Misión cumplida. Mateo Sanz estará en la lucha por las medallas en la clase RS:X de Vela en los Juegos Olímpicos de Tokio, aunque sin opciones de subir al podio.
El Windsurfista nacido en Formentera y que compite bajo bandera suiza ha conseguido su objetivo: Clasificarse para la Medal Race del próximo sábado en la que competirán los diez mejores de las rondas preliminares. Se trata de una sola carrera en la que la puntuación es doble, pero Sanz aunque quede primero no podrá alcanzar a los tres primeros de la general. Y es que tras las doce pruebas, y, aunque se puede hacer un descarte, suma 94 puntos, lejos de los 33 del holandés Badloe, prumero en la clasificación, los 52 del francés Goydard y los 53 del italiano Camboni. En el mejor de los escenarios Sanz lograría dos puntos si gana el sábado y el décimo clasificado penalizaría con 20 puntos.
Pase lo que pase en la prueba decisiva, Sanz ya ha mejorado sus prestaciones en relación a los juegos de Río 2016, en los que acabó decimocuarto en la clasificación final. En esta cita olímpica, arrancó de forma sensacional, ganando las dos primeras carreras, pero ha estado más atrás el resto de los días de competición, perjudicado por las fuertes rachas de viento que están siendo protagonistas en el campo de regatas durante todas las jornadas.
Este jueves Sanz ha arrancado con una décima plaza que le mantenía octavo en la general. El francés Goydard, otro de los claros candidatos a los metales ha sido el vencedor.
Posteriormente ha sido el holandés Kiran Badloe, el más fuerte por lo que se ha visto hasta ahora en las pruebas disputadas , el ganador, mientras que Sanz ha ido perdiendo posiciones en el transcurso de la carrera y ha finalizado en la decimotercera plaza.
En la decimosegunda carrera de nuevo Badloe ha sido el más rápido y Sanz ha acabado en la decimoquinta plaza.
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