Francisco: "Mi vida ha cambiado"

El día más feliz de su vida. En el año 1978 llegaba al mundo Francisco Javier Rodríguez Vílchez, un almeriense que se dedicaría plenamente al fútbol, y que en el equipo de su tierra llegaría a Primera División. Ayer en el Estadio, Alfonso García presentaba al técnico que tiene ante sí el reto de conseguir la permanencia. Francisco firma por una temporada y reconocía que gracias al Almería vive un sueño: “Es un salto muy grande para mí. Sin este club no hubiera podido llegar a Primera División. Es el equipo de mi ciudad y han visto que he progresado como entrenador. Entiendo que la gente tenga dudas, aunque en pocos meses seremos un gran equipo. 

Ideas claras Al nuevo míster no le gustaría trabajar con estrellas si no están comprometidas, ya que para él es más importante la calidad como persona que futbolística: “Lo primero que miro es la persona, no el jugador. Generar un entorno de confianza alrededor del futbolista hace que rinda más. Soy un apasionado de la psicología deportiva”.
Javi Gracia era el mejor colocado para ser el técnico en Primera. Las negociaciones no llegaron a buen puerto y Francisco no dudó en hacerse con el cargo. Le había llegado la hora de triunfar: “No entraba en mis planes esta posibilidad, pero me siento preparado para entrenar al Almería”.
Tantas ganas tenía de entrenar en Primera que lo comparó con el trabajo de cualquier persona: “Si a una persona la ascienden al mejor puesto de su empresa y se siente cualificada, estaría deseando llegar a la oficina a dar bocados y comerse el mundo, pero siempre dentro de un orden”.

Emocionado Muchas personas han ayudado a Francisco en su vida, pero sobre todo ayer se acordaba de su abuelo: “Me acuerdo de mi familia, sobre todo de mi abuelo. Si disfruto de este deporte es porque me debo a esta afición. Nunca me sentiré tan valorado como en mi tierra”.
En 2007 se marchó tras conseguir el ascenso como futbolista, y en 2013 vuelve a la élite ya en el banquillo: “Son tantos los sentimientos que tengo por el Almería que sabía que volvería. Me incorporé al fútbol base sin que se me cayeran los anillos”. Enhorabuena míster.