El boxeador madrileño Gabriel Escobar rozó la medalla, pero quedó eliminado de los Juegos Olímpicos en cuartos de final debido a una más que discutible decisión dividida de los jueces, que otorgaron el pase a semifinales y por lo tanto la medalla al kazajo Bibossinov.
Las dudas rondaron a Escobar en el primer asalto ante un rival que comenzó el combate más tranquilo. El de Leganés comenzó con la guardia cambiada, algo habitual en él, que tuvo muy en cuenta contra este púgil, también zurdo. Un par de buenas combinaciones se vieron empañadas por un resbalón que incluyó conteo del árbitro a pesar de no haber sido provocado por un golpe.
La igualdad fue la máxima de un primer round en el que no vimos grandes golpes hasta los últimos segundos, concretamente a falta de 14, cuando Bibossinov alcanzó con una buena derecha al español.
La reacción de Escobar y una derrota del boxeo
Gabi salió al segundo asalto dispuesto a cambiar las cosas y encontró la fórmula para hacer daño a su rival. Así, consiguió entrar una y otra vez en su guardia, donde llegó con buenas manos y desesperó a su rival, que solo podía agarrarle, e incluso tirarle al suelo, en una maniobra notable de otros deportes como Muay Thai, pero que debería ser inaceptable en esta disciplina. Anulados los brazos largos del kazajo, Escobar ganó con claridad el segundo asalto.
Algo que también pareció ocurrir en el tercero, pero que los jueces no entendieron así. Ni la superioridad técnica de Escobar ni la desobediencia del kazajo, que hacía caso omiso a los 'stop' del árbitro parecieron dar motivos a los árbitros para dar a España una medalla que persigue desde el año 2000. Ganó el boxeador que menos demostró.
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