In memoriam: ‘multitudinaria’ despedida a Piero Molducci

El club ahorrador muestra su gratitud ante la ‘avalancha’ de reacciones de dolor y solidaridad

Grande Piero Molducci.
Grande Piero Molducci. La Voz
Unicaja Almería
14:18 • 06 abr. 2021 / actualizado a las 14:22 • 06 abr. 2021

Desde que en la madrugada del lunes al martes las redes sociales de Unicaja Costa de Almería hicieran pública la noticia del fallecimiento de Piero Molducci, en Cervia y entre sus familiares, la cantidad de reacciones fue y sigue siendo impresionante. Ante esta auténtica “avalancha” de mensajes, tal y como la ha definido el presidente Antonio Rodríguez, “el club quiere mostrar su gratitud por tantísima solidaridad que ha recibido ante un momento tan doloroso, la misma que trasladará a la familia del que todos han definido como un genio, pleno de carisma, exigente y bondadoso, así como buen amigo y amante incondicional de Almería”. Su mensaje institucional dice que “para esta entidad ha sido un orgullo que Piero forme parte indeleble de su gen, ya que su influencia fue determinante para engrandecer su historia; si dos leyendas se dan la mano, solo pueden ocurrir cosas maravillosas”. In memoriam, allenatore.



Ramón Sedeño: “Cuando lo fichamos en 2004, supuso una auténtica revolución al traer consigo los métodos del vóley italiano, no solo en la pista, sino en lo relativo a la organización del club. Con Almería tuvo un flechazo y no dudó en regresar, sin cobrar, en 2012, ejemplo de altruismo y generosidad siempre. Revolucionó el modo de entrenar, era durísimo, pero sabía manejar perfectamente los grupos, llevar casi al límite a un jugador para sacar lo mejor que tenía dentro. La definición perfecta a su personalidad es que era carismático como pocos y un auténtico líder, al que todo el vóley español le agradece su aportación”.



Manolo Berenguel: “Piero ha sido y será parte de la historia del club y parte de la historia del voleibol almeriense y español. Una persona muy querida por todos y un maestro para muchos de nosotros. Un trozo de mi corazón se va con él; lo recordaré siempre”.



Guillermo Carmona: “Resulta difícil de aceptar la desaparición de un amigo con el que he compartido tantos momentos, desde aquel lejano 2004, en el que llegó a nuestra ciudad y a nuestro club. Describir a Piero es harto complicado, porque así era él: entregado, exigente, maestro, perfeccionista, inflexible si creía tener razón, generoso… genio y figura. DEP, PIERO”.



Guille Carmona: “Para mí Piero fue mucho, fue muy importante en mi vida, y lo va a seguir siendo, un compañero, un entrenador, un amigo, un mentor, casi un padre para mí. Creo que su legado en Almería demuestra quién fue, todas esas muestras de cariño del mundo del voleibol en general, demuestran la clase de persona que fue y cómo trató a todo el mundo, porque lo que siempre he admirado de él ha sido su entereza, su forma de ser, su personalidad, de ir siempre de frente, de decir las cosas claras, como las pensaba, y esto, a día de hoy, es de admirar, porque no todo el mundo lo hace. A mí me enseñó todo lo que sé del voleibol, yo era un chavalito que estaba en el club, pensaba que sabía de vóley, y cuando llegó él estábamos Manolo y yo en una cafetería, nos dijo cuatro cosas y nos cambió el concepto que teníamos hasta ese momento del voleibol. Manolo, obviamente, sabe mucho más, pero nos trasladó cosas de Italia que aquí no habíamos visto todavía, y era, como él decía, el ‘abc’ del voleibol, y así es como se ganan los partidos, y sin duda así ha sido. Muchos de los títulos han sido gracias a él y a lo que ha sido capaz de sacar de los jugadores, y así los jugadores, con sus palabras, se lo reconocen”.



José García: “Es difícil definir en pocas palabras lo que ha significado Piero en el voleibol de Almería. Desde que lo conocí, hubo una empatía entre ambos, dada su condición de médico, que hacía más fácil la conversación de los problemas médicos que surgían. Una grandísima persona, entrañable y siempre espléndida. Recuerdo los arroces en Aguadulce, donde le encantaba vivir, y él a su vez me lo recordaba en las últimas conversaciones que hemos tenido. Como entrenador, no se le puede pedir más. Hizo que la afición se volcara más con el equipo, dada su cercanía a ella, consiguiendo títulos. Se ha ido un buen amigo, que hasta el final de sus días estuvo luchando por ganar el partido más difícil. Gracias, Piero por lo que nos has dado y lo que hemos compartido”.



Ignacio Sánchez: “Gracias, gracias y gracias. Por todo lo que has sido, por todo que eres y por todo lo que serás para mí. Las acciones que contribuyen al desarrollo de los demás quedan marcadas como huellas doradas”.



Miki Fornés: “Una de las mejores virtudes de Piero Molducci como entrenador es que siempre ha demostrado ser un ganador, y así se lo ha transmitido siempre a sus jugadores, dándoles plena confianza para afrontar los partidos”.


