Los partidos de Lázaro en blanco y negro del Europa

La vida da muchas vueltas y el deporte vive de las estrellas pero ninguna ha brillado tanto en el Torneo de balonmano de veteranos celebrado en Almería donde los jugadores del Europa Óptica Almería se han vuelto a vestir de corto y como siempre detrás del banquillo estaba Lázaro para animarles y no perderse ni una de las órdenes de los entrenadores que han pasado por el club.

La vida y la obra de Lázaro no ha pasado nunca inadvertida desde los buenos tiempos del Europa en el pabellón Rafael Florido compitiendo a nivel nacional. Con la misma edad de los jugadores ha madurado en el tiempo sin dejar de ser un solo día incondicional del equipo de su vida.

Uno más en los partidos tratando de pasar inadvertido, Lázaro, se llevó una gran sorpresa al ser declarado por los jugadores del Europa Óptica Almería la estrella del equipo recibiendo una camiseta roja que lleva el número 9 del mítico Miguel Ruiz Crespo.

El 9 es el nueve

Los que hemos practicado deporte y hemos lucido el número nueve sabemos lo que esto significa. En fútbol es el delantero centro y en el balonmano lo es todo porque para todo vale quien lo ha lucido históricamente. Ruiz Crespo le ha cedido el número de su vida y Lázaro lo ha recibido emocionado.

“Le hemos dado una camiseta con su nombre a Lázaro, un compañero mío del Colegio Europa, el nunca jugo a balonmano en la pista, siempre fue un jugador de ‘grada’, desde escolares siempre lo he visto animando en la banda, en nuestro paso por la Primera Nacional B, siempre venía a vernos, se sentaba detrás del banquillo y siempre animaba al equipo”, nos comenta Ruiz Crespo.

“Ahora en veteranos sigue sin faltar un torneo. Nos conocemos desde 2° de EGB. Hemos querido hacerle este pequeño homenaje. El espíritu del Europa, el espíritu de aficionado, no tiene mejor ejemplo que el de un Lázaro incondicional”, dice.

Así son los niños del Europa Óptica Almería que como cada domingo desde los años ochenta pasean su gloria por el corazón de Almería con aquellos chandall azules y rojos que les regalaba Fernando Berruezo.