Un árbitro manda dentro y fuera del campo en los veteranos de Almería

El nuevo presidente de la Asociación de Futbolistas veteranos de la Provincia de Almería, AFVPA, Juan José Torres Caravaca, es árbitro por naturaleza. En su familia todos son hombres del arbitraje. Nació un 18 de enero de 1960 en la Plaza de la Amistad junto a Santa Rita y de allí a la calle Sicardó y acabó en la Calle Alta de la Iglesia en Regiones.

Árbitro de postín

Como tantos niños de su edad el deporte se llamaba fútbol. Dio sus primeras y últimas patadas al balón en el Plus Ultra donde militó dos temporadas. Luego entró en el Colegio Provincial de Árbitros con 18 años y hasta el final de su carrera.
Torres Caravaca son apellidos de árbitro y Juan José es el segundo del escalafón. Llegó a dirigir partidos de Tercera División y se marchó en esta categoría.

Seguirá pitando  

El nuevo presidente es por encima de todo un deportista y participa en maratones y carreras populares. Llegó a la Asociación en el año 2002 y hasta nuestros días. Ha sido proclamado presidente al presentar su candidatura a las elecciones y ser el único candidato. “ya estamos al frente de un colectivo al que llego primero por todos los equipos, luego por una directiva en la que confío plenamente y tercero por unos árbitros que siempre me han tenido a su lado”. Dice Torres Caravaca que llegó hace 13 años y “han pasado volando entre buenos amigos y grandísimos árbitros”.
“No pensaba presidir la Asociación pero con el tiempo se ha ido convirtiendo en una meta a la que uno llega con tanta ilusión y ganas de trabajar que espero todo salga como uno desea”, comenta el nuevo mandatario.

Hay que cambiar

Juan José Torres Caravaca es por encima de todo juez, por ello, “uno ve cosas que se pueden mejorar y consideré en estos últimos cuatro años que había que dar un paso al frente”. No está solo en esta empresa y “tengo la confianza de un gran colectivo por el que vamos a trabajar todos”. Han sido muchas reuniones de trabajo para formar el mejor equipo gestor. Sabe que ahora en los campos le verán como presidente y como árbitro, pero en definitiva “uno llega para ayudar a todos los que han convertido estos trece años en inolvidables, no llego solo y cuento con todos”.
Le resulta raro que le llamen presidente. No es fácil que un árbitro se ponga a la cabeza de todos pero “intentaré ser el mismo en las dos facetas que me esperan. Seré su árbitro y su presidente en todo momento”. Cambia la palabra presión por la de ilusión y: “Hablamos en 4 años”.