El fútbol de Almería mira al cielo por Juanjo Morales

Un presidente que dejó huella. Se disputó el I Memorial Juanjo Morales en el campo que lleva su nombre y en subarrio del alma, El Zapillo, donde familiares y amigos quisieron reunirse para recordar a una persona muy querida en el fútbol de la provincia. Hace seis meses que subió al cielo y sus mejores amigos prepararon un torneo que estuvo a la altura. Primero con un encuentro entre los dos últimos conjuntos en los que militó Juanjo. Se enfrentaron El Zapillo y la Peña los Miércoles. Fue antes de celebrarse el duelo cuando los jugadores entregaron un ramo de flores, placas y un cartel muy bonito con la camiseta del club y una foto de Juanjo a los familiares. Carmen, la viuda, junto a sus hijas María, Eva y Laura, agradecieron enormemente el gesto. El árbitro, Torres Caravaca, decretó un minuto de silencio antes de que rodara el balón. Sobre el campo, fue el mítico Polo quien abrió el marcador desde el punto de penalti, un gol que dedicó al cielo para su amigo Juanjo. Por la tarde se enfrentarían en un triangular Veteranos de El Zapillo, Arenas y Muebles Ventaja, también con la inestimable ayuda de la familia y los colegiados. Una jornada inolvidable en el barrio. 

María Morales
Hija de Juanjo y actual presidenta del club, ha tomado la responsabilidad y quiere que su padre se sienta orgulloso desde lo más alto. El I Memorial estuvo a la altura: “Cada vez que hay un partido en El Zapillo es un día grande, porque antes lo vivíamos con mi padre. Sus amigos le han rendido el mejor homenaje”. Reconoce que se vieron desbordados por la cantidad de gente que se quiso apuntar al evento: “Tuvimos un montón de llamadas, pero tuvimos que cerrar el cupo. Alrededor de 100 personas querían participar”.

Se emocionó al recordar el legado que deja Juanjo Morales, no solo en el campo que ahora lleva su nombre, sino en todo el balompié de Almería: “Su vida era esto, y pasaba más tiempo aquí que en la casa. A veces preguntábamos por él y decíamos que seguro que lo encontrábamos aquí en El Zapillo viendo fútbol”. Andrés Vizcaíno, uno de los organizadores del Memorial, también habló para LA VOZ y SER: “Juanjo cerraba y abría el campo. Nada era suyo, porque lo compartía con la gente, Cada vez que jugábamos hacía de comer para que disfrutáramos con él”; finalizó.