Camacho en la Escuela de Maestría, el hijo de Carmela en el barrio y un día en un anuncio de Radio Cadena en La Voz, Tony Fernández et voilá.
Con 55 años a cuestas, más de 30 años en las ondas, otros tantos de aquí allá (hasta en una náutica), ni hablamos de jubilación. Literalmente le da “pánico” esa palabra. Su padre camionero le enseñó que el trabajo es la columna vertebral de todo. Así, con pantalón corto, entró en Saveres. Recuerda esta etapa con nostalgia. “Ahí aprendí todo lo que sé hoy”. En Mercedes hasta las siete de la tarde, por la noche a la Escuela de Maestría. “Si no acababa la carrera mi tío me echaba, crecí en esta empresa y pude dar un salto grande, pero me decidí por el mundo de la radio y aquí me tienes”, dice.
Desde el inicio de la conversación insiste en que la que se merece la entrevista es su mujer Nieves. “Lleva 30 años sin sábados, ni domingos, otra me hubiese mandado a hacer puñetas. Nunca se lo podré pagar”, afirma emocionado.
Estreno radiofónico
Un periodista deportivo que jugó de delantero, de palomero (no conocía a los defensas), que quería haber sido maestro como su padrino o médico como su madrina. Es de estudio y no de título y se lo intenta aplicar cada día. “No dejo de aprender de mi equipo en carrusel, Rafa o Carlos, sin ellos estaría en fuera de juego”. Destaca que le meten últimamente muchos goles. Lo achaca a que es bastante romántico. Se empeña en ser educado y correcto pero no siempre lo consigue. “Cuando me sale la vena del barrio de Los Ángeles doy muchas voces, pero luego ná”.
Volviendo a la radio, todo comenzó, paradojas de la vida, con un libro, el que escribió de la Agrupación Deportiva Almería (libro que sólo ha leído aquel director, José Miguel Fernández). En Radio Juventud se interesaron por él. Todavía recuerda la alineación de su debut r en un Pavía 4- Olula 0.
Tony es muy celoso de su intimidad. Un abuelo tímido, que no se ha emborrachado en su vida. En resumidas cuentas un sagitario extremo, colecciona vinos y no bebe, creyente de la ética y la religión, lee la Biblia y detesta los volúmenes de brujería y esas cosas del Tarot.
De fútbol y familia
Es demasiado exigente con los demás. Pese a todo reconoce un fallo: repasando los directores que ha tenido en sus miles de minutos de radio, cuenta que no se portó bien con uno de ellos. “Con Manuel Gutiérrez Navas, en Radio Nacional de España, nunca se lo dije. Dejo constancia en La Voz” (dice que algún día me dirá que pasó ). También está en el aire su último libro sobre sus vivencias en la radio. “De momento no lo voy a publicar, hay mucha gente que queda como el culo”. Esperaremos.
En su mesa de trabajo destacan las vírgenes por doquier y foto familiar, se ha incorporado, Daniel, su nieto. En los bolsillos, llaveros con imágenes de la Virgen y apenas junta dos euros. “Soy tacaño, por ahorrarme un euro no tomo café, pero en cualquier momento te puedo dejar 1.000 euros”. Un tipo demasiado supersticioso, los coches de muertos dice que le traen suerte y evita ver por la calles a las monjas y a los marineros. Raro de cojones.
Retomamos la profesión. Tony, se quiere desmarcar del periodismo de bufanda muy de moda ahora. “No, no lo soy. Yo digo la UDA no mi UDA”. Lo de ponerle mote a los jugadores &
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