Durante la lucha, a pesar de saber en qué punto se encuentra el equipo dentro del recorrido fijado, se pierde la perspectiva general por estar centrados en la particular. Es además lo aconsejable, el socorrido ‘partido a partido’, método que ha servido a Unicaja Costa de Almería para acabar el año habiendo cumplido todo lo propuesto. El último mes no ha permitido resuello entre cada viaje y cada encuentro, y por ello la sensación final ha sido mucho mejor de lo esperado, cuando se ha podido ‘mirar’ y contemplar el fruto del trabajo. Incluso se ha logrado algo a lo que no se echaban muchas cuentas, como es ser campeones de invierno, la guinda a la tarta cocinada mezclando dos competiciones a la vez. La marcha de vacaciones se ha producido de la mejor manera posible, con la satisfacción del deber cumplido, lo que alimenta las ganas continuar el camino emprendido. Esa es la idea clave, la continuista, que maneja toda la plantilla, incluidos los colocadores, lo centrales y el opuesto.
Ignacio Sánchez, uno de los capitanes del plantel blanquiverde, quien confiesa que le gusta mucho la Navidad, se centra en precisamente en ello: “Más allá de que sea esta época, a la vuelta de vacaciones nos queda trabajar en todos partidos, que son importantes”. El primera se disputará el día 4 de enero recibiendo al CV Melilla, pero a él se llegará habiendo descansado: “Llevamos una primera vuelta bastante dura, hemos entrenado muchísimo, y por ello estos días sobre todo toca descansar tanto física como mentalmente, estar con la familia, recargar las pilas y regresar fuerte y ‘a muerte’”. En ese sentido, por encima de los logros alcanzados, que no han sido otra cosa que conseguir tener otros en el horizonte, confía en incluso una muy mejor imagen de Unicaja Costa de Almería: “Los deseos para 2020 pasan por cumplir los objetivos que tenemos todos en mente, ganar la Copa del Rey y la Superliga, que el equipo siga creciendo como lo está haciendo y como estamos progresando, y demostrar hasta qué punto tiene potencial este grupo”.
El colocador almeriense deja un mensaje incluso más esperanzador para todos los aficionados: “Nos queda mucho todavía por demostrar, lo estamos haciendo en los entrenamientos y poco a poco se tiene que ver en los partidos, así que me gustaría que saliese el 100% de lo que podemos hacer”. La recarga la está haciendo entre los suyos, en Cortijo Luchena, terruño de su familia, “estando juntos, poniendo algo de música y tomando una copita de vino”, tradiciones que no difieren mucho de las de los jugadores de otros orígenes y culturas distintas que enriquecen esa familia, la otra, la ahorradora. Un ejemplo claro es el de su compañero de posición, taiwanés que busca ya su primer lustro jugando en Europa. Pei Hung Huang ha convivido con la Navidad tanto en España como en Italia, y pese a no ser extendida su celebración en su país, el ambiente, las decoraciones en calles, establecimientos y casas, y ante todo el respeto a las personas que la quieren compartir con él, tiene para este gran colocador un valor extraordinario.
Las raíces africanas de Jean Pascal Diedhiou están presentes en esta época que le encanta al central “desde siempre”. Lo ‘habitual’ de los últimos años ha sido echar de menos a su familia, casi todo en Senegal, “siempre la hemos celebrado juntos, cocinando, comiendo y pasando un buen rato todos”, añora, pero esta vez va a ser mejor: “Tengo aquí a mi hermano Gastón y estamos pasando la Navidad juntos tras tanto tiempo sin poder hacerlo, así que estoy feliz por ello”. Una de las cosas que le explicará será eso de comerse las uvas en Nochevieja: “Me extrañó la primera vez, pero entendí que es una costumbre muy arraigada, que había que adaptarse y cada fin de año me las tomo sin atragantarme -risas-“. Ha dedicado los días libres a la visita a varios amigos que no ve con asiduidad “y así cargo las pilas para seguir en el mismo camino en el que estamos ahora, seguir ganando todos los partidos que se ponen por delante, aunque algunos se han complicado estos últimos días”. Jean Pascal pide también “que no haya ninguna lesión, ganar la Copa del Rey y también la Superliga, estar bien físicamente y que todo el mundo tenga salud y paz”.
Desconectando está también Pablo Kukartsev, el opuesto más decisivo de la liga y de importancia absoluta en el pase de eliminatoria europea, que en su caso solo ha elegido descanso. En su Castellón de toda la vida, y confesando que “no soy muy tradicional”, sí reconoce que le gusta la Navidad y lo que conlleva respecto a todo el esfuerzo previo acumulado: “Soy de las vacaciones -risas-“. Lo más importante para él, con la mirada puesta en lo que se avecina a la vuelta al trabajo, es “disfrutar de la familia y los amigos, desconectar un poco del ambiente del vóley y no verle la cara a ninguno de estos -risas-“. Recargar con los suyos unos días “es suficiente para volver a darlo todo en un nuevo año al que pide títulos, para lo que es también necesario “que no haya lesiones para ninguno de mis compañeros”. El rostro del ‘16’ verde lo dice todo sobre su personalidad, su inteligencia y su ambición, con los objetivos muy claros y el camino para llegar a ellos, expedito.
La primera vez que Nick Amado pasará la Navidad lejos de su casa le hace estar nostálgico, pero también es destacable su modo de ver y entender el mundo, abierto y dispuesto a exprimir cada segundo: “Por supuesto que amo la Navidad, es una de mis fiestas favoritas, un buen momento para pasar tiempo con familiares y amigos y simplemente disfrutar de esos ratos juntos”. Es justo lo que no puede hacer este año, pero lo afrontar con el mejor ánimo: “En mis vacaciones me estoy relajando en casa, haciendo algunas cosas que tenía pendientes, poniéndome al día con algunas lecturas y algunos programas de Netflix que antes he querido ver y no he podido”. En su memoria, tradiciones particulares de su familia: “Cada año en Nochebuena comemos un montón de KFC -risas-; es un poco diferente, pero hace que las cenas sean más divertidas e interesantes; otra cosa que hace mi hermano pequeño es ponerse toda la ropa a la vez, en plan gracioso”. En cuanto a 2020, “mi mayor deseo es seguir creciendo como jugador y como persona, y estoy seguro de que será un gran año para mí y para el club mientras perseguimos esos campeonatos”.
En familia sí que la está pasando Dimitriy Baranov, al que le encanta la Navidad y quien explica que “en Rusia se celebra el 7 de enero”. Lo habitual es “reunirse los familiares”, y por primera vez lo puede disfrutar así en España: “Esta es mi primera vez en Navidad en España con mi familia, que ha venido a Almería unos días para estar conmigo”. Esa gran alegría que supone para él le afecta también a la hora de hacer planes: “Les estoy mostrando la ciudad, que me gusta mucho ya ellos también por lo que comentan, y luego viajaremos a Granada, que es conocida como una de las ciudades más bellas de España”. El central, todo disciplina y autoexigencia, se suma a los deseos de sus compañeros, mostrando que todos están en la misma sintonía: “En 2020 deseo que nuestro equipo gane el campeonato de España y ojalá que no haya traumas ni obstáculos para nuevas victorias; mi deseo es que nuestras victorias traigan felicidad a los aficionados de Unicaja Costa de Almería”.
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