Manolo Berenguel hace una convocatoria de 1.500 jugadores

Lo dice un mito del voleibol español y del deporte almeriense, que no va de farol jamás y que conoce perfectamente el potencial que es capaz de implementar el público. Manolo Berenguel ha sido protagonista directo de ello como jugador, habiendo repetido mil veces eso de que “me gustaría que la gente sintiera durante un segundo lo que se siente desde la pista cuando la grada anima y se mete en el partido”. Eso no es nuevo, no lo ha dicho de cara al segundo fin de semana de la semifinal, pero tiene toda la vigencia, puede que incluso más que nunca, y es lo que queda de fondo de sus declaraciones actuales: “No me cabe la menor duda de que la afición se va a dejar la piel en la grada lo mismo que nosotros nos la vamos a dejar en el campo, porque lo ha estado haciendo todo el año”.

Y sí, tranquilidad, porque es cierto que se ha perdido, es verdad que no se puede volver a perder, pero, ojo, ahora habla el Moisés Ruiz: “Al final, en la fase regular la clasificación es importante por esto, por tener el factor cancha a favor, y Guaguas se ha hecho fuerte en su campo, pero es que nosotros somos igual, incluso más; se podría decir que somos imbatibles, excepto el traspiés que tuvimos con Palma por la situación entonces”. No es el momento de “poner excusas, sino contar la realidad de que empezamos a mermarnos ahí, pero después volvimos a brillar, sobre todo en nuestro campo y fuera también”. Esto va de tres partidos, no de uno, “somos muy fuertes en nuestro campo y ahora nos toca a nosotros hacer nuestra parte, afrontando con máxima ilusión la clasificación para la final”.

El contexto está claro, “ellos tienen la obligación y la presión de clasificarse y nosotros lo que tenemos es la ilusión, y más ante nuestro público”, textualmente. Añade el míster la condición indispensable de que “tenemos que aprovecharnos de eso, y en la final a cinco partidos es verdad que cambia el asunto, pero ahora la pelota está en nuestro tejado, con la idea clara en la mente de que somos muy fuertes en nuestro campo, algo que vamos a demostrar desde el inicio de la semana”. El mensaje externo va en la línea con el interno y Berenguel lo subraya: “Que confíen en nosotros lo mismo que nosotros confiamos en ellos, esto es un ‘fifty-fifty’, y tenemos todas las miradas puestas en jugar la final, y por mi parte tengo una máxima confianza en el equipo y en la afición”.

¿Y qué se ofrece?, pues también está muy claro para el técnico: “Ni más ni menos que puro espectáculo”. Es más, “este fin de semana se va a ver en el Moisés Ruiz uno de los mejores partidos, ojalá que sean dos, que se pueden ver en la Superliga española, si no el mejor, vamos a ofrecer espectáculo y seguro que ver a un Unicaja dejándose la piel en cada punto, en cada balón, para que pasemos de forma brillante a la final”. Por tanto, ahí va su convocatoria de 1.500 jugadores: “No sabría qué porcentaje darle a la grada, pero sí es clave, eso es indiscutible; recuerdo perfectamente el primer partido contra Guaguas en un Moisés Ruiz que no se terminó de llenar, aunque la entrada fue grandísima, y ahora hay que llenarlo sí o sí, para ganar la eliminatoria juntos y, por supuesto, para disfrutar”.

No es exacta la expresión de ‘cerrar filas’, porque eso es lo habitual en un grupo magnífico que quiere dar una gran alegría esta temporada, pero Manolo Berenguel pone el foco en uno de los pilares fundamentales de este proyecto: “El porcentaje de pasar la eliminatoria es máximo, y si no, no me dedicaría a esto, pero no lo digo por eso tan solo, por ser una obligación si se tiene la convicción de ser campeón, sino porque la confianza que me dan estos jugadores en los momentos clave es total, plena, han apretado mucho cuando más ha hecho falta, y por eso estoy seguro de que se va a pasar la eliminatoria, y en nuestra casa, con lo fuertes que nos hacemos aquí”. Unicaja Costa de Almería tiene ventaja por su clasificación en la fase regular y es ahora el momento de aprovecharla.

Mirando al pasado reciente, “se podría asemejar un poco a los cuartos de final ante Soria por la situación, porque venimos con una derrota, pero ni el rival es el mismo ni nosotros somos los mismos”. Está claro que “lo de la temporada pasada en agua pasada y ahora el planteamiento es diferente”. Estuvo a punto de acceder a semifinales, pero se logró en la tesitura de tener dos partidos en Almería, anulando el 0-1. Después se eliminó a Teruel y se jugó una final que, incluso de modo más claro, no tiene nada que ver con este cruce: “Ni Guaguas es el mismo ni nosotros somos los mismos; es cierto que el núcleo de equipo de ellos sí se asemeja bastante y nosotros somos un equipo prácticamente nuevo”. Mejor basarse en “los hechos de esta temporada” para recordar que “ellos han tenido problemas y nosotros hemos estado jugando a un grandísimo nivel que tenemos que retomar”.

Manolo Berenguel abunda en la ‘no comparativa’: “Al final cada temporada es un mundo y hay que afrontar cómo se manejan los equipos cada año; ellos estaban montados para ganarlo todo y nosotros hicimos el equipo con la idea de que fuese lo más competitivo posible”. La Superliga echó a rodar y “nos vimos con muchas más esperanzas de ganar la liga después de ganarles en el Moisés Ruiz, así que nos tenemos que agarrarnos a eso para afrontar lo que resta de esta eliminatoria”. Ganar dos veces seguidas a Unicaja Costa de Almería es algo muy complicado para cualquier equipo y el templo ahorrador se llena de fieles que profesan una fe inquebrantable al verde. Es cuestión de hacer solo el trabajo que corresponde, como Guaguas lo ha hecho en el CID previamente.