En el Villarreal ya han elegido y despejado el dilema que tenían de cara a quién sería el inquilino de su banquillo la próxima temporada. El elegido para el proyecto es Unai Emery, con lo que el club castellonense mantiene la decisión que tomó antes de la pandemia y descarta la continuidad de Calleja a pesar de tener contrato y de su buen trabajo en esta recta final.
El Villarreal y Emery, como desveló AS el pasado viernes, habían llegado a un acuerdo antes de la pandemia, con el que el técnico vasco dirigiría al Villarreal una vez finalizada esta temporada. Las dos partes firmaron un preacuerdo con el que si una de las partes se echaba atrás, debía indemnizar a la otra parte con un millón y medio de euros. Ese principio de acuerdo quedó sellado, a la espera de que pasaría con la recta final de la temporada actual.
A Calleja se le acababa el crédito tras la eliminación en Miranda, y la mala racha que antes de la pandemia dejó muy tocado al entrenador madrileño. Lo que no esperaban en el club de la Plana es que el equipo reaccionara como lo ha hecho, algo que ha hecho dudar a última hora. Pero la de Emery era ya una decisión tomada y meditada con tiempo, con lo que se decidió seguir con la idea inicial.
Es verdad, que la salida de Calleja ahora es más extraña que si se hubiera dado en el momento crítico, pero la parada del campeonato y la intención de contar con Emery ya a partir del verano, retrasó esa decisión. Con todo ello, el Villarreal hace una apuesta que ha realizado pocas veces, al fichar a un técnico de peso y mediático.
La idea de un técnico de casa o alguien de un perfil más bajo, se saltó con Pellegrini, Marcelino o Valverde, aunque los tres llegaron con un curriculum menor al de Emery a día de hoy. Esta es sin duda la apuesta más fuerte para el banquillo, lo que hace que el club de un salto de ambición y de mayor presión en todos los aspectos.
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