Es tal y como estaba previsto respecto a los rivales, pero se ha cambiando el orden. El calendario puso primero a San Sadurniño y después a Arenal Emevé Lugo, con una semana de diferencia, y la COVID lo ha modificado ‘a su antojo’, como ha sido más habitual de lo deseable para Unicaja Costa de Almería. El orden escrito por el virus es el de los lucenses antes de los ferrolterranos, y separados por cuatro días. Así, toca recuperar este miércoles el encuentro previsto hace dos sábados, lo cual supone apretar la semana clave para la Copa del Rey. Se finalizará en Teruel y se volverá con el tiempo justo de cambiar la ropa de invierno, propia de este tiempo en Aragón, por la de la eterna primavera canaria. En la maleta, además, sensaciones.
Por ello es determinante el segundo partido entresemana, con dos más pendientes tras la cita copera, además de, tras todo lo vivido, recuperar el liderato de la SVM. A este Unicaja Costa de Almería en proceso de volver a la contundencia que le dio la condición de campeón de invierno y de invicto en 12 jornadas le viene bien jugar contra la versión más potente de Intasa San Sadurniño, y el premio de sentirse rey. El conjunto gallego va en clara progresión de juego, muy armado en ataque y bien pertrechado en defensa, siendo una dura piedra de toque para los ahorradores. No hay nada que perder para Sansa en el Moisés Ruiz, y sí mucho que ganar, puntos de oro en su particular lucha por la permanencia. Aquí les espera Andrés Portero.
El colocador almeriense será uno de los protagonistas del duelo, homenajeado en la visita de Unicaja Costa de Almería en la primera vuelta y feliz de reencontrar a un club que siente como suyo. Y sí, a algunos jugadores, pero a Intasa San Sadurniño no le han quedado muchas piezas por mover. De hecho, y como muestra, el número 14 ha sido portado esta temporada por hasta tres jugadores, comenzando por uno de sus canteranos, central de 19 años, Alejandro Castrillón, pasando por un receptor iraní, Ali Shahbazi, que rescindió su contrato con la entidad de Ferrolterra debido a “los problemas físicos que sufría desde su llegada y que no comunicó al club”, tal y como escribió la prensa gallega, y ahora el último refuerzo, Luciano Coto.
El receptor argentino llegó en enero desde Grecia, donde había llegado en octubre, avalado por el técnico también argentino Agustín Rodríguez. Se fichó para apuntalar más la defensa, labor en la que destaca a sus 23 años. Los ‘tres catorces’ hablan de cambios permanentes desde el inicio de la temporada, versatilidad del club para mejorar el rendimiento y para lograr ser de Superliga el próximo año. Sería histórico encadenar dos temporadas en la élite, ya que, tras su primer ascenso, descendió al final del curso. Este reto pasa por ‘hacer justicia’ a su buen juego, premiándolo con puntos. Uno sumó el fin de semana frente a Teruel, su último resultado, 2-3 con los turolenses teniendo que remontar en dos ocasiones (1-0 y 2-1).
Esto deja bien a las claras que no hay ‘paseo’ a Almería, por mucho que ocupe el farolillo rojo de la clasificación. San Sadurniño viene con todo, dirigidos por el técnico que cogió al equipo justo cuando los verdes ganaron en el Municipal gallego por 1-3. Hasta un partido antes del paso ahorrador duró Flavio Calafell, y un justo después hizo el ‘traspaso de poderes’ a su compatriota, el 10 de noviembre. Rodríguez llegó con la buena noticia de la ‘vuelta’ de Marcus Vinicius Costa, joven receptor brasileño que fichó en verano, que, como Calafell, salió justo antes de recibir a Unicaja Costa de Almería y que regresó en la jornada décima, visita de Sansa a Soria. La pareja titular de receptores está formada por el citado Coto y por Fran Fernández.
El murciano, toda una garantía, es uno de los pilares del equipo de Ferrolterra, que ‘a los mandos’ tiene al californiano Keegan. El colocador busca como gran referente del ataque gallego al opuesto brasileño Henrique Pinheiro, autor de 22 puntos en el partido frente a Teruel de este sábado. Por el centro juegan el venezonano Enríquez Verdi y el gallego Boris Rodríguez, igualando en Sansa las mismas cinco campañas que ha jugado en Arenal Emevé, uno de los ‘veteranos’, 30 años, de un grupo muy experto en pista y que tiene una diferencia de edad significativa entre los titulares y los menos titulares. Los centrales son muy bloqueadores. El líbero, Marcos Piñón es todo un clásico del club, con diez temporadas defendiendo los colores de su vida.
Suelen tener participación en los partidos el colocador Roi Losada, 19 años recién cumplidos e incorporado desde Palencia, y el antes referido Vinicius, y saltaron a la pista frente a Teruel también el central marroquí Salah Atiqui, conocido en Almería por jugar en las filas de Pizarra la Copa de Andalucía estos dos últimos años, y el receptor Marcos Blanco, que además de en Sansa ha militado en Textil y en Lugo. Los más jóvenes del plantel son Manuel Gómez, receptor, Lucas Wunschmann, que se desenvuelve como opuesto, el citado Castrillón, que no aparece en convocatoria desde hace tiempo, y el líbero Alejandro Vizoso, el ‘benjamín’, del año 2005. Hay un inscrito más, en su caso de 30 años, el colocador Antonio Tacón.
Intasa San Sadurniño llega al Moisés Ruiz en la última plaza de la clasificación con seis puntos en su casillero en 16 partidos disputados, así que le faltan dos por ser recuperados, uno el de este miércoles. Ha ganado dos veces, 3-0 a Ibiza al inicio de diciembre, jornada 10, y 3-2 a Arenal Emevé Lugo hace tres semanas. Junto al 2-3 contra Teruel, su entrada en Almería se hará con dos tie-breaks consecutivos y una dinámica de competir hasta el final, confirmándose que se trata de un rival muy peligroso. Es cierto que antes había acumulado diez derrotas sin hacer ningún set, pero la gran evolución ferrolterrana es clara. Para Unicaja Costa de Almería, el ganar es ser líder, triple empate en la cima, pero con menos derrotas en menos partidos que Melilla y Guaguas.
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