Entre el amarillo y el verde, a día de hoy, la balanza está decantada hacia el primero y no pasa nada por ello, reconocido y argumentado por un Manolo Berenguel al que los pies no se le han movido del suelo: “Ahora mismo, está claro que el cartel de favoritos lo tienen ellos, por lo que ha pasado, por la trayectoria desde el comienzo de la pretemporada; nosotros nos hemos quitado ese cartel, lo que, en cierto modo, es algo que juega a nuestro favor”. Lo más importante es que el camino ahorrador hacia su mejor versión está iniciado, lo que significa que se avanza: “Nos va a servir para ver cómo están las referencias contra un grande; las primeras que tenemos no han sido buenas y ante adversarios más asequibles han sido algunas buenas y otras no tanto; solo queda trabajar contra un rival poderoso, mostrar nuestras armas, que es mi frase de esta temporada, e ir creciendo poco a poco”.
Lo que podría ser un punto de apoyo, “porque este equipo tiene mucho por crecer”, el técnico blanquiverde no lo quiere transformar en excusa, siendo ambicioso en su visita a Guaguas: “No es nada determinante, pero luego escalar, escalar y escalar… es más complicado, así que es mejor comenzar dando un golpe fuerte encima de la mesa, como dice Fran, es mejor desde el inicio decir aquí estoy yo; y sí, sabemos que es muy difícil, pero no imposible, ni mucho menos, porque tenemos una plantilla que en cuanto resurja y empiece a jugar de la manera que tiene que jugar, cubriendo las expectativas que yo tengo, vamos a estar arriba y vamos a luchar por los títulos, pero hay que ir con calma”. A pesar de que sea la segunda jornada, “pierdes y te vas a la siguiente jornada a mitad de tabla, y eso puede pesar; hay posibilidades de que pase, claro, pero también de cambiar las expectativas para algunas personas”.
Sobre la dimensión del partido, es evidentemente extraordinaria: “Hay un aliciente especial por jugar contra uno de los favoritos a conseguir el título, y contra el equipo que le ha quitado jugadores a Unicaja, y eso hace que haya un cierto morbo, aunque yo estoy fuera de todo eso, más preocupado por la parte deportiva que en lo demás, si bien sí es cierto que la motivación ante el choque es un plus especial; sabemos que es muy complicado ir a su casa, que es un equipo que está jugando muy bien, que la mejora se le va notando día tras día respecto al torneo que se jugó allí, y que sus jugadores están muy bien a la altura de la temporada a la que estamos, así lo dicen los números, y toca intentar saber contrarrestar todo eso”. Volviendo al torneo, “me dio mucha pena no jugar contra ellos entonces, pero casi que lo prefiero, porque así será su primer partido oficial en casa y rememoraré sensaciones”.
La parte emocional del míster querría trasladársela a sus jugadores: “Ojalá pudiera transmitir a mis jugadores todas las sensaciones guardadas en mi disco duro de ese pabellón, de cómo estaba; tengo muy gratos recuerdos allí, donde también hemos sabido ganar, muchas veces, así que sí tiene ese aliciente y es un orgullo después de tanto tiempo ser nosotros los primeros que lo visiten en un partido oficial; la liga se ha escrito así y por suerte nos ha tocado a nosotros, y queremos disfrutarlo al máximo”. En el trasfondo, “lo importante es jugar bien independiente de lo que pase” en referencia a que “hay formas y formas de perder, y lo que no quiero consentir es que mi equipo pierda como lo ha hecho ya en estos compases, quiero que se pierda con dignidad y que la gente se deje la piel en el campo”, textualmente.
Sobre conocer a la perfección a la plantilla amarilla, con seis jugadores que han sido verdes, cuatro del curso pasado, “siempre es bueno conocerlos, y tú conoces a los jugadores cuando los tienes en tus manos y puedes saber de sus carencias y de sus virtudes; no es lo mismo estudiarlos desde fuera, porque al final hay un factor importante, que es muy difícil estudiarlo desde un vídeo, como es la personalidad de un jugador, así que sí tengo la suerte de conocerlos y saber dónde pueden estar sus carencias, incluso a nivel anímico, pero al final de lo que se trata es de cómo tienes el día, de cómo están tus jugadores, de cómo están los suyos y si encuentras alguna flaqueza; si es de tu equipo, taparla, y si es del rival, machacarla”, dice el nijareño para desdramatizar la fuga de talento sufrida este verano: “Todo esto es un mundo y cada temporada es una historia”.
Para Berenguel, “todo eso se queda en anécdota, se juega con lo que se tiene, y ya está, porque al final son circunstancias y no hay que prestarles más atención, sobre todo porque las cartas están encima de la mesa, es un partido con mucho aliciente y todos estamos desando jugarlo”. Además, en su caso reencuentro en banquillos con Sergio Miguel Camarero, al que admira: “Siempre lo he dicho, que es un tío que me cae genial, con una rivalidad sana a pesar de gritos o gestos; tuve la suerte de medirme a él, y digo la suerte porque para mí es un honor ante un profesional como la copa de un pino, igual que como jugador, cuando estuve en Logroño; gané una Copa de la Reina apeándolo a él en una semifinal muy complicada y voy a intentar que siga esa línea de victorias -risas-; no tengo ni tendré ningún problema, sabemos que es un tío muy especial, que lleva su juego, y no voy a darle lo que necesita”.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/6/deportes/201886/berenguel-y-el-partidazo-entre-guaguas-y-unicaja-almeria