Otra oportunidad desaprovechada. La UD Almería estuvo durante muchos minutos empatado a puntos con el Cádiz, se había metido en plaza de ascenso directo, pero la pesadilla volvió a caer sobre el Mediterráneo. La tarde comenzó con alegría y esperanza y terminó con los jugadores, cuerpo técnico y aficionados preguntándose qué pasó para dejar escapar un triunfo vital contra el Tenerife. El rival había renunciado a buscar la portería de Fernando ante el empuje rojiblanco, pero el fútbol no entiende de guiones y la expulsión de Iván Balliu a instancias del VAR dinamitó las posibilidades de victoria.
De más a menos
Si frente al Sporting los cambios de Mario Silva y Nandinho cambiaron el rumbo, ayer la aportación de los suplentes fue testimonial. Solo un par de centros peligrosos de Iván Martos por destacar. El Almería fue fiel al estilo que más le gusta en los primeros compases: esperó la pérdida del Tenerife en zona de conflicto para montar la contra, y si se juntan la magia de José Carlos Lazo y el hambre de gol de Darwin Núñez, pocas cosas pueden salir mal. Era el minuto 7 y el extremo vio el desmarque entre centrales del Pichichi, que se va en velocidad y fusila a Ortolá para adelantar al equipo. A partir de entonces, el Almería se replegó y no llegó a sufrir. Incluso pudo ampliar distancias con un lanzamiento de Lazo que se marchó arriba. Pero esta vez lo peor estaba por llegar.
En el primer saque de esquina para el Tenerife, Luis Milla saca a la frontal, el disparo de Aitor Sanz da en la mano de Fran Villalba y Sagués Oscoz no duda en señalar penalti. No hizo falta ni revisar en el VAR. Empató Luis Milla. En la segunda mitad se iba quedando sin gasolina el conjunto insular y el Almería abría el campo para ganar. Villalba, Muñoz y Darwin pudieron romper el duelo, aunque perdonaron y lo pagaron. Ayer los cambios no surtieron el efecto que buscaba Mario.
La clave
Se llegaba al minuto 90 y Balliu cometió falta sobre Milla. En primer lugar el árbitro mostró amarilla, pero desde la sala VAR Muñiz Ruiz llamó a Sagués Oscoz para que lo expulsara. Fue el principio del fin del Almería. El golpe moral fue tan fuerte que los rojiblancos ni atacaron ni defendieron. En una acción desde banda derecha, un centro lateral lo aprovechó Bermejo para batir a Fernando y dinamitar la opción de que el Almería pisara zona de ascenso directo. Oportunidad perdida, y ya solo quedan cuatro finales para que acabe la Liga. El corazón no fue suficiente. Los cambios no aportaron demasiado y la segunda plaza se ve ahora más lejos.
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