En su declaración como imputado del pasado 13 de febrero, el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, se escudó en Tito Vilanova para hablar de los motivos que precipitaron el fichaje de Neymar en 2013 y que acabaron encareciendo en 42 millones la contratación. También descargó en el expresidente Rosell, en los ejecutivos y en los asesores de Cuatrecasas toda responsabilidad, respectivamente, en las negociaciones, en la sospechosa contabilización de los contratos o en el posible fraude fiscal que se le atribuye al mandatario deportivo. Veinte veces mencionó a los ejecutivos para eludir cualquier responsabilidad en los contratos, y veintitrés a Cuatrecasas sobre el fraude.
Pero además, el vídeo de su comparecencia, que les ofrece en exclusiva la Cadena SER, también revela que responsabiliza a la secretaría técnica del club y en concreto al exdirector deportivo, Andoni Zubizarreta, de revisar el cumplimiento del contrato de ojeo de futbolistas firmado por el propio Bartomeu con el padre de Neymar, por el que este percibe de la entidad un total de 400.000 euros anuales, durante cinco años, sea cual sea su resultado.
El juez Ruz pregunta a Bartomeu si ese contrato ya ha dado sus frutos y el presidente del Barça responde que ha visto algunos informes sobre jugadores sin entrar en más detalles, para añadir a continuación que en cualquier caso, este asunto compete a la secretaría técnica, y en concreto a Zubizarreta, a quien por cierto, había despedido hacía más de un mes.
Los investigadores de la Audiencia Nacional creen que ese contrato de scouting de 400.000 euros anuales firmado con el padre de Neymar, es en realidad un pago camuflado por el fichaje del jugador, realizado de esta forma para ocultar a los socios el verdadero coste de la contratación, y engañar a la Agencia Tributaria. Después de esta declaración, el presidente del Barça fue procesado por el juez Ruz y el fiscal le pidió dos años y tres meses de cárcel por un delito fiscal.
La Fiscalía pide además multas e indemnizaciones para Bartomeu, el expresidente Rosell y el propio FC Barcelona, que ascienden a 62.6 millones de euros. La petición de cárcel para Sandro Rosell se eleva a siete años y medio porque a los dos delitos fiscales atribuidos al expresidente, se suma el de administración desleal.
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