Si una cosa está clara en las horas previas a una cita con la historia es que puede que el rival sea el mismo que el pasado domingo, pero el que va a cambiar de modo radical es Unicaja Costa de Almería. Ya no cabe juego de despiste o factor sorpresa, todo sabido entre unos y otros para medir el todo por el todo en una eliminatoria que sigue abierta, y que se decidirá en el Moisés Ruiz. Si bien el factor cancha sí ha sido determinante, por el magnífico ambiente en Los Pajaritos, para que Río Duero Soria haya cogido ventaja, no lo puede ser menos, llegado el segundo fin de semana de la serie de cuartos de final, para ayudar a los verdes a darle la vuelta a la situación. De hecho, se sabe que se contará con el respaldo de ese ‘lleno’ sobre el aforo que está permitido, 200 incondicionales, y ya no solo del resto de Almería, sino de toda Andalucía a través de las cámaras de Canal Sur. En directo, vóley a vida o muerte.
Televisión
Desde el club ahorrador se agradece el interés que ha mostrado el ente público por la retransmisión de toda la trayectoria de Unicaja Costa de Almería en los playoffs por el título de la Superliga, y vista la ocasión que supone, que tantas veces ha sido deseada, se convierte indirectamente en otro factor de motivación para la plantilla. En ese sentido, son cuatro los pilares sobre los que se levanta la ilusión de remontar, uniéndose a los dos referidos de la afición y la televisión, que no puede acabarse a la primera, están el peso del muro del honor, el que resume la historia de éxitos de esta entidad, y el propio orgullo de un plantel que se ha conjurado y que ahora juega en su casa, la misma que van a defender dejándose la piel, según palabras textuales que salen de dentro del vestuario. Son 29 temporadas entre los cuatro primeros, y no se quiere ni pensar en que se viva el momento de romper una racha impecable.
Son muchas las ganas de demostrar, de brillar, de hacer valer la tercera plaza de la fase regular, lograda con mérito. Delante, Manolo Sevillano no podrá ‘sorprender’ a Manolo Berenguel con Osorio en el equipo titular, ‘guardarlo’ dos partidos seguidos para tenerlo ‘cargado’ en el encuentro que abrió la eliminatoria. Tampoco va a ser una novedad el grado máximo de motivación con el que los sorianos van a jugar en la pista almeriense, un Río Duero Soria mayúsculo, viviendo su mejor momento de la temporada justo a tiempo, de la mano de su colocador. Xavi Folguera es la clave y los demás hombres en pista interpretan la partitura con afinación y empaste, como las mejores orquestas bajo la batuta del andorrano. Y es que intensidad defensiva sirve de alimento para un estado de euforia colectiva que el rival sufre, en este caso Unicaja Costa de Almería, que afina la contundencia y prepara el cuerpo a cuerpo.
Rival
Sin minutos para Igor Iuri, fue sobresaliente el partido firmado por Frías y por Mario Junior. Se asume que hay todavía dinamita en el banquillo por el centro para usarse en el Moisés Ruiz. Y es que no solo son los que están de inicio, sino que, tirando de Villalba y Pires, se queda en reserva la garantía del capitán Manu Salvador, y si el opuesto Osorio no falla, el opuesto Olalla, que podría jugar como titular en cualquier equipo de la Superliga, por muy joven que sea, solo participa al saque. De todos, el que enciende la mecha es el líbero Alejandro San Martín, un puro espectáculo con y sin balón. La reflexión sobre el bloque compuesto por Río Duero Soria es doble y se refiere al algo grado de implicación general y a la perfección con la que desarrolló su trabajo en el ‘partido uno’ del cuarto de final, tanto como que lo que funciona, no se toca, y Sevillano no tuvo que cambiar nada de su guion inicial ante los verdes.
Desde la perspectiva de Unicaja Costa de Almería no vale otra cosa que esperar el mismo altísimo nivel del adversario, estar listo para contrarrestar con firmeza todas y cada una de las rachas eufóricas de los sorianos, y, si se puede, impedir que haya. Confianza, optimismo y pies en el suelo, pero solo para pensar, que no para jugar, sabiendo que se cayó en un partido de una serie que se juega al mejor de tres. Hay que ganar dos, y si bien no se puede pinchar una segunda vez, hay dos fortines que aprovechar, uno el sábado y otro el domingo, en el mismo lugar en el que se venció a Río Duero Soria por 3-0 en fase regular. Además, sin haber sido el mejor día, ni de cerca, de los ahorradores, se pudo hacer un set en Los Pajaritos. El estado en el que llega la plantilla ahorradora es muy bueno, tras una semana de conjura inicial, que fue rápida al tenerla clara, y de trabajo específico para el reto de ser ella misma.
Se comenzará por el sábado, choque clave, sin ser una verdad de Perogrullo. Y es que sí, si se pierde, se habrá acabado la temporada, y por eso es vital, pero si sale todo bien… Está claro que el panorama cambiaría mucho para el domingo, con un Unicaja Costa de Almería reforzado en la victoria, habiendo soltado gran parte de lo que puede entenderse como presión, pero que se está gestionando para convertirlo en motivación. Si es el gran clásico del voleibol español y es una cita con la historia, más aun quedan reforzados esos argumentos con la presencia de Mario Bernaola en la temporada de su retirada, impartiendo justicio como primero el sábado, y a pie de pista, si se jugarse, el domingo. Lo acompañará el también valenciano Antonio Martínez, juntos una pareja experimentada para manejar un duelo de gran tensión.
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