Borja Ruiz: “Es una pena grandísima. Para mí Piero fue como un padre. Gracias a él soy el jugador que soy hoy en día y solo tengo palabras de agradecimiento hacia él. Siempre estará en mi corazón y mi recuerdo”.


Jorge Almansa: “Es la persona a la que más le debo en el voleibol, porque confío en mí para cambiarme de posición, ser siempre su capitán y ser importante en todos los títulos que conseguimos juntos. Siempre claro y directo para conseguir lo mejor para el equipo”.


Toni Llabrés: “Destaco su buen humor fuera del campo y su personalidad gigante, que atrapaba a las personas y hacía que quisieras escuchar siempre algo más de él y sus batallas. En el campo, su carácter, su mentalidad ganadora y la manera tan directa de exprimir a sus jugadores. Desde luego, era una persona que no pasaba inadvertida y que dejaba huella allá dónde fuera. Para los que hemos estado mucho tiempo con él será imposible no recordarlo con mucho cariño. Descanse en paz”.


Álex Fernández: “Gracias a ti, mi futuro cambio y te estaré eternamente agradecido. Descansa en paz, amigo”.


Pablo Bugallo: “Hacía que entender y jugar al voleibol fuese algo fácil, exprimiendo y sacando la mejor versión de cada uno como jugador. Con él gané mis primeros títulos y siempre lo recordaré de una forma especial”.


Manu Parres: “ Piero fue un gran entrenador y desde mi primer año, de los tres que compartí con él en Almería, pude ver su carácter ganador y su pasión por el vóley".


Juanmi González: “Solo tengo palabras de agradecimiento hacia él, quien me dio la oportunidad de volver a sentirme jugador después de mi operación. Fueron tres temporadas compartidas con Piero Molducci. Nos entendíamos bien, porque los dos amábamos el vóley de la misma manera, aparte de confiar el uno en el otro”.


Raúl Muñoz: “Siempre compito con corazón, pero Piero me enseñó el verdadero significado del voleibol: lucha, entrega y superación”.


Chema Castellano: “Para mí ha sido un honor haber estado bajo tus mandos; genio reconocible, dejas una gran huella entre todos. Descansa en paz, Piero”.


Guilherme Hage: “Hablar de Piero en pocas frases es complicado, porque merece un libro (emocionado). Era una persona que marcaba a las personas y por dónde pasaba, y creo que las personas que logran hacer eso, dejar su marca, no se van nunca. Piero se marchó físicamente, pero todos los jugadores que jugaron con él a veces hemos tenido ganas de matarlo, pero nos hizo cambiar y mejores. Esto no es una despedida, sino simplemente el final de un libro sobre una persona que marcó quién fui. Le gustaba dirigir una orquesta, como decía, así que no se marchó, sino que terminó de dirigir su mejor sinfonía. Nada de despedida, sino una gran historia”.


Moisés Cézar: “Me dijo, ‘eres muy bueno, céntrate fuerte en bloqueo’. Cuando todo este dolor se haya ido, solo será el anhelo de aquellos que se han ido.  Este anhelo siempre hará que tu pecho se apriete, pero el recuerdo que se mantiene vivo en tu corazón te dará fuerzas para volver a sonreír. Un gran entrenador, que me tornó un jugador mejor. Descansa en paz, gran maestro”.


José Luis Fernández Viedma: “Su día a día era aprendizaje, siempre; no dudaba en preguntarme datos, aun sabiendo la respuesta antes de dárselos. Él me ayudó a superar la falta de mi padre con sus consejos, así como a creer que los objetivos se pueden conseguir con constancia y trabajo”.


Rafa Pascual: “Piero era un amigo. Coincidió que cuando me vine de Japón para acá, él me contrató para Latina. Fue un año fantástico, el año del cambio. Pasé de opuesto a receptor. Fue una apuesta personal de él, y a partir de ahí, me ayudó y entablamos una relación muy buena. Aparte del vóley, era un charlatán, le gustaba hablar de todo. Todos hemos disfrutado de Piero, casi más hablando de todo que de vóley. Nos presentó a sus hijos cuando eran pequeños y la relación ha seguido siempre ahí, muy buena; mi mujer ha tenido muy buena relación con Piero y con Paula. Ha quedado la amistad fuera del deporte. Sé la importancia que ha tenido en el voleibol italiano y, después de tantos años, en el voleibol español. Amaba España, la quería, a todos los jugadores. Tenía una locura por España y por Almería. Los momentos chulos que ha vivido, volver a hacer su vida, montar un restaurante… eran felicidad. Los últimos años, difíciles para él, pero el deporte, el vóley siempre, le dio grandísimas satisfacciones. Piero ha significado ‘voleibol y amistad’. Gran entrenador y, sobre todo, fuera de las canchas, un fenómeno”.


