“Lo que pasa dentro de una pista de tenis en un partido es la vida”

Desde que era niño deambula por las pistas de ese oasis ubicado el término municipal de Huércal de Almería. Llegó a la presidencia en una primera ocasión en 2017 por casualidad, luego repitió. Su amor por la entidad, por el deporte y por lo que significa el club deja claro que las casualidades tienen un argumento de peso detrás y al final son causalidades. Víctor (Almería, 1977) vivió la gran final de Arancha Sánchez Vicario en Roland Garros, la de la muñequera con la bandera de España rodeado de sus amigos en el Club de tenis Almería en ese ambiente tan especial que solo proporcionan los lugares que son casa, y eso le ha hecho perseguir el sentido de pertenencia a un club desde entonces.

¿Qué es el tenis para usted?

Con matices, un deporte de los pocos que hay que trata de conservar valores. Me gusta el respeto, y el aprendizaje para los niños, ellos se arbitran, aprenden, se equivocan, hay conflictos pero tienen que entender que eso es así. Siempre digo que lo que pasa dentro de una pista en un partido es la vida: se sufre, se disfruta, se fracasa, hay que gestionar los éxitos o fracasos y todo eso pasa en una hora u hora y media.

¿La gente llega al club como quien llega a su casa’

Es el sentimiento pertenencia. Al final cada socio es dueño de un trocito del club, es como una comunidad de propietarios, tienes tu parte y luego hay unas partes comunes. Cuando tienes esa sensación de pertenencia lo cuidas porque es tuyo, pero luego hay otra parte de personas que no conseguimos que tenga ese sentimiento, que tiene el de uso, disfrute y coste, pero es la tendencia actual.

¿Cómo trabajan eso?

Tratando de potenciar la vida social por ejemplo, realizando eventos de diferentes tipos como campeonatos, almuerzos, jornadas de convivencia que al final es lo que te da el valor diferencial que no encuentras en otro sitio. En la medida en que niños y adultos no vayan solo a entrenar sino que se queden, eso se consigue.

Lleva desde 2017 liderando el club, ¿piensa continuar?

No seguiré porque creo que es lo mejor para el club. Al final esto se nutre de ilusión, estímulo, fuerzas, y es un proceso que te va desgastando, yo lo noto. Estaré siempre encantado de ayudar y lo que haga falta, pero es mejor que ya entre gente nueva, es momento de dar un paso a un lado.

¿Qué ha sido lo más gratificante en estos años?

Cuando nosotros entramos era una etapa complicada, la vida de un club está directamente relacionada con el ciclo económico, que cuando no es bueno se resiente, porque al final no es una primera necesidad. Nosotros empezamos a hacer cambios respetando la idiosincrasia del club pero a la vez modernizándolo. Cuando vas a los aparcamientos del club y está lleno a mí me da alegría, ese es para mí el mejor termómetro de que va bien.

Cuáles son las virtudes del tenis frente a otros deportes?

Una de las cosas que más me gustan del tenis es que te puedes encontrar niños y niñas de tres años y una señora de ochenta años jugando como vi el otro día en un reportaje, además es de los deportes en los que percibo menos diferencias entre hombres y mujeres sin entrar en debates de profesionalismo o ganancias, que tampoco los conozco.

En 2022 cumplieron 50 años. ¿Cómo se imagina el club dentro de otros 50?

Me imagino estando, que es lo primero. Tendrá que progresar, modernizarse y adaptarse a las circunstancias. Para mí la clave del club es que haya obviamente escuela de tenis con la parte de competición, y tiene que haber una masa social que sostenga el club, y que la gente lo siga identificando como un referente de Almería, como siempre ha sido. El club tiene que ser capaz de mantener esa esencia, ese concepto, en nuestra mano está darlo a conocer a quien todavía no sabe que esas instalaciones están ahí.