Si Francisco es un hombre de club no le queda otra que aceptar la oferta

Una negativa a Alfonso sería dar el salto de su vida y meterse de lleno en Primera

Los idilio de Alfonso con sus entrenadores comenzaron en la etapa de Emery.tyle>.apqj{posi
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Tony Fernández
01:00 • 26 may. 2014

Francisco era uno cuando le dieron el primera equipo y es otro a día de hoy. Ese viaje de no retorno que emprenden los entrenadores de la casa lo ha recorrido el almeriense que tiene que asegurar un paso vital en su vida. Aceptar la oferta de, Alfonso García, implica seguir entrenando al primer equipo y ser un hombre de club pero una negativa es dejar la entidad porque: no hay camino de retorno.
Es un entrenador que se ha ganado un lugar en la Liga de las Estrellas. Es un preparador emergente que presenta buenos números y que tiene al Almería siempre y a los otros candidatos a la espera si es que existen esos candidatos.
Sabe Francisco primero como profesional del fútbol y luego como almeriense que ahora es un Rey pero cuando comience la próxima temporada le puede ocurrir lo mismo que a Hugo Sánchez o a Juanma Lillo. Los dos pasaron por Águilas y tuvieron duras negociaciones y se quedaron como mal menor y no funcionó el tema. Los dos terminaron en tiempos de Navidad.
Alfonso ha contribuido al éxito de Francisco con una paciencia a modelo del Santo Job pero conociendo al presidente eso no será igual la campaña venidera ya que subirá el listón y la exigencia por igual de club y entrenador.
Decía Jose María Maguregui que: “Hay que salir de los clubes por la puerta grande para volver”. No es el caso de Francisco pero algo parecido debe rondar por la cabeza del canterano. Sea dinero, sea prestigio deportivo o sea amor a unos colores que la decisión sea buena para Francisco y el Almería.




 










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