Un ejidense y un sueño en los JJOO de Tokio

En su segunda comparecencia en unos Juegos después de Río 2016, el haltera almeriense no se conforma y busca el diploma olímpico para situarse entre los ocho mejores en Tokio. David Sánchez López (1994), que acaba de cumplir 27 años y de la manera más especial para un deportista de alto nivel, en la Villa Olímpica de Tokio 2020.

Natural de Santa María del Águila (El Ejido), comenzó a practicar halterofilia junto a su hermano Manuel, allá por el año 2009, debutando en la competición el 30 de mayo de ese mismo año, quedando en 11ª posición del campeonato de España Junior.

Desde ese momento su carrera no ha dejado de ir en ascenso, habiendo obtenido su última medalla de bronce en el Europeo celebrado en Rusia este mismo año, y el resultado de ello es, que ya está listo para levantar sobre una tarima olímpica de nuevo.

La competición

Este miércoles, día 28 de julio (12:50 hora española), David estará por segunda vez sobre una tarima olímpica, llevándonos esto a recordar a otros almerienses como Cecilio Leal que ya lo hizo en Barcelona'92 y Pepi Pérez que la pisó en Sidney 2000, conformando el conjunto de halteras almerienses que han participado en unos JJOO.

David Sánchez ha sido protagonista en Canal Sur: "Me encuentro muy bien después de estar realizando muy buenos entrenamientos y con mucha ilusión de participar en los JJOO de Tokio". El ejidense está encantado de la vida con el apoyo de su hermano, que ha sido clave en su carrera: "Él me abrió el camino en el mundo de la halterofilia; empezó antes que yo y me animó. Este deporte me ha dado todo, me cambió la vida. Mi hermano siempre me está apoyando".

Tiene un sueño: "Si consigo una medalla en Tokio me gustaría irme, por ejemplo, a Cabo de Gata con la familia, con mi gente y disfrutar de mi tierra, de las playas tn bonitas que tiene mi tierra". Estos JJOO "son diferentes sin público, pero bonitos, seguro", comenta el haltera ejidense de Santa María del Águila. "Los tres meses fuertes de la pandemia me vinieron bien porque estuve con la familia y pude desconectar del deporte y aprovechar todo el tiempo con la familia", recuerda un ejidense que sueña en Tokio.