Varias de las explicaciones a la derrota en la final de la pasada Superliga se pueden encontrar entre los escombros dejados por dos terriblemente maravillosas luchas al límite disputadas en una semifinal con gusto a campeón, pero sin título. En Almería fue 3-2 para abrir boca y 3-0, y en Es Viver se produjo un 3-2 que alargó la serie un día más, cobrándose la baja de Víctor Viciana, y un 2-3 ya definitivo para no permitir a Ushuaïa Ibiza Vóley romper su ‘techo’ incluso ni en su mejor año. En la isla saben que les debe ‘tocar’ en breve y sobre lo construido hay relevo de responsables en la junta directiva, acompañado por una modificación prácticamente integral de los jugadores en la plantilla. Vuelve a ser el cuadro pitiuso uno de los más temibles de la competición, ya que a la calidad sobre pista se encargará de darle la forma, a su imagen y semejanza, un Piero Molducci que repite por segunda temporada para ser el general que conduzca a la victoria que se le resiste al club.
El inicio de la temporada se ha producido con un triunfo por 3-1 y una derrota por 3-0, el primero en propio feudo ante el recién ascendido Voleibol Amoradí y la segunda frente al reforzado y bien trabajado Río Duero Soria en Los Pajaritos, y así vuelve a casa, derrotado, con necesidad de ganar y, encima, con ganas de revancha ante Unicaja Costa de Almería. Más que nunca, parece aplicable una de las expresiones de Manolo Berenguel, la de ‘arma de doble filo’, cuando se refiere a la situación en la que su adversario llega a la cita. El técnico almeriense prefiere quedarse con todo el potencial que habrá en frente, refrescando la memoria respecto a lo que pasó en la Supercopa ante un rival menos rodado, como es el caso de Ibiza, para pedir que salga la mejor versión ahorradora. Si los de Piero juegan al nivel que se les espera este año, aunque no lo hayan alcanzado todavía, pueden ganar a cualquiera, y el escenario revivirá el eco de la semifinal, con entrada gratuita.
Entre los aspectos a tener en cuenta para entender el contexto en el que ha jugado el equipo balear está que su opuesto, fichado como gran apuesta para este año al menos con la intención de que le salga parecido al dominicano Tapia, no llegó hasta unas horas antes de viajar a Soria. Es el brasileño Wallaf Oliveira, quien personifica la falta de rodaje de la que no se fía para nada Berenguel, porque esa ‘historia’ ya se la sabe. Sí es verdad que son muchas piezas para encajar, con salidas clave de un plantel totalmente renovado en el que es más fácil enumerar los que se quedan, que son los centrales Chemi Sugrañes, alma del equipo, y Joaquín Monteagudo, los líberos Fran Fernández y Víctor Cano, un clásico del equipo y de la Superliga, y el opuesto/receptor brasileño Arthur Borges. Por tanto, se han ido César Martín, Gabriel Del Carmen, Germán Galdón, Cesar Henrique Araujo, Héctor Salerno, Elvis De Oliveira, Henry Omar Tapia y Juanmi González, ocho efectivos de alto nivel.
También es verdad que a Unicaja Costa de Almería ha planificado algo similar para este curso, pero su renovación se produce trayendo ‘producto de la tierra’, jugadores conocidos que antes han vestido la elástica verde. Eso, en el caso de Ushuaïa Ibiza Vóley, sucede solo con el colocador Pedro Luiz Putini, quien dos temporadas atrás fue el director del juego pitiuso y que vuelve a ser la apuesta para este año. El otro colocador llega desde Textil Santanderina y es Sergio Ramírez, de la ‘factoría’ de José Ignacio Marco. En cuanto a receptores, se ha fichado a dos norteamericanos, conocidos del ahorrador Nick Amado, que son Moses Edwin y Jordan Ewert, y una promesa tunecina de 19 años internacional absoluto, Yassine Abdelhedi, que puede ser también opuesto, pero inédito por ahora. La última incorporación a reseñar es la del central Stefano Nassini de Melilla, criado en el añorado Cajasol Juvasa, y no ha cuajado el fichaje sí anunciado del opuesto ruandés Nelson Murangwa.
La Junta Directiva se ha modificado al completo este verano, en agosto, con llegada a la presidencia tras elecciones del exjugador pitiuso Marino Esteban, quien no tuvo oposición al ser el único candidato, ahora nuevo ‘jefe’ de Piero Molducci. El objetivo sigue siendo el mismo, el de abrir el palmarés de una entidad ascendida a máxima categoría en la temporada 2012/2013 para ser directamente quinto, puesto del que jamás ha caído, entrando en playoff en cinco de sus siete campañas en Superliga. Ha jugado una final, pero de Copa del Rey, en la 2013/2014, su segundo año en la élite, siendo derrotado precisamente por Unicaja Costa de Almería, que tenía en sus filas a Guilherme Hage por primera vez. Se trata de un rendimiento extraordinario, pero es lógico querer dar un paso más y saborear las mieles de la victoria final. Con esa idea se fichó a Piero Molducci, entrenador-título donde los haya, ayudado por Aitor Barreros, con la misión de mejorar a Toni Gino y por Marcelo de Stefano.
En la semifinal pasada lo rozó, y sobre esos recuerdos se levanta la ambición de doblegar a Unicaja Costa de Almería, con ambiente de playoff, este sábado desde las 18.00 horas. El arbitraje corresponderá a María Gloria Souto y Enrique Romero, que tendrán ‘trabajo’ si el encuentro se desarrolla en términos similares a los dos últimos antecedentes. Desde luego que los dos técnicos se conocen muy bien entre si, ambos huyendo de ese duelo directo táctico. De los seis ‘episodios’ de la 2018/19 Berenguel se anotó cuatro, uno de fase regular en el Moisés Ruiz y tres de playoff, dos en casa y uno fuera, y Molducci dos, en fase regular y playoff, ambos en Ibiza. En el debe ahorrador está el sostén del alto nivel de juego que es capaz de alcanzar, tal y como se ha demostrado al conseguir cómodas rentas que se han dilapidado. Por ahora se marcha tercero en la tabla con 5 puntos, a uno de los dos únicos con el pleno en su haber, Palma, que visita Lugo, y Textil, que viaja a Vecindario.
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