Nuestros primeros encuentros fueron en el Patio de Radio Juventud cuando llegaba con un sobre en la derecha y cinco más en la izquierda. Era una Almería de tres emisoras de radio y tres periódicos. El sobre contenía la información de los torneos formativos bien redactada y solo había que sentarse en el lotucorio y cantar los vencedores. Iba por los medios de comunicación repartiendo tenis.
Yo era nuevo en esto y Pepe Salamanca todo un veterano que hablaba con José Miguel Fernández o Jose Ángel de nuestro deporte. A mí me tocaba escuchar con atención. Con el paso de los años la visita de Salamanca fue a la Cadena SER en la calle Jesús Durbán y nada más subir las escaleras le veíamos Chema y yo con el sobre y el cartel de aquellos torneos, Súper Olé o Blanes, a los que tantas horas dedicaba.
La eterna sonrisa
Yo le decía cariñosamente aquello de. “Don José Salamanca Franco, Franco, Franco”. se reía mucho con mis cosas y siempre echaba un ratico de conversación, como antes hizo con nuestros maestros de la radio Juventud.
El tenis de Almería le tiene que estar muy agradecido ya que peleaba su lugar en las ondas y en el papel. No venía con grandes de la raqueta, no hacía falta, sus estrellas eran los niños de Almería que se sumaban a la fiesta de la raqueta. Vivía para el tenis y llegó a ser uno de los grandes de España y primero de Andalucía. Siempre sin hacer ruido y volcado con aquellos que empezaban a practicar tenis.
Ha vivido entregado al deporte que amaba y en la recta final de su vida se supo rodear de gente muy capacitada para seguir su obra de cantera. Hoy, Almería está plagada de tenistas anónimos para la mayoría, pero conocidos para Pepe Salamanca por su participación en aquellos Circuitos a los que tanto daba y por los que peleó cada uno de los euros que costaban.
Con José Salamanca muere el tenis de artesanía forjado en el día a día con los clubes de Almería en expansión y las bases en competición. Supo presidir la Federación y ayudar a los delegados que tomaron su testigo. Lo suyo no era mandar (que lo hacía de maravilla) ya que prefería estar cerca de los niños viendo como crecían en el tenis.
Torneo LA VOZ
En esta casa le estaremos siempre muy agradecidos a Pepe Salamanca ya que por la Feria montaba el Torneo de LA VOZ por el que llegaron a pasar los mejores tenistas de Andalucía. Empezó todo en el Club de Mar para más tarde pasar por el Club de Tenis o el Indalo de Pechina. Siempre terminaba todo con una fiesta en sociedad donde se entregaban los premios a los campeones atendiendo el protocolo diseñado por Pepe Salamanca.
Calle Arapiles
A finales del pasado año después de hacer radio en Tentempié, en una desierta calle Arapiles en tarde de mucho frío, ví por última vez al hombre del Tenis en Almería. Era el de siempre con esos ojos brillantes, pero con un paso lento apoyado en un bastón camino del Circulo Mercantil para echar la partida. No me paré. Como con tantos otros seguí mi camino sin dejar de mirarle fijamente mientras mi mente le decía: “adiós don José Salamanca Franco, Franco, Franco”.
Y recordé cuando nos decía a Chema y a mí: “siempre con el buen humor que os caracteriza”. No me paré. Es normal que don José Salamanca haya quedado por encima de mí, era un señor, mientras yo corría mirando el reloj.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/6/deportes/80659/un-senor-del-deporte-que-ha-forjado-a-los-campeones