(0-0): El empate de la desesperación

El Almería no puede ante un Girona con ocho jugadores

Cuenca y Balliu se desesperan tras desperdiciar otra oportunidad.
Cuenca y Balliu se desesperan tras desperdiciar otra oportunidad. Juan Sánchez
Carlos Miralles
23:33 • 01 nov. 2020

Desesperación total en la UD Almería. En el partido más completo de la temporada, generando hasta treinta oportunidades de gol, los hombres de José Gomes se chocaron de frente con el muro del Girona. El resultado es un golpe anímico para el equipo, puesto que lo intentaron por todos los medios sin alcanzar el éxito. Se puso todo de cara en la primera mitad con la clara expulsión de Ramalho, que cortó un mano a mano de Sadiq con Juan Carlos. Ahí el Almería se tranquilizó, bajó las pulsaciones y abrió el campo para hacer sufrir al rival. El asalto finalizó con victoria moral de los visitantes. Ya en la segunda el monólogo rojiblanco parecía encaminado a romper al Girona, si bien el trabajo de desgaste se quedaba a medias porque el 1-0 no subía al marcador. Sadiq, Carvalho, Lazo... toda la artillería arriba para vencer. El camino se puso más llano con otra expulsión, de Cristóforo, por un plantillazo a Balliu. La segunda intentona para marcar también fue fallida.



Atasco
La locura -salvo en el marcador-, fue tan grande que a Monchu se le cruzaron los cables y cazó a Balliu. Roja. El Girona, con ocho. Del fútbol se pasó casi a un duelo de balonmano, con los catalanes juntando las líneas y esperando las acometidas rojiblancas. Quien más oportunidades tuvo fue Lazo, pero todas se marcharon por encima del larguero. Cada minuto que pasaba con el luminoso a cero caía como una losa en la espalda del Almería y estimulaba el esfuerzo individual y colectivo de un Girona que celebró el punto como una gran victoria.



Lo negativo es que no debió volar ni un punto del Mediterráneo, porque el grupo de José Gomes trabajó bien todas sus acciones ofensivas, aunque la pólvora estaba mojada y ni con tres delanteros en los últimos instantes (Sadiq, Villar y Mendes), hubo manera. La desesperación se hizo dueña de los jugadores y tuvieron que conformarse con un punto. Quizá el Almería más completo del curso ante el peor resultado, que no es una derrota, pero sí en el apartado anímico. De no ser por el déficit del mal inicio de competición, a buen seguro que las conclusiones podrían ser mucho más optimistas. Nadar y nadar para morir en la orilla. Un rival con ocho que también hizo su juego para llevarse un buen punto. Hubo paciencia, oportunidades, desborde, pero sin eficacia, y sin gol no hay paraíso para un aspirante a la 1ªDivisión.



Una noche con final triste de la que se pueden sacar conclusiones: así el Almería perderá poco y el Girona dio una lección de solidaridad estando con tres jugadores menos en el tramo final.







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