La Superliga Masculina Española de Voleibol tiene final inédita, tal y como sucedió con la Copa del Rey. De hecho, se repiten los protagonistas, pero con la salvedad notable de que no será a un solo partido, como en aquel cierre del mes de febrero en Gran Canaria, sino que se necesitan tres victorias para ganar el campeonato.
La mala imagen dada por Unicaja Costa de Almería frente a Melilla Sport Capital, sin poder encontrar su juego casi en ningún momento, esta vez tiene solución… si es que se produce. Es cuestión tan solo de emular lo que esta misma temporada se ha hecho frente a todos los rivales, incluido Melilla, al que se le ha vencido los dos encuentros de la fase regular, y de qué manera: en el Javier Imbroda se jugó ‘en cuadro’ y en el Moisés Ruiz estando salientes de COVID.
Los datos
La historia se cita con esta espectacular plantilla de Unicaja Costa de Almería, cuyo gran y principal mérito ha sido saber encender de nuevo la llama de la afición almeriense, esa que genera la magia de un recinto que el voleibol nacional tiene como un templo. Tanto es así que ‘pasa’ de la palabra revancha por el hecho de haber perdido la Copa, ganada de una manera muy merecida por su rival y que dejó un intenso amargor por no haberse dado la talla esperada. La gran motivación de los verdes es coronar campeona a su gran afición, respetuosa con el rival, que hace un silencio sepulcral, el Moisés Ruiz mudo, si a un adversario le sucede algo y corre peligro de caer lesionado. El mayor agradecimiento desde los jugadores no puede ser otro que levantar la duodécima liga, el título trigésimo.
Va a ser muy duro, pero no más que haber accedido a la final. Llegan los ahorradores en plena aceleración, la que les ha obligado a hacer Guaguas, magnífico contrincante cuyas opciones para estar en la lucha definitiva por el título han sido muchas. Lo bueno es que se sabe valorar ese detalle, importante, para viajar con la humildad necesaria, pero a su vez con la confianza imprescindible en las posibilidades de ser campeón. El objetivo es darle la vuelta al factor cancha, en contra por un punto de diferencia y dos partidos en los que se perdió por la COVID, sin jugarlos. Se comienza en Melilla, sábado y domingo con el mismo horario de las seis de la tarde, y la serie viajará después a Almería, seguro el sábado 30 desde las 19.30 horas, y puede que el domingo a partir de las 18.30 horas.
Los jueces
Los árbitros de este fin de semana son experimentados, Carlos Alberto Robles, palentino que pita con Valladolid como procedencia, y el barcelonés David Fernández. Se espera, como no, una gran afluencia de espectadores en el Javier Imbroda durante unos días en los que el baloncesto femenino ha pedido su hueco entre los aficionados al deporte de la ciudad autónoma. Coincidirán Unicaja Costa de Almería en la final de la Superliga e ISE Costa de Almería en la fase de ascenso de Liga Femenina 2 a LF Challenge.
Melilla Sport Capital superó un tie-break en Manacor y cerró los cuartos por 3-1, mientras que en semis no dejó que Feníe Energía Mallorca Volley Palma le hiciera ningún set. Vivirá su primera final liguera, segunda, y consecutiva, en el cómputo general de su historia.
Partidazo
Meritorio es que este club descendió deportivamente hace dos temporadas, salvado por una iniciativa que presentó precisamente Unicaja Costa de Almería y que fue votada por la Asamblea de la RFEVB. De no llegar a militar en Superliga 2 montó el armazón de su equipo actual, que el año pasado ya advirtió de su potencial y que esta campaña ha sido completado con dos piezas de procedencia ahorradora. Tanto Mario Ferrera como Jean Pascal Diedhiou están ofreciendo un gran rendimiento, acoplándose perfectamente a la espina dorsal de acento argentino formada por Riganti, Martina, Giustiniano y Scarpin, a los que cabe sumar Javier Monfort, otro ex de Unicaja Costa de Almería, uno de los más sólidos pilares de este proyecto de Salim Abdelkader, con un gran apoyo institucional.
En el banquillo tiene hombres de garantía que cumplen perfectamente su rol, casos sobre todo del capitán Mika Tahiri, temible con su saque en potencia, el colocador Héctor García y el receptor, también argentino, Nacho Luengas, una estrella del futuro cercano. Menos participación tienen el receptor Mesaudi y el central Rubén López. Melilla Sport Capital ha sabido entrar en una dinámica ganadora y vender muy caras sus derrotas, cuatro en total, como Unicaja Costa de Almería, pero todas en pista, dos de ellas precisamente con el equipo ahorrador. La primera visita al Javier Imbroda se produjo sin Jovanovic, Jiménez ni Palharini, cayendo lesionado Raúl García ‘Asensio’ en el primer set y jugando Currito Sáez como receptor. Fue un 2-3. En el Moisés, sin entrenar y con la sombra copera, 3-2.
La historia entre ambos se resume muy rápido, tanto como que Melilla Sport Capital tan solo ha ganado una vez a los verdes, aunque lo hizo en el partido más importante porque tenía como premio un título. Entró en febrero en el club de los campeones y quiere ampliar su palmarés con la que sería su primera liga en su primera final. Una de una por ahora y Unicaja Costa de Almería procurará que no sean dos de dos.
El club almeriense, en todo caso, ya ha escrito más páginas de su leyenda, décimoquinta final consecutiva, 21 de las últimas 22, un total de 23, o 24, porque el primer título se ganó en liguilla… final. Manolo Berenguel lo trajo para Almería como jugador y ahora lo quiere conquistar en Almería en el papel de entrenador. Para eso hay que ganar al menos uno de los dos partidos en el Imbroda. 25 años, 12 ligas, 30 títulos nacionales… y una afición que se lo merece.
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