“Unicaja Costa de Almería tiene equipo para ganar, y es verdad que hay otros clubes que también lo tienen, pero nosotros no pensaremos en los demás”. No es nuevo el que un jugador tan joven como Fran Iribarne se exprese con tanta madurez, el saber estar y la ambición que definen a los grandes, bien acompasados todos esos valores con el respeto a las cualidades de los adversarios. Es más, quiere aprender de ellos, para cuya misión lo mejor es quedarse con lo más positivo de cada uno de los que se cruzan en su camino. En el caso concreto del proyecto 2020/2021 del club, que a su vez coronará su tercera temporada consecutiva en el mismo tras su regreso al verde, la quinta en Superliga sumando sus dos años en Melilla, su sensación es de absoluto optimismo. La mayoría de los anuncios oficiales sobre incorporaciones que la entidad ahorradora ha hecho en las pasadas semanas supone hacer compañeros del día a día a quienes lo han sido en periodos concretos, los de Selección, mientras se han medido como rivales en sus diferentes clubes.
Hasta cuatro de los seis fichajes realizados por Unicaja Costa de Almería, o sea, los nacionales al completo, son integrantes de los Red Lynxes, como Fran Iribarne, que se siente un afortunado por ser ‘anfitrión’ de grandes jugadores, pero también de lo que considera como buenos amigos, grandes personas y excelentes compañeros, con los que ya tiene vivencias de enorme valor acumuladas. Juntos, compartiendo los mismos objetivos, no solo durante un cierto tiempo, sino en toda la temporada y defendiendo el mismo color, tienen motivos para afrontar con mucha ilusión lo que se avecina los siguientes meses: “Trabajaremos día a día para que los objetivos se cumplan y así poder dar el máximo de alegrías a la gente que siempre está detrás de nosotros y que nos apoya”. Ganas de darle inicio, absolutas: “Claro que sí, como todos los años, muchísimas ganas de empezar, ganas de juntarnos ya todo el grupo y empezar a crear un gran vínculo entre todos”.
Ya entrando en el análisis de uno a uno de los fichajes, ha jugado con y contra todos ellos, incluido con el debutante en la Superliga, el cubano Javier Jiménez, que fue clave en la eliminación europea de Unicaja Costa de Almería a manos de Saaremaa en el mes de febrero, tras una soberbia actuación en el Moisés Ruiz. De hecho, Fran Iribarne lo deja claro: “Un jugador top; por ‘desgracia’ nos tocó la temporada pasada contra él y nos eliminó en la CEV Challenge Cup, pero sobre todo se habla de que es una gran persona, ya que como jugador todos sabemos cómo es y queda poco por descubrir sobre su calidad”. En la ida se venció por 2-3 con el almeriense en las ‘bolas calientes’ jugando como un veterano, y en la vuelta se cayó por 1-3, Iribarne entrando al campo con 0-2, siendo el revulsivo, junto con Ignacio Sánchez, pero con la mala fortuna de salir con 1-2 por una inoportuna lesión cuando parecía haberse cambiado el signo del encuentro.
Serán ambos ‘rivales’ otra vez, pero de otro modo distinto, puesto que ser titular en Unicaja Costa de Almería va a estar muy caro esta temporada. Marlon Palharini y el propio Fran Iribarne permanecen como receptores, y a la posición de cuatro llega el cubano, pero también otro extraordinario jugador como es Carlos Jiménez, sobre el que el almeriense tiene un gran concepto y profesa una justificada admiración: “A Carlos solo el cabe la definición de gran jugador, aparte de ser un gran amigo mío; coincidí con él en la Selección Permanente en Palencia y lo cierto es que siempre hemos tenido muy buena relación, así que cuando me enteré de que había fichado en Almería me puse muy contento, porque en general va a aportar muchísimo, tanto en el juego como en el vestuario”. De receptores anda cubierto este proyecto.
Siguiendo con los fichajes nacionales, el concepto general es muy parecido al que aplica a Carlos Jiménez, por las razones antes expuestas de convivencia productiva y satisfactoria en los Red Lynxes de Fernando Muñoz, ahora dirigidos por un técnico de los más queridos por los jugadores españoles jóvenes, Ricardo Maldonado. Así, de Colito no duda en aseverar que “es otro gran amigo y otro gran jugador”. Iribarne no olvida los buenos momentos compartidos, como base a los que quedan por pasar juntos, ahora defendiendo al mismo club: “Estuve con él durante toda mi etapa en la Selección Permanente, y también me alegré muchísimo de que fichase aquí, mi tierra, Almería, y estoy seguro de que va a aportar mucho en todos los sentidos”. A los centrales, mismo rasero aplicado: “Vigil y Fornés son otros jugadores muy top, y tengo que reconocer que me sorprendió y alegró muchísimo que los dos centrales de la Selección Absoluta fichasen en Unicaja, tanto por cómo son de buena gente, por cómo son de trabajadores y lo grandes que son dentro y fuera de la pista”.
Cerrando las incorporaciones, por ahora, hace referencia a la ‘presentación’ que ya ha hecho en España, vía Río Duero Soria, Esteban Villarreal: “Me sorprendió mucho el año pasado, cuando llegó a España y nadie sabía muy bien como jugaba… hasta que demostró el gran juego que tiene y lo que vale”. Es una pieza clave que convivirá con su gran ‘aliado’, Ignacio Sánchez, pareja de garantías en la distribución de juego por parte de los ahorradores. El producto final le convence y le hace feliz: “Con las renovaciones más las incorporaciones que se han ido haciendo, se está quedando un grupo muy bueno y, sobre todo muy sano, que para mí es una de las cosas más importantes para llevar a cabo una temporada”. Como antes Mario Ferrera y Marlon Palharini, Fran Iribarne siembra con su valoración otra semilla de entusiasmo verde.
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