Inglaterra llega a la final con un polémico penalti

Inglaterra ha amarrado el billete hacia su histórica primera final de Eurocopa tras una semifinal sufrida hasta el final ante una Dinamarca que ha plantado una seria oposición. Un lujo de falta de Damsgaard silenció el estadio de Wembley por momentos en una noche en la que entre Raheem Sterling y Harry Kane lograron arreglar el desbarajuste. El heroico partido de Kasper Schmeichel bajo palos se tumbó en una prórroga cruel y rodeada de polémica por un penalti que resultó decisivo.

El plan danés de Kasper Hjulmand logró poner en jaque a un ejército inglés que completó el aforo de Wembley con una amplia mayoría sobre su rival. Basados en el repliegue que afianzó su solidez defensiva, Dinamarca se permitió creer con pequeños coletazos hacia la portería de Pickford. La posibilidad, remota según las quinielas previas, incluso tomó forma con un severo golazo de libre directo.

Damsgaard

Echó abajo todas las previsiones ejecutando una falta perfecta, potente y bien colocada, que dejó sin efectos la estirada del arquero local a la media hora de juego. La selección danesa se creció en un escenario festivo en el que parecían no estar invitados, pero este estado de euforia terminó por desordenar a una retaguardia sin apenas fisuras hasta entonces.

También influyó en ello el empuje desmesurado de una Inglaterra a la que Sterling se echó a la espalda. Primero se estrelló con la barrera en un lanzamiento con muchas similitudes al del 0-1, después se topó con un Schmeichel descomunal en el área pequeña y, al fin a la tercera, resultó clave para propiciar el gol de la igualada al buscar el remate tras una gran internada de Saka hasta línea de fondo. Kjaer, lanzándose a ras de césped para evitarlo, terminó introduciendo la pelota en su propia portería.

El sueño de la machada se torció antes del descanso y reabrió el escenario de un pulso con dominio británico y contragolpeo nórdico. Una vez más, Schmeichel resultó clave para sostener a su equipo con un amplio repertorio de manos estelares que también contrarrestaron el lastre de haber perdido a Christensen por lesión. Inglaterra se relamió y levantó a todo el estadio en un final del tiempo reglamentario en el que la gloria no se presentó puntual. La prórroga tuvo la última palabra.

Un gol histórico no exento de polémica

Golpe tras golpe, el muro de Dinamarca terminó venciéndose como fruto de la enésima diablura de Sterling. El del Manchester City gambeteó hacia dentro del área y cayó con un pequeño contacto que el colegiado señaló como pena máxima. Allí, a 'once' metros de la gloria, Harry Kane asumió la responsabilidad de chutar y también de fallar frente a un Schmeichel inmenso.

Su atajada, sin embargo, quedó sin premio. El balón rechazado cayó nuevamente en los pies de un Kane que, con todo a favor, perforó las redes. Wembley se vino arriba con un 2-1 que ya es histórico por plantar a los ingleses en su primera final de una Eurocopa. Con el incentivo añadido de jugar ante su público, el combinado de Gareth Southgate se cita con Italia en la pugna definitiva por el título del 11 de julio.