Desde el ‘lejano oeste’ sigue tan cercano Nick Amado

El central norteamericano lanza su agradecimiento a Unicaja Costa de Almería

Nick Amado.
Nick Amado. La Voz
Unicaja Almería
13:58 • 06 abr. 2020

A más de 9.500 kilómetros se encuentra Nick Amado, el segundo de los jugadores ahorradores que más lejos está tras Pei Hung-Huang, que está a 11.000, pero solo físicamente, porque el central sigue muy cerca de Almería, de su gente y de su club de voleibol, el que eligió para vivir su primera experiencia europea como profesional de este deporte. Siete meses han sido suficientes, gracias a su espíritu aventurero y descubridor, para convertirse en un enamorado de esta tierra y sus costumbres, y para estar muy satisfecho del nivel alcanzado individual y colectivamente hablando: “Absolutamente considero que el título iba a ser nuestro; cuando se canceló la liga, todos estábamos jugando nuestro mejor vóley, con una clara diferencia en el equipo que éramos hace 6 meses, cuando comenzamos, y en el equipo que éramos ahora”. Es tajante en esa valoración: “Ese último Unicaja Costa de Almería era ya un equipo ‘aterrador’, en mi opinión, y realmente creo que habríamos ganado la liga”.




Ahora es momento de otra cosa, no del lamento deportivo, y en EEUU “la situación ha empeorado según dicen las noticias; Nueva York, Nueva Jersey y otras ciudades importantes en la Costa Este y el Medio Oeste están muy afectadas por el virus, si bien California aún no ha sido tan golpeada, pero dicen que es solo cuestión de más tiempo”. Actualmente se encuentra en Aliso Viejo, “en el sur del condado de Orange, y solo se han reportado 56 casos en mi ciudad”, narra para contar cómo es su día a día con la pandemia: “Podemos salir, pero solo si es para necesidades esenciales; nuestro bloqueo es muy similar a España, donde solo los negocios esenciales están abiertos y la gente que trabaja en ellos pueden acudir con normalidad; por lo demás, algunas empresas han establecido el trabajo desde casa, muchas personas trajeron sus labor a su hora y lo hacen de este modo; todas las universidades y las escuelas han cambiado a solo formación on-line”.




No se ha perdido nada respecto a España:
“He estado siguiendo algunas noticias y veo que la cuarentena ha servido para frenar el virus, y también sé que han decidido extender la cuarentena durante bastante tiempo”. Regresando a lo deportivo, para Nick Amado en el punto de confluencia de ambas cosas, el de determinarse el final de la competición, evolucionando su opinión al respecto a medida que se iba viendo la gravedad de la cuestión: “Cuando la liga se canceló por primera vez, pensé que era demasiado al principio, pero viendo cómo es la situación con el mundo ahora, creo que era necesario; obviamente, no es lo que queremos como deportistas, pero al final del día estamos todos juntos en esto y todos somos humanos primero, así que debemos hacer nuestra parte como humanos, permanecer en casa y solo más tarde preocuparnos por el voleibol”. Ha debutado como profesional y es mucho más lo que le queda por delante, por hacer disfrutar al mundo con su talento y trabajo.




El central norteamericano es sincero a la hora de confesar que hay una situación de difícil resolución en cuanto a la clasificación final: “No estoy seguro de si merecemos una recompensa, no sé cómo podría ser, si bien terminamos primeros técnicamente; es una situación extraña con el Covid-19, algo que nunca antes había sucedido, así que no sé cómo abordar el aspecto de recompensar la temporada; todo lo que sé, y no es poco, es que si no se hubiese detenido definitivamente, habríamos ganado”. Y es que, “en general, fue una gran temporada”, a su modo de ver, con los matices propios: “Tuvimos altibajos, con victorias y derrotas, pero la mejor parte fue que siempre nos mantuvimos mejorando, y eso, para mí, dice mucho sobre un equipo”. Se refiere a que ello “muestra que tiene mucha fuerza, amor y corazón”, trasladado a Unicajs Costa de Almería: “Siempre nos dijimos que el próximo partido es el más importante, así que nos vamos a centrar en eso, y lo hicimos”. Ha puesto todo de su parte, incluso expresarse en español, en ‘almeriense’ –‘socio’ y en jerga de vóley.




Su experiencia europea e hispana ha sido muy satisfactoria, y se lleva una opinión muy buena del club: “Pienso que todos los que trabajaban en Unicaja son grandes personas, los entrenadores, Manolo y Guille, son increíbles, siempre dispuestos a tomarse todo el tiempo necesario para ayudarme a crecer como jugador y son dos personas realmente geniales, todos los que trabajaban en el pabellón son increíbles y siempre se me ha permitido quedarme mucho más tarde en el gimnasio; y amaba a mis compañeros de equipo, todos me recibieron con calidez y amor en su ciudad y en su equipo, y no puedo agradecerles lo suficiente el haberme dado este primer año tan increíble de voleibol profesional”. Puestos a elegir un momento, “el favorito ha sido ganar el partido de CEV Challenge Cup en Saaremaa, porque fue una gran demostración de trabajo en equipo y fortaleza, ir hasta Estonia y vencer a un equipo tan fuerte en su propia cancha; fue un partido ‘loco’”.




Con el gen propio de los estadounidenses, muy profesionales y trabajadores, no le cabe ninguna duda en la respuesta sobre su mantenimiento físico: “Por supuesto sí que estoy haciendo los entrenamientos que manda Enrique de Haro, también estoy haciendo mucho ejercicio cardiovascular para ayudarme a mantenerme en forma, así que una vez que esta cuarentena haya terminado, puedo comenzar a correr y volver a entrenar y mejorar”. Su mirada está depositada en el mañana, el mismo en el que no hay nada seguro sobre su destino, porque lo suyo es seguir descubriendo y conquistando, tal y como ha sucedido en una Almería a la que quiere dirigirse con un mensaje de gratitud: “Solo quiero decirle a la gente de Almería, gracias; gracias por aceptarme en vuestro país, vuestra ciudad, vuestra cultura, y apoyarnos durante toda la temporada; realmente me sentí como en casa caminando por las hermosas calles de Almería y mucho de eso fue por la gente; siempre en un lugar especial de mi corazón”. En el Moisés resuena aún su ‘¡vamoooo!’ -sin la ‘s’, claro-, con espíritu de vaquero, pero conquistando su particular ‘lejano oriente’.






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