Han pasado 67 días ‘oficiales’, 70, cifra redonda, desde que el presidente Sedeño reunió a su plantilla y cuerpo técnico antes del entrenamiento de la tarde, jueves, 12 de marzo, y se decidió entre todos no jugar el sábado frente a UBE L’Illa Grau. Fue el primer gesto del club frente a la COVID-19, tomado antes de que fuera obligatorio parar la competición, seguido de un giro hacia la grada para cambiar los papeles. A la afición le tocaba ser animada por Unicaja Costa de Almería, acompañada en un partido más importante que cualquier otro, que tuvo calentamiento previo antes del decreto del estado de alarma (el primer fallecido por coronavirus en España se dató el 13 de febrero, lo que se supo después) y cuyo final todavía no ha llegado, que se sigue jugando entre todos. El último balón no ha caído en la pista del virus y por ello el club ahorrador pide que no se baje la concentración, que nadie se relaje, porque, como en el vóley, el equipo es el que gana o pierde.
Lo que hace uno, afecta a los demás, y por eso se insiste desde el club en mantener la paciencia y aplicar del sentido común para ir a por la victoria cuando la ‘euforia’ de la desescalada, similar a llegar con buena ventaja al punto 20 del último set, se presenta como un peligro de sufrir una remontada del temido adversario. Mucho se ha luchado hasta ahora como para echar todo por tierra, un esfuerzo que merecerá la pena si ese último balón toca el suelo. Solo así podrá haber abrazo, nunca mejor dicho. El compromiso de Unicaja Costa de Almería sigue siendo tan firme como en el inicio de este incierto periodo, como cuando sacó, para abrir boca, una sonrisa a todos los amantes del voleibol haciendo que se jugase en redes sociales el partido que se había quedado en el tintero. Aquel sábado 14 de marzo, con el anuncio sobre la mesa de que había que estar confinados, verdes y graueros saltaron a la pista de Internet y el encierro arrancó con una dosis de optimismo en un pronto regreso.
Después se supo que iba a ser imposible recuperar la parte final de la temporada y que las cosas se quedaban tal y como las había dejado el virus, por lo que todos los esfuerzos del club se dedicaron, definitivamente, a las personas. Muchas han sido las iniciativas tomadas desde ese momento, fieles a su modo de entender el deporte y compartirlo. Poniendo en valor el poder de seguimiento de sus redes sociales, los mensajes han sido permanentes, siendo altavoz de las recomendaciones y medidas de las administraciones, fuente de optimismo para soportar mejor una situación con tanto desgaste psicológico para la población y narrador de historias inspiradoras, a lo que cabe sumar una de sus misiones principales, como es la de informar sobre la actualidad del club. Los protagonistas habituales, jugadores y cuerpo técnico, se abrieron contando su situación personal, dando un balance de la temporada y, sobre todo, dirigiéndose directamente a la sociedad para pedirle que se quedara en casa y para devolverle todo el ánimo recibido.
Fue su aportación como deportistas de élite, referentes para muchas personas que los admiran, lo que tuvo continuidad, dentro de esa cercanía habitual del club, con una llamada telefónica que desde la entidad se efectuó a cada uno de sus abonados y socios, simplemente con la intención de interesarse por cómo estaban pasando el confinamiento y saber si necesitaban algo. El trato personal y directo, escuchar de viva voz las inquietudes personales o familiares de ese gran pilar de Unicaja Costa de Almería como es la afición, ha enriquecido y emocionado a la entidad ahorradora, teniendo permanente constancia del latir real de su grada en todo momento. El club se ha puesto a disposición de quien lo necesite, como igualmente ha dotado de una herramienta fundamental a los referidos socios y abonados, unas tablas de ejercicio por tramos de edad, destinadas a toda la familia. sea cual sea la condición y estado, físico de sus miembros, elaboradas directamente por el mítico preparador Enrique de Haro. Se hicieron llegar a través de correo electrónico y han sido de gran utilidad.
En referencia precisamente a esa parcela física, pero sumando la faceta más social, Unicaja Costa de Almería se inscribió, ‘al completo’, en la I Carrera Solidaria Virtual ‘Poco Frecuente’, tanto a su primer equipo como a todas las formaciones dentro de sus categorías inferiores, siendo muy activo en redes sociales para sumar lo que la organización del evento llamó ‘kilómetros poco frecuentes’. No solo la aportación en el coste de las inscripciones, sino la actitud proactiva de los miembros del club y el empuje a su difusión pusieron el grano de arena para que fuese todo un éxito. Tan es así que los promotores de la carrera cogieron el reto lanzado a la opinión pública por parte de la entidad verde, el de lograr al menos una vuelta al mundo, siendo al final prácticamente cuatro las conseguidas entre todos los participantes. La entrega a la causa fue absoluta, completando lo ya iniciado en el ‘partido poco frecuente’ del 29 de febrero y dejando muchas vías abiertas para futuras colaboraciones.
Las enfermedades raras lograron visibilizarse con la ayuda de un Unicaja Costa de Almería para el que fue importante sacar del ‘anonimato’ a dos heroínas sanitarias de su gran familia, Soledad Morales y Verónica Díaz, ambas enfermeras en primera línea de la lucha frente a la COVID-19 y la segunda infectada por el virus, con una larga lucha para superarlo, si bien siempre cargada de optimismo. En referencia a Vero, el club lució luto por el fallecimiento de su abuela Dolores, la abuela de Unicaja por ser una de sus más fieles seguidoras desde la grada del Moisés Ruiz, una nota muy triste para todos los aficionados al voleibol en general, no solo de Almería. Se ha prestado una especial atención a las empresas patrocinadoras y colaboradores del club, contando también su aportación hacia los demás en esta crisis, y se le ha dado protagonismo al equipo de colaboradores en la organización de partidos. Por último, se ha rememorado el primer título de la mano de quienes lo levantaron y se ha ilusionado con los detalles del nuevo gran proyecto canterano, dando voz a los chicos de las categorías inferiores, ello como transito hacia una nueva temporada de la que ya se ha comenzado a hablar, pero sin bajar la guardia.
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