Goleada clarísima del Barça en el 'Clásico' ante el Real Madrid para cerrar, por todo lo alto, la que era la semana más complicada del conjunto azulgrana en lo que va de temporada. 5-1 al Sevilla, 4-1 al Bayern de Múnich y 0-4 al Real Madrid hacen que el proyecto de Hansi Flick se consolide y que se convierta, sin lugar a dudas, en el equipo más en forma del mundo en este momento.
El Real Madrid arrancó el partido dando a Flick de su propia medicina y colocó la línea muy adelantada, presionando así la salida de balón del Barça. Cuando aún no se habían sentado los últimos aficionados en su butaca en el Bernabéu, el madridismo ya lamentaba una ocasión fallida de Mbappé que era clarísima. Se encontraba adelantado el francés, pero eso no hizo más que materializar el mejor inicio del conjunto blanco. De hecho, pasados los diez minutos, Kylian volvió a tener el primero en sus botas tras un error en la salida de Iñaki Peña. Sin embargo, su disparo, sin portero, salió por encima del larguero para el asombro del Bernabéu. El español consiguió rehacerse, ya que el guardameta azulgrana obró un auténtico milagro para desbaratar una combinación entre Mbappé y Vinicius que terminó con Peña estirándose al máximo para poner la yema de sus dedos y despejar la ocasión de peligro del club blanco.
El partido
Con el paso de los minutos, el partido -que fue verdaderamente frenético- se decantó del lado azulgrana, que creció sobre el césped. Lamine Yamal, que no acertó con una vaselina a Lunin, y Raphinha, que disparó por encima del larguero, hicieron que el equipo se levantara y el encuentro se igualara mucho más sobre el césped del Bernabéu. En ese contexto, en un sinfín de ocasiones para los dos lados y con cada vez más kilómetros en las piernas de los jugadores de los dos equipos, Chamartín celebró por todo lo alto un gol de Kylian Mbappé a la hora de partido. Sin embargo, el santo y seña del Barça de dejar al rival en fuera de juego hizo que el francés se encontrase adelantado y el VAR anulase el tanto de un Mbappé agrandado en el encuentro.
Imposible de que los dos equipos mantuvieran ese nivel físico sobre el terreno de juego, las imprecisiones comenzaron a aparecer y el nivel de ocasiones sobre las porterías de Lunin y Peña bajaron notoriamente. Por ello, sin ninguna oportunidad de peligro entre los tres palos, finalizó una primera mitad sin goles, en donde el Real Madrid fue ligeramente superior, pero el Barça tampoco perdió la cara a un partido verdaderamente frenético.
Hansi Flick agitó el árbol tras el descanso y decidió dar entrada a Frenkie de Jong para sustituir a un Fermín López falto de ideas. Esa modificación dio la pausa y la tranquilidad que necesitaba el Barça para ganar peso en el césped y, en cuestión de dos minutos, Robert Lewandowski rompió el cero a cero con dos zarpazos en el 54' y el 56'. El primero de ellos llegó tras un gran pase filtrado de Marc Casadó que encontró hueco entre los centrales del Madrid. Levantó la cabeza y encontró petróleo ente Lunin y su palo izquierdo.
Cuando todavía se estaba recuperando el club blanco del tanto del polaco, un martillazo con su cabeza al palo largo amplió la distancia en el marcador para los azulgranas. Balde colgó un balón medido y, de nuevo, Lewandowski encontró el hueco justo entre Rüdiger y Militao para, con la testa, alojar el balón muy lejos de la estirada del portero ucranio del Real Madrid.
Golpe
Un mazazo muy duro para los pupilos de Carlo Ancelotti que se fueron contra la lona y se mostraron totalmente desnortados ante un Barça que no dejaba de crecer cada vez más en el partido. De hecho, dos inexplicables fallos de Lewandowski ante Lunin hicieron que la ventaja no fuese más hiriente para un Barça que estaba completamente volcado en el área del conjunto blanco. El partido, que no podía ser más redondo para el Barça, se sostenía también en las intervenciones de un Iñaki Peña que completó su mejor partido desde que viste la elástica azulgrana.
Sin embargo, tanto fue el cántaro a la fuente que el Barça encontró su tercer gol en las botas de Lamine Yamal en un auténtico golazo para hacer la brecha aún mayor en el electrónico. Una jugada que inició en Peña y que Lewandowski descargó para dejar un balón franco a Raphinha. El brasileño condujo y le dejó el balón a Lamine Yamal para que, con su pierna derecha, hiciera el tercero del choque.
Con todo ya de cara y con el Real Madrid completamente 'KO', el Barça no bajó el pie del acelerador y, símbolo del fútbol de Flick, fue a por todas para que la goleada fuera aún mayor en el Santiago Bernabéu. A falta de cinco minutos para el final del tiempo reglamentario, Raphinha marcó el cuarto en el enésimo balón del Barça a la espalda de la defensa del Real Madrid. El brasileño le ganó la espalda a Lucas Vázquez y, con todo de cara, no falló ante Lunin. Sin demasiado tiempo para más, finalizó el 'Clásico' con 0-4 en el marcador y en otra goleada del Barça en la semana más importante de los azulgranas en la temporada.
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