Francisco Pizán dejó una huella muy grande en el balonmano

Una noche muy especial y emotiva para todo el balonmano. Se cumplía un año y una semana desde que una de las personas más carismáticas del arbitraje almeriense nos dejó en un adiós inesperado.
La Cena Conmemorativa de Árbitros, que ya lleva el nombre de Francisco Pizán, se celebró con medio centenar de árbitros de la historia del balonmano de la tierra. Se trató de una velada cargada de emotivos recuerdos y sentido homenaje a quien años atrás dedicaba horas y horas para intentar reunir a toda la historia del CTA de Almería. Es por ello que durante la noche fueron muchos quienes quisieron recordarle.

Comenzando por su gran amigo y compañero Rafael Romera, quien, con lágrimas en los ojos, sentía orgullo: “Paco era el mayor defensor de los árbitros y se dejaba la piel por todos ellos siendo la figura del Juez Único; siempre quería defenderlos a todos”.

Fue precisamente ‘Fafi’ junto a Antonio Silva y Antonio Vizcaíno los premiados de la Cena, con la distinción Francisco Pizán a los árbitros que han aportado tanto a la historia del balonmano almeriense.

También estuvo presente el presidente de la Federación Andaluza, el ex colegiado almeriense Sebastián Fernández, quien con una gran sonrisa recordaba a Paco como “uno de esos hombres que era amigo de sus amigos, y cuyo cometido y sentido de la vida era que todos fuésemos felices”.
También se llevaron a cabo sorteos para amenizar la noche, siendo uno de los agraciados el carismático Juanjo González.

Emocionante
Este reencuentro de colegiados fue organizado por el actual árbitro y formador del CTA de Almería, José David Sánchez, que, con una gran ilusión, quiso hacer posible esta gran velada que tanto ilusión le hacía a “su Paquito Pizán”. Todo ello con la ayuda de la responsable arbitral de CTA Almería María del Mar González y Jesús Luque.

En definitiva, una noche mágica que acabó con un sentido vídeo recordando la figura de un gran colegiado conocido más por las buenas vibraciones que transmitía fuera de la pista a todo aquel que le gustaba este deporte.

Inolvidable

Seguro que su mujer Conchi y su hija Rocío, que fueron reconocidas por el Club de Veteranos Europa, se fueron muy orgullosas de una cena muy especial para todos los corazones del balonmano de la tierra. Todo fue inolvidable.