Me apunto como ojeador para la nueva Ciudad Deportiva del Almería

Desde los tiempos del Franco Navarro no he visto una Estadio en obras. Aquella primavera y verano de 1976 salíamos los compañeros de trabajar en la casa Mercedes y nos subíamos en el Mini de, Juan Rojas, camino de Torrecárdenas. Allí subían y bajaban los camiones con planchas de hormigón para ir montando el rompecabezas.

Siempre dando vueltas por la emergente grada estaba un señor bajito con camisa blanca dando instrucciones a los obreros. Más aún que el maestro de obras. Era don Antonio Franco Navarro, un presidente empeñado que darle al Almería un campo de fútbol.

Vimos plantar el césped. La instalación del armazón de la Tribuna y un buen día se cerró la última puerta y no nos dejaron pasar hasta el 26 de agosto pasando por taquilla para ver un A. D. Almería - Athletic de Bilbao. Tengo en casa las fotos de Juan Rojas que guardo como tesoro porque además de mi jefe en Saveres era un excelente fotógrafo y un enamorado de su Almería. Dios lo tenga en la gloria.

Bueno a lo que vamos que me pongo cebolleta perdío. Ya que no pude asistir a las obras del Mediterráneo porque me pillaba en otro trabajo bien distinto: casa de herrero... ahora me apunto a ver como se hace una Ciudad Deportiva.

Para ello me voy a llevar a mi suegro Carlos (jubilado) que se chupó de golpe el encauzamiento de La Rambla desde Ramón del Pino hasta Las Lomas con la Magnesita incluida. Allí arreglaremos el mundo y recordaremos viejos tiempos. Siempre me ha gustado dialogar y atender a las personas mayores porque tienen tanto que enseñar...

Vamos a flipar el día que se vea verde el césped del campo principal como me ilusioné con la hierba del Franco Navarro. Vamos Alfonso que va a subir el hormigón armado y las semillas cada día están más caras.