Amado, sucesor de la brillante ‘tradición USA’ en Unicaja

“De hecho, he comido hoy con David Smith y me ha hablado de la maravillosa etapa que pasó en Almería, además, Matt Fuerbringer es entrenador en Long Beach State, así que he charlado mucho con él y todo muy bien”, dice Nick Amado al repasar los nombres propios norteamericanos que han colaborado en construir de una manera brillante la historia del Club Voleibol Unicaja Almería. El último de esta lista USA ha sido Alex Slaught, un receptor de gran calidad que también le ha dado muy buenas referencias de la entidad ahorradora: “No lo conozco personalmente pero sí que nos hemos puesto en contacto a través de las redes sociales y él tiene ha tenido parte de la ‘culpa’ de convencerme para fichar por Unicaja debido al ‘amor’ que tiene por la ciudad y por el club”. Ambos californianos, Amado es natal de Laguna Niguel. 

Se trata del último fichaje por el momento, el sexto, de cara la próxima temporada, en la que el nivel de ilusión se ha elevado enormemente por la vuelta a Europa. Es además el tercer central que se da a conocer, apuesta del cuerpo técnico una vez que han analizado el material sobre un jugador de extraordinaria proyección. Mide dos metros, comenzó a jugar al voleibol a la edad de 16 años en su instituto y pasó a club para ser campeón de Estados Unidos sub-18. Desde ahí continuo un ascenso meteórico para jugar dos años en ‘orange coast college’ y ser, en el primero de ellos, otra vez campeón, esa vez estatal. Fue transferido a Long Beach State University, de donde procede para desembarcar en Unicaja Almería y en donde la confianza en él y en sus posibilidades ha sido absoluta: “En mis dos primeros años sufrí varias lesiones, pero afortunadamente la NCAA me permitió recuperarlos cuando gané de modo consecutivo el campeonato nacional en 2018 y 2019”. 

Esos logros le han abierto la puerta de los entrenamientos del equipo nacional USA, y fue llamado para All-Almerican -equipo de los mejores amateurs- los dos años de Long Beach State. Es el momento de dar un salto cualitativo y vivir la experiencia de luchar por los títulos senior en un país y un equipo en el que sus compatriotas han rendido a muy alto nivel. En ese sentido, ha explicado los motivos por los que se ha decidido a vestir de verde: “He querido venir a España porque nunca antes he estado fuera de los Estados Unidos y no he escuchado nada que no sea bueno sobre los españoles y este maravilloso país de los que han vivido en él; además, yo creo que el voleibol es muy popular en España y tiene una fuerte cultura de pasión y de competición”. Sobre la ciudad, “he escuchado que la ciudad de Almería es un lugar magnífico para vivir y tiene un fuerte arraigo de la cultura española”. 

Dispuesto a vivir todo ello, “quiero sentir la experiencia”, sobre su nuevo club se ha informado bien de primera mano, como ha dejado claro: “Sé que Unicaja Almería tiene más campeonatos españoles que ningún otro equipo y que es un club que cría campeones; vengo de una historia y una cultura ganadora y quiero rodearme con otros jugadores muy apasionados y motivados que luchan cada día de sus vidas por ganar campeonatos”. El modo de contacto ha sido a través del agente de Amado en una primera instancia para después “fichar tras haber tenido conversaciones con el cuerpo técnico, al que le he transmitido lo emocionado que estoy por ser parte de este increíble proyecto que están montando”. Como se ha apuntado, Berenguel y Carmona han analizado las posibilidades del central, coincidiendo con las grandes expectativas que en su universidad habían depositado en él, y se ha pensado que Amado puede ser una pieza clave para este Unicaja 2019-2020. 

El americano se siente especialmente atraído por la lucha por los títulos: “Intentar ganar todos los campeonatos es un reto en si mismo, pero he tenido experiencia ya en equipos campeones y entiendo perfectamente el esfuerzo y la pasión que lleva dentro el ganar esos campeonatos, y estoy encantado de ser artífice de ello”. Es un modo de dejar claro que encaja a la perfección en la dinámica histórica y el ADN que define al club al que se incorporará a filas en un breve espacio de tiempo, y en el que además tendrá su particular ‘escaparate’ para hacerse ver en Europa: “Estoy muy ilusionado por jugar contra otras equipos europeos y representar a Almería en la CEV Challenge Cup; pienso que es importante entender el hecho de que cuando juegas por un equipo, también juegas por una ciudad y una región, y por ello quiero representar a Almería de la mejor manera posible que pueda con mi voleibol”. 

Sobre el juego que desarrolla, “me gusta pensar que en mi estilo de vóley está todo incluido”, explica: “Puedo golpear increíblemente rápido y puedo usar mi visión para anotar puntos; defensivamente, aunque no mida 2 metros 13 centímetros como hay muchos centrales hoy en día, sí tengo desarrollado un sólido y rápido movimiento y capacidad de reacción de salto vertical que me permite cerrar bloqueos rápidamente y también elevarme y alcanzar bolas muy altas”. Así se define a si mismo antes de arribar a una competición española que no conoce en profundidad: “No sé muchas particularidades sobre los otros equipos de la Superliga, sí que Teruel ha sido muy sólido los pasados años, pero estoy encantando y deseando de jugar en una liga tan talentosa como la de España”. Su objetivo personal es “ser el mejor compañero de equipo que pueda y levantar el nivel de la competición”. 

No lo hará solo, “los compañeros lo harán también” porque “el objetivo general es traer otro campeonato de vuelta a Almería”. Siendo ese un buen mensaje inicial, ha querido Nick Amado lanzar uno a los “aficionados verdes”, y es de agradecimiento y esperanza: “Gracias por darle la oportunidad de jugar en tan prestigioso club; os daré todo lo que tengo dentro y fuera de la cancha de juego esta próxima temporada; entiendo que Almería es apasionado con el voleibol, y realmente yo quiero compartir esta pasión con vosotros”. Su sueño es llegar tan lejos como pueda en este deporte, pese a que entiende que hay muchas cosas que están fuera de su control: “Las que sí puedo controlar, como el esfuerzo, la ética del trabajo y ser un buen compañero de equipo, lo voy a dominar bien”. En el horizonte, “deseo representar a mi país en este deporte algún día, y sé que muchos americanos han venido a España y acto seguido han pasado a la selección nacional, un camino que yo quiero seguir”. 

A ello llegará con humildad, primero comparándose con sus compañeros de puesto en el club: “Sé bien que ellos juegan para un buen equipo como Unicaja y me hace sentir deseoso de aprender y crecer junto a estos expertos jugadores; mi principal meta es ser un activo para el equipo en todos los aspectos que pueda y ganar algún título para el club”. Este joven valor al que se le augura un futuro brillante tiene muy claro que es el sucesor de la brillante ‘tradición USA’ de Unicaja. Han pasado varios norteamericanos, con nombre propios que siempre se han visto asociados al mejor rendimiento, como los tres casos ya citados, de los Smith consiguió llegar a ser un jugador internacional con EEUU y jugar los Juegos Olímpicos de Londres a raíz de su paso por el club verde. Además son míticos Tom Sorensen, que jugó de opuesto, o Phill Estherton, central como el propio Nick Amado.