Este sábado hay una cita con el voley

Nadie cayó en el error de pensar esta eliminatoria circunscrita solo a lo que sucediera en Las Palmas de Gran Canaria, como si la victoria ahorradora le diera la clasificación o una derrota, que fue lo que sucedió el fin de semana pasado, lo dejara fuera. En esta partida ahora le toca mover ficha a Unicaja Costa de Almería, con la ventaja de que el finalista lo va a ser en el Moisés Ruiz. Si CV Guaguas quiere lograrlo, tendrá que derribar la fortaleza ahorradora, porque el equipo verde ha merecido que sea en su pabellón y ante su gente la decisión final… para la final. Si en lugar de ficha usamos pieza, y la eliminatoria es una partida de ajedrez, el sistema de competición de la RFEVB da ‘blancas’ en cuartos y en semis al peor clasificado, que mueve antes, pero después queda todo por jugarse.

Remontada

El claro ejemplo de ello no queda lejos de los canarios, que comenzaron la ronda anterior con una derrota en Teruel y que de vuelta a la isla lograron dos triunfos para poder medir sus fuerzas ahora con los almerienses. No es precisa la palabra ‘remontar’ en este caso, puesto que no explica la situación con fidelidad. Parte este fin de semana en desventaja Unicaja Costa de Almería, respecto al 0-1 que dicta el cómputo global del cruce por ahora, y a su vez lo hace con ventaja, porque juega en casa, ante una afición extraordinaria que le da alas. Es cierto que no hay cabida para la derrota, porque si se cae el sábado no se podrá jugar el domingo, pero no lo es menos que ahora se siente que se tiene el turno de golpear. Guaguas ganó en su casa con un gran ambiente, y ahora les toca a los verdes.

Aquí ganó Unicaja

Respecto al primer movimiento de los tres de esta ‘sonata’ interpretada por dos equipos muy igualados, Unicaja Costa de Almería fue capaz de hacer lo más difícil, ganar el primer set controlando la euforia amarilla. Después, tras dejar escurrirse el 0-2 como arena entre los dedos, volvió a hacer lo más difícil, conseguir un 5-10 en el cuarto set. Sin embargo, le faltó la consistencia para llegar al tie-break, y parte de la ‘culpa’ de ello la tuvo el público del CID. Guaguas hizo lo que tenía que hacer, conseguir un gran ambiente y ganar en su casa, y Unicaja Costa de Almería debe hacer lo que tiene que hacer, repetir el ambiente que está siendo habitual esta temporada, incluso mejorarlo, y defender su fortín. Además, ya en el primer partido se vio que todo pasa por si mismo, y si se juega bien, se gana.

Recuperado Guaguas

Más que nunca, todo pasa por el propio lado de la red, conscientes del altísimo nivel que se puede dar y que se da, y convencidos de que el trabajo de esta semana, más conjura entre capitanes, plantilla, cuerpo técnico y directiva, conduzca a mantener justamente ese altísimo nivel durante dos partidos. Se conoce perfectamente el potencial del adversario, entre otras cosas porque juega con cinco en pista que han vestido la elástica ahorradora, más dos en el banco. No se olvida que ya tiene un título, la Supercopa de España, y que era el equipo a batir cuando, allá por octubre, salió del Moisés Ruiz, Yosvany Hernández en sus filas, con su primera derrota del curso. Brilló aquel Unicaja Costa de Almería que se mantuvo líder e invicto hasta que la COVID se volvió a ensañar con su plantilla.

Capitán

Lo ha recordado en la víspera el capitán Palharini, que la justicia se habría producido si los verdes hubiesen acabado líderes de la fase regular. No pudieron jugar ni por lo tanto puntuar en dos partidos, y por eso se ha producido este cruce. Es el momento de buscar esa justicia, y Marlon da un empujón más a la campaña del club #LlenemosElMoisés, una condición indispensable para que realmente el factor cancha sea lo que debe ser. Es el pilar para no romper la racha que por ahora está en 14 finales consecutivas de SVM de las 24 en total que se han disputado. Realmente son 23, porque el primer título llegó hace justo 25 años en formato de liguilla, de ‘liguilla final’. Entre esas 14 que se llevan y las seis seguidas anteriores solo medió una temporada, así que en 21 años, 20 finales.

Objetivo

La primera que se jugó, se perdió, y fue en la campaña 1992/1993 precisamente ante los grancanarios. Se pasó a ser tercero tres veces y por fin llegó ese primer título liguero en 1997. Importante es remarcarlo, que se cumple un cuarto de siglo de la primera Superliga de las once que se tienen en las vitrinas. Los verdes cambian ‘presión’ por ‘ilusión’ en la misión de levantar el trofeo, compartida por una afición cuya confianza en el equipo y en todos y cada uno de sus componentes es inquebrantable. Habrá seguramente lleno en el Moisés Ruiz, tal y como se percibe el ambiente en torno a la cita del sábado, un duelo espectacular que estará dirigido por los experimentados Francisco Sabroso, de Madrid, y Fernando Cerrato, de Murcia, a la inversa en caso de jugarse el partido del domingo.

Manolo Berenguel cuenta con todos sus efectivos, tal y como Camarero cuenta con los suyos, pero ahora el técnico ahorrador, con su convocatoria de 1.500 jugadores, tiene a la grada enchufada con el verde. Viejos conocidos en el pabellón y perfectos conocedores del pabellón, los tres receptores amarillos, Iribarne, Almansa y Hage, podría decirse que jugarán como en casa, al igual que los dos líberos, Delgado y Fernández, y dos centrales, Borja y Moisés, pero puede que no tanto. Queridos y respetados como grandes, eso está claro, saben que es muy complicado jugar en el Moisés Ruiz siendo visitante. Todos están teniendo mucha participación en la semifinal, como Bertassoni a los mandos y Escobar como artillero, con menos protagonismo de César Martín, Ángel Rodríguez y Knigge. Es un equipazo Guaguas, pero es un equipazo Unicaja, y ahora le toca su turno.