Aproximadamente a mes y medio de que dé comienzo la pretemporada, siguiendo con cautela la evolución de los acontecimientos en torno a la COVID-19 y la ‘nueva normalidad’, algo bulle en el interior de Ignacio Sánchez. Ya conoce a los que serán sus compañeros en una nueva aventura del colocador en este mundo del vóley que tanto le apasiona, y eso ha avivado las llamas que, de modo natural, ya le calientan cada vez que pasa demasiado tiempo apartado del balón y de la red. Espectacular el grupo formado por Unicaja Costa de Almería, de indudable calidad técnica y física ampliamente reconocida, lo que resulta más importante en el mismo es que a todos sus miembros individualmente les ilusiona poder jugar con los demás, con cada uno por separado y con el bloque que suponen todos unidos. Cinco se mantienen desde el proyecto pasado, seis, por ahora, llegan ‘nuevos’, pero parece no preocupar que se produzca una buena compenetración, sino que más bien se da por hecha.
Eso se desprende de que Ignacio no pueda evitar concluir cada valoración individual con un “deseando empezar a entrenar con él”. No es que le falten recursos léxicos ni capacidad de expresión, porque de eso va sobrado, siempre desarrollando ideas que llevan un poco más allá. No, no es eso. Es, sencillamente, que le apetece, que lo subraya y que le encanta sentirlo: “Como grupo, y eso lo digo con certeza antes de que se forme, mi pensamiento pasa por que va a ser muy trabajador, tanto o más que el del año pasado, y creo además que la gente viene con hambre de títulos para el comienzo de la pretemporada, también todos los nuevos, por lo que los objetivos no pueden ser otros que dar los máximos títulos pasibles a la afición y a la ciudad, al club, jugar y hacer un buen papel en competición europea, que creo que podemos hacerlo, que hay equipo para ello, y sí, deseando empezar y que se puede entrenar, y que estemos todos juntos ya”.
Ha tenido relación directa con la mayoría, y si no es así, ha recibido ‘informes’ o ha medido fuerzas. Así, uno sobre el que pone muchas esperanzas es Carlos Jiménez, al que conoció en su primer año en Soria: “Fuimos compañeros de equipo, y como compañero es fantástico, como jugador también lo es, es súper competitivo y tiene una actitud muy buena”. Es más, era el primer año fuera de la Permanente para el receptor alicantino, “y desde entonces lo he estado siguiendo, durante estos años ha cambiado muchísimo y creo que va a ser clave para la próxima temporada en este Unicaja Costa de Almería”, asegura. Por último, añade que está “muy contento de volver a jugar con él y de volver a compartir un mismo club”. Reciprocidad en la jugada, los receptores son clave para un colocador, por las condiciones en las que le sirven la pelota y por el uso que de ella hacen una vez que el colocador la pone.
Así, se fija mucho en todo lo que puede aportar Javier Jiménez: “Pienso que es un pedazo de jugador por lo que vi; lo conocemos de esta pasada temporada, jugando contra él en el equipo de Saaremaa, en el que era una pieza clave, tal y como creo que puede serlo en este también, bastante experimentado y sabiendo lo que hace en cada momento, y puedo recordar muchas cosas de ese partido, pero la que más -sonrisa- fue una defensa mía, que la recibí con muchísimo cariño -remate de Javier a la cara de Ignacio, con el cubano cruzando la red para interesarse por el colocador deportivamente-“. Fuera de broma por una jugada fortuita en un choque de muy alta tensión, el almeriense asegura tener “muchísimas ganas de conocer personalmente a un jugador top como él y de empezar a trabajar juntos”.
Otro gran ‘cliente’ de Ignacio será un Colito al que conoce por dos vías, “la Selección Española y por Soria”, y al que define como “un opuesto muy joven, de una grandeza física increíble, y personalmente apuesto por que aquí va a poder desarrollar todo su potencial, le daremos confianza para ello, que es necesaria para todos, pero más para un opuesto”, argumenta, y claro, también “deseando empezar y trabajar con él en cuanto podamos”. A su lado, en la búsqueda de la titularidad, otro joven valor al que le avalan buenos informes: “A Esteban Villarreal lo conozco de la relación que tengo con la ciudad de Soria y con los jugadores de allí, y puedo decir que tengo muy buena información de él; todo el mundo está de acuerdo en que es una gran persona, como jugador, muy bueno, muy joven, pero que está para jugar en Unicaja perfectamente y asumir el papel de colocador tan bien como yo”.
Muy contento de tener “otro colocador con ganas”, se muestra seguro de que van a trabajar “los dos juntos para el equipo, según las buenas referencias que me tengo”, finaliza. De los centrales, “con Vigil y Miki he coincidido en la Permanente, y después con Miki también aquí, ganando la Superliga; a los dos les tengo mucho cariño como personas, y como jugadores me parece que son de los mejores centrales que hay, de hecho, son los dos de la Selección”. Pero, no se olvida de su gran amigo: “Junto con Jean, creo que vamos a formar ahí un muro en el medio bastante importante, y tenemos que marcar la diferencia con ellos, puesto que son muy, muy, muy buenos los tres”. Más argumentos para desear que esto empiece, “que se forme el grupo, juntarnos ya, porque tenemos el equipo de los sueños, un auténtico equipazo”.
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