Cambio de rumbo en el Huércal-Overa

Hay que evitar el descenso a toda costa. El Huércal-Overa ha vuelto a complicarse la vida en Tercera RFEF después de sumar dos puntos de los últimos doce y continúa en la zona roja de la clasificación. Los almerienses están en la posición 16 con 24 puntos, a seis de la permanencia, solo dejando por detrás a Mazarrón y Los Garres. La directiva tomó la decisión de hacer un cambio en el banquillo para darle la vuelta a la situación.

José Carlos Olivares puso punto y final a su etapa en el banquillo tras la derrota de su equipo ante el Murcia B y en La Jugada de Canal Sur, con Joaquín Amérigo, reconoció que ha sido complicado salir porque quería llegar lejos con el equipo: "Algo de tristeza porque había puesto mucha ilusión en el proyecto pero sé que el fútbol es así y los resultados no se han dado como queríamos".

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El recambio en el banquillo será Roberto Carlos Lucas Miguel, más conocido en el fútbol como Kenny, que ha dirigido al Bala Azul, Olímpico de Totana, Ciudad de Murcia y Mazarrón. El debut está previsto para este fin de semana en El Hornillo frente al Racing Murcia.

Ha ido de más a menos el Huércal-Overa en su grupo y se le ha complicado el objetivo de la salvación. Olivares explica que se va con la conciencia tranquila porque en todo momento se sintió respaldado por el vestuario, pero en el fútbol al final mandan los marcadores: "Uno trata de analizar el camino y a estas alturas de la primera vuelta estábamos muy arriba pero las circunstancias te van afectando y el equipo se cayó en una fase del campeonato. No mantuvimos las expectativas pero me voy satisfecho porque no pude hacer más. El fútbol a veces se complica y hemos dado todo. Ojalá que el Huércal-Overa pueda seguir en Tercera RFEF la temporada que viene".

Ley del fútbol

Ha sido futbolista, llegando a competir con la UD Almería en Segunda División, y sabe que si los resultados no llegan y los objetivos se alejan, las directivas tienen que tomar decisiones y este caso ha sido su destitución: "No me sorprende la decisión del club porque la racha era muy mala. De la vuelta de Navidad hasta mi despido estaba contento con el rendimiento porque hicimos todo para ganar. No le reprocho nada a nadie".

Hubo un momento previo a las vacaciones que le hicieron replantearse muchas cosas al ya exentrenador del Huércal-Overa: "Antes de Navidad tuve un bajón porque vi que el equipo no competía como me gustaba, pero desde la segunda vuelta sí y hemos podido ganar siempre. Eso me da fuerza, ver a la plantilla abatida porque tiene corazón".