Ayer no fueron todos al Mediterráneo por motivos de las vacaciones pero aquellos que regresaban lo hacían con la mirada puesta en esas porterías donde entraron goles rivales. Las mismas porterías donde se materializaron esos goles que nos dieron la gloria.
Mantenerse en Primera es como ganar una Copa para los modestos. Hay tres plazas de descenso y se pone distancia con ellas desde la primera jornada de Liga. Unos logran vivir tranquilos amparados en su gran inversión y la mayoría penden de un hilo hasta la jornada 38 cuando se decide el campeonato nacional de Liga.
Sabe a gloria Se disfrutó como un nuevo ascenso a Primera División. La permanencia del Almería se alcanzó en el tramo decisivo de la temporada con resultados sorprendentes para muchos y tan reales como impensables para unos sufridores almerienses que no paraban de hacer cuentas. La Liga nos dijo que merecemos otro año entre los mejores y vamos a por él. Las caras de relajación en pleno mes de agosto nada tenían que ver con las mismas de mayo cuando el Athletic nos visitaba en jornada de calculadora. Aquello tuvo un final feliz y sabor a gloria.
Que se repita Ha comenzado la cuenta atrás. Ya pueden preguntar al abonado de al lado si tenemos mejor o peor equipo que el pasado año. Esta pregunta la podemos repetir hasta Navidad cuando el mercado abra sus puertas.
Que nadie pierda la ilusión que venimos de ganar una guerra y empieza otra. Por suerte, las bombas cada día nos asustan menos ¡Vamos!.
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