Juanjo Salvador: “Persona única e irrepetible, fuertemente apasionada en todo lo que hacía y vivía: desde una conversación de voleibol o política en El Navío, a una bronca en el vestuario después de perder o ganar un partido. Se va una grandísima persona y un estudioso de nuestro deporte. Almería te tendrá siempre presente. Un abrazo, amigo”.


Charly Carreño: “Se va un loco del vóley. Deja parte de sus locuras en forma de historias en Almería. Vino, triunfó y dejó un legado de títulos, anécdotas y amigos. Un abrazo a la familia y a todos sus más queridos en Almería e Italia”.


Cosme Prenafeta: “Un entrenador que llegó de Italia y que durante el tiempo que estuvo aquí revolucionó todo con su carácter y su manera de ser, y luego era una persona que fuera de la pista era un verdadero amigo. Pudo disfrutar de su amistad, así que me quedo con esas dos cosas, en el campo y fuera de él”.


Víctor Viciana: “Esta foto describe las broncas que me echabas y que me hicieron crecer como jugador, como colocador, como persona. Quieres tuvimos la suerte de conocerte, sabemos lo que has dado por nuestro deporte, el gran vacío que dejas y lo mucho que echaremos de menos tu enorme carisma. Gracias por todo lo que nos has enseñado”.


José Uroz: “Pasé el día recordando mil anécdotas de Piero. Recuerdo una liga que ganamos, en la que Piero juega con doble líbero, Toni y Álex. Sale bien, ya lo había probado en las semis contra Ibiza. Al día siguiente, Charly hace lo mismo y juega con Gustavo y Óscar, pero volvemos a ganar. Luego, en las declaraciones, dice: “‘Originale’ gana, la copia siempre pierde”. Creo que lo define muy bien. Así era él, original en todos los aspectos, único; por eso siempre ganaba en todo lo que hacía”.


Jorge Soriano: “Me siento orgullo de haber formado parte de su cuerpo técnico, ya que con él empecé en esa nueva faceta para mí en el deporte de mi vida, y siempre lo recordaré como ‘sabiduría en estado puro’”.
Miguel Hernández ‘Maikel’: “Genuino galeno, maestro del voleibol y la cruz de guía verde, grazie mille per i tuoi insegnamenti vitali. Genio y figura eterno”.
Aitor Barreros: “Allá donde estés, seguirás dando clases y hablando de voleibol y espero volver a tener una charla de vóley contigo. Nos veremos en alguna pista, seguro”.


Juanjo Aguilera: "Creo que Piero ha sido un genio. Recuerdo cuando se ganó el triplete, que lo definí como el 'hombre que susurraba a los caballos'. Sé que era un entrenador de difícil trato con los jugadores, pero también que dio un cambio al vóley. Hizo crecer a muchos jugadores, no sólo aquel año. Mantuvimos una buena amistad fuera del deporte. Recuerdo cuando vino en 2012, que me llamó antes de firmar. Una persona de la que aprendí mucho, como creo que lo hicieron todos los que estuvieron cerca de él, con la que podías hablar de cualquier cosa, no sólo de vóley, del que era un loco enamorado, como también lo era de Almería, su segunda casa. Cuando vino en 2004 se empeñó en hacer crecer al equipo… y lo consiguió”.


Joaquín Amérigo: “Piero, el italiano que decidió ser almeriense. Molducci fue todo un lujo inspirador y motivador en un club campeón como Unicaja Costa de Almería”.


Juanjo García: “Con su simpático acento italiano, su talante jovial y su amor por el vóley, Piero se ganó el corazón de los almerienses, haciéndonos disfrutar con los títulos de Unicaja”.


Pablo Laynez: “Piero era un fenómeno, justo el hombre que hacía falta en Unicaja en el momento en el que vino para desestabilizar el trono de Teruel. Además, una persona que sienta el club y ame a la ciudad como él hacía, provoca que el cariño del espectador se multiplique por diez”.


Jordi Folqué: “Pudo haber escogido cualquier destino y eligió impartir su cátedra profesional y personal en Almería. Nos convirtió en afortunados a todos los que saboreamos alguna de sus clases magistrales de la vida”.


Rafa Góngora: “Jamás olvidaré aquella entrevista en una de las salas del Pabellón Moisés Ruiz en la que abriste tu corazón de par en par para La Voz y la Cadena SER. Aquellas casi dos horas hablando primero de voleibol, luego de la vida y de tu Almería... fueron inolvidables y aquella conversación siempre irá en mi memoria, en mi corazón, que se emocionó cuando vio en el Twitter de Unicaja Costa de Almería que te habías ido para siempre. Tu Almería, tu Unicaja, tu voleibol... se han quedado muy tristes, pero felices, porque un día conocieron tu corazón".


NOTA: Este es un documento abierto en el que puede participar cualquier persona que quiera aportar su despedida a Piero Molducci o su recuerdo de anécdotas con el eterno técnico italo-almeriense. Pueden hacer llegar sus textos, breves, al club, a través del correo electrónico [email protected], y serán añadidos en la web.


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