No será definitivo, porque restarán tres jornadas más, ni en caso de victoria de los ahorradores ni en caso de triunfo de los turolenses. Sí es cierto que Unicaja Costa de Almería cogería una buena renta que les permitiría algún patinazo, y que incluso una derrota en tie-break lo dejaría en lo más alto de la clasificación, pero también lo es que podrían verse segundos, aun teniendo un partido ganado más que su rival. Es el pulso por tener el factor cancha a su favor en una hipotética final ente ambos, algo que igualmente estaría por ver en el transcurso de unos playoffs cargados de ‘minas’, de unos cruces a día de hoy totalmente impredecibles y en los que asoman las fuerzas emergentes de Vecindario ACE Gran Canaria y Ushuaïa Ibiza Vóley, sin olvidarse de los que se ‘agarran’ casi desde el principio a los puestos altos, ahora en un supuesto periodo de impasse, como son Urbia Vóley Palma, UBE L’Illa Grau y Arenal Emevé Lugo. En dos puntos está el último billete, los que separan a Río Duero Soria y Manacor, con Textil de por medio, pero con el ojo en el descenso.
Las matemáticas piden la palabra en el tramo final de la fase regular de la Superliga, como cada año, y en esta temporada 2019/2020 también ha cogido su sitio el alma y el corazón. De ambas cosas habrá a raudales en el Moisés Ruiz este sábado, ya que la pasión del deporte más espectacular hará de altavoz de las familias que tanto sufren por la incomprensión y la indiferencia. Es un ‘regalo’ del calendario que caiga el partido que decide la primera plaza en el Día Mundial de las Enfermedades Raras, y así lo ha entendido el Club Voleibol Unicaja Costa de Almería. Dos semanas de preparativos, gracias a la inestimable colaboración de la Fundación Poco Frecuente, han desembocado en más de 25 asociaciones participando a través de más de 200 personas en una fiesta, sí, una fiesta, porque una de sus finalidades es pasarlo bien. Disfrutarán de la espectacularidad del partido más repetido en la última década, de la rivalidad de los que siempre pelean por los títulos, del voleibol puro, en definitiva.
Una gran primera foto de familia dejará testimonio del compromiso social tanto del club ahorrador como de uno de los deportes más populares, con unos mil millones de practicantes en todo el planeta. Además, y en ese sentido, la CEV también le ha hecho un guiño al día ‘D’ del año bisiesto, al 29 de febrero, con su campaña titulada ‘Un día más de voleibol’, y España situada en el podio europeo de participación. En el Moisés Ruiz será importante el resultado, de eso no cabe la menor duda, pero no se usará en balde la expresión de ‘es lo de menos’, porque será menos importante por el sentido solidario que se le ha dado y el éxito social que va a suponer. El grito unánime pidiendo más investigación y recursos, porque es justo que así sea, se va a oír en toda España gracias al partido que mayor atención concentra, si bien viene a coincidir con la disputa de la Copa de la Reina por las apreturas de fechas en las que se mueve el vóley. Las protagonistas en Almería serán las familias que conviven con alguna enfermedad rara, y después ganará uno u otro dentro de la pista.
Todas las posibilidades están abiertas, menos la de un empate a puntos en lo más de la tabla. En caso de victoria de Unicaja Costa de Almería por 3-0 o 3-1 su renta será de 5 puntos y dejará sentenciado ser primero o segundo. Si esta se produce por un 3-2, su distancia con Teruel será de 3 puntos y será casi definitivo un final entre los dos primeros, con factor cancha garantizado en cuartos y semifinales. En caso de triunfo turolense, si se produce por 0-3 o 1-3 cogeriá la delantera de la fase regular por un punto, y si fuese un 2-3 no le serviría para asaltar el liderato, puesto que quedaría un punto por debajo de los ahorradores. Hasta ahora la progresión ha sido notable por parte de los de Manolo Berenguel frente a los de Miguel Rivera, ya que se ha pasado del 3-0 de Supercopa y del 3-1 de Superliga, ambos en territorio naranja, al 3-2 de Copa del Rey, en el terreno ‘neutral’ de Palma de Mallorca, donde el público local acabó por empujar a los verdes. Este será el cuarto partido entre los dos, pero el primero en el Moisés Ruiz, ocasión para ver su fortaleza de cimientos.
De Teruel se sabe todo, y de Unicaja Costa de Almería saben todo, si bien hay que dejar margen para la capacidad de sorprenderse entre si de ambos cuerpos técnicos cada vez que se miden. El equipo de gala de los aragoneses cuenta con una pieza clave, un jugador que el día que decida colgar las zapatillas generará un problema en la casa naranja, porque parece el único insustituible. Es Thomas Ereu, receptor venezolano-maño que no necesita presentación, y que a sus 40 años es el referente indiscutible, del que se tira cada vez que hay atasco. Todos los demás son de primer nivel, como exige un club como el turolense, y se ve acompañado en pista por un producto ‘construido’ a caballo con la selección española, pasando de central a uno de los receptores más determinantes. Es Víctor Rodríguez. En cuanto a la pareja de centrales, Pablo Bugallo, juvenil en Unicaja y campeón vestido de verde varios años atrás, se ha convertido en el jugador con más partidos jugados con Teruel.
Junto a él está el holandés Fabian Plak, de gran calidad en el ataque, internacional con Países Bajos. El opuesto es Filip Gavenda, eslovaco ex compañero de Huang en Italia, y el colocador es Pedro Jukoski, brasileño que llegó al final de la pasada temporada para ayudar a la salvación de Conectabalear CV Manacor y que fue el primer fichaje del nuevo Teruel. Como líbero, el que fuese MVP de la pasada Copa del Rey, Aarón Gámiz. Así se monta un grandísimo equipo en pista, después muy bien secundado por las ‘segundas unidades’ de una plantilla muy extensa, de mayor presupuesto de la competición. En ella está el exahorrador Manuel Parres como el tercer central, el canario César Martín como segundo colocador, el joven valor Arnau Caparrós como segundo colocador, y los receptores Jordi Ramón y Dani Ruiz, este último en alguna ocasión utilizado como líbero. A esa plantilla profesional de doce efectivos se suman los juveniles Pablo Martínez, recientemente reclamado para una concentración de la selección, receptor, y Javier Igual, líbero.
Tan solo Ereu, Bugallo, Gámiz y Rodríguez repiten respecto al curso pasado, por lo que es de mérito haber empastado otro gran equipo con la mayoría de elementos nuevos. El partido llega, por cierto, tras el anuncio de la marcha de Fernando Muñoz a la selección de Bélgica, por lo que el hueco dejado por este otro ex de Unicaja va a suponer un posible ascenso de Miguel Rivera a la dirección del equipo nacional, ya que actualmente ocupa el puesto de segundo entrenador de los Red Lynxes. Por parten de Unicaja Costa de Almería, la incorporación de Marlon Palharini ha llegado para ‘aliviar’ los entrenamientos y a para empezar a aportar en pista todo su saber estar, y se espera ahora la recuperación de Fran Iribarne, lesionado fatalmente para los intereses ahorradores en la eliminatoria de la CEV Challenge Cup, en plena remontada del partido. Tras el ‘luto’ por perder la Copa del Rey en el último punto y caer eliminados en Europa pocas horas después, el poder mental pasa por hacer valer toda esa competición acumulada y el trabajo desarrollado, y se cree en ello.
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