El Almería pierde sabor rojiblanco

Ortega ha seguido los pasos de su cuñado Francisco y dejan de ser pilares del Almería

Ortega en el Juan Rojas que fue el teatro de sus sueños como futbolista y entrenador.
Ortega en el Juan Rojas que fue el teatro de sus sueños como futbolista y entrenador.
Tony Fernández
01:00 • 10 jun. 2015

No vamos a entrar a valorar los recortes de cantera que anunció Alfonso García ni siquiera me ha llamado Ortega para contarme los motivos. Me he enterado por LA VOZ de la marcha de uno de los mejores entrenadores que ha tenido el Almería y que yo tenía como recambio de Francisco en el primer equipo. Cosas mías.

Seguro que los hay mejores que Francisco y Ortega, pero no encontrarán a otros con tanto sabor rojiblanco. Son los cuñados historia viva del Almería. No necesitan presentación para el aficionado y para los niños y sus padres decir Francisco o decir Ortega es: decir Almería.

Desde que llegaron las Sociedades Anónimas los números están por encima de todo, pero dudo mucho que aquellos que llegaron al lugar de Francisco como los que lleguen al sitio de Ortega tengan más sentimiento que ellos. Más compromiso que ellos. Más responsabilidad que ellos.

Decía Juan Rojas que los Almerías, “deberían mimar más a los que fueron sus futbolistas”, no se hacía como ahora no se hace y buscamos fuera lo que tenemos en casa.

No voy a cuestionar una decisión de empresa. No soy el agente de Francisco ni de Ortega, pero sabemos los almerienses lo que cuesta llegar y ellos dos: llegaron y triunfaron.

Ortega y Francisco ponían sabor en el Almería como antes Ortiz Bernal. Como Juan Rojas, Maxi o Camacho en aquellos Almerías de Alfonso García Sánchez en Primera.

Dice el slogan que: “En Almería no serás un extraño” y es verdad, porque todo lo que viene de fuera tiene cabida y lo nuestro a veces lo criticamos de forma feroz.

Ortega lo tenía todo para triunfar en Almería. Fue jugador del club. Entrenador y buen conocedor de la cantera. Maestro de profesión con  todo lo que implica a la hora de enseñar y, algo que se tiene o no se tiene, una profunda fidelidad al club. Eso no va en la nómina.

Nunca sabré que tecla tocó Francisco para ir a la calle: como ahora no entiendo como se prescinde de su cuñado Ortega.

Vaya par de entrenadores con sabor rojiblanco que pierde Alfonso García.
 


Síguenos en Twitter en @LaVozDeporteAlm

Síguenos en Facebook busca Tony Fernández Almería












Temas relacionados

para ti

en destaque