente lo mismo. El 0-4 fue otro balón en la red de Matheus, forzando tiempo de Molducci. Fran Ruiz atacó por cuatro, pero en diagonal el 1-5, al igual que el 2-6, pero esta vez por zona dos. Al cambio de lado de la red se llegó con 4-8 con una tremenda lucha embellecida por Iribarne. Una vez más se tenía la sartén por el mango para tirar de constancia. La cadencia de 3-4 puntos de renta se redujo con el 7-9, con el 8-10, con el 9-11, con el 10-12 y con el 11-13, una secuencia que llevó al 11-14 y tres bolas más de final, por fin ya sí aprovechadas a la primera con un error de Tapia rematando a la red (11-15).
Ushuaïa Ibiza Vóley (2): César Martín (5), Salerno (15), De Oliveira (13), Tapia (26), Juanmi González (15) y Sugrañes (6), más Fran Fernández (líbero). También jugaron Arthur Borges (1) y Monteagudo (1).
Unicaja Almería (3): Rubén Lorente (3), Fran Ruiz (20), Borja Ruiz (13), Ronald Fayola (16), Iribarne (18) y Matheus (9), más Álex Fernández (líbero). También jugó Javier Monfort (-).
Parciales: 25-18 (28’), 22-25 (’), 22-25 (‘), 30-28 (41’) y 11-15 (15’).
Árbitros: Joaquín Ventura (Barcelona) y David Fernández (Barcelona). Roja para Ibiza en el tercer set.
Incidencias: Cuarto partido de la semifinal de la Superliga Masculina de Voleibol disputado en Es Viver ante unos 400 espectadores.